- Erick, me vas a tirar - dijo abrazándome - si me caigo, caes conmigo.
- Es que no puedo evitarlo - reí - ¿soy muy molestoso?
- ¡No! Para nada.
- ¿Sarcasmo? Vas aprendiendo - alcancé sus labios.
Se tomó la molestia de venir a dejarme a mi casa, me negué un poco ya que seguramente estaba cansado, ambos tuvimos clases hasta la tarde, pero no hubo como convencerlo.
- Tal como te dije, hasta la puerta de tu casa.
- ¿Cómo en las películas?
- Sí, nunca hay que perder el romanticismo.
- Hubiera querido que esté mi mamá para que la conozcas, creo que ya es hora de contarle.
- No tengo prisa, cuando quieras hacerlo lo haces, pero si quiero conocerla.
- Lo harás, ¿cómo mi novio no va a conocer a su suegra? - rodeé su cuello con mis manos para acercarlo. Sus labios ya los sentía muy míos y era algo placentero besarlo.
- Ahora entiendo porqué no contestabas mis llamadas - escuché de pronto abriendo mis ojos ¿qué hacía aquí?
Miré por encima del hombro de mi novio a Christopher quién estaba con una parada firme. Joel no pudo evitar girar su cabeza para mirarlo, él no lo conocía, pero no era la gran ciencia imaginar quién era.
Volvió la mirada a mi, la verdad no sabía que decirle - ¿quieres que te deje solo? - preguntó de pronto.
- Él es Christopher - hablé bajo.
- Lo supuse - respondió igual de bajo - ¿quieres hablar con él?
- Sí, gracias por ser tan comprensivo.
- No hay de que - sonrió - cualquier cosa me llamas ¿si? Estaré pendiente.
- Lo haré - respondí para depositar un beso en sus labios - te espero mañana afuera de tu salón, para que vayamos a comer juntos.
- Eso es un hecho. Cuídate, nos vemos mañana - dió el último beso antes de irse.
- Te vas con cuidado - dije un poco más alto, la mirada de Christopher era de confusión total.
- Permiso - escuché que pidió Joel pasando a su lado.
- Erick - escuché su voz.
- No me reclames - apunté serio. Me giré para abrir la puerta de la casa, por sus pasos sentí que venía acercándose.
- Oye... - tomó mi brazo.
- Saca tu mano - pedí mirándolo serio - sácala, no me hagas hacerlo por mi mismo.
- ¿Te encuentro besándote con otro chico y el ofendido eres tú?
- Ay no seas cínico - contesté pasando a la casa.
- ¿Cínico yo? - preguntó cerrando la puerta - ¿quieres que no me enoje cuando te encuentro a ti, mi novio, con otro?
- En primer lugar yo no soy tu novio.
- ¿Y cuando terminamos que no recuerdo?
- El mismo día en que te estabas acostando con esa maldita mujer - respondí más enojado.
- Sé que te contestó una llamada, pero...
- ¿PERO QUÉ? ¿ME VAS A NEGAR QUE OLVIDASTE TU CELULAR EN SU DEPARTAMENTO?
- No grites - pidió.
- ¿Qué mierda hacías en su departamento? ¿Por qué no me respondías los mensajes que te mandaba? ¿Tan ocupado te tenían?
- Eso tiene su explicación.
- ¿Y de que me sirve que me expliques después de un mes? Estaba preocupado por ti, pensé que te había pasado algo inconsciente de mierda.
- Deja de insultarme Erick - advirtió acercándose - no quiero pelear.
- Serías demasiado hipócrita para hacerlo - contesté - aún sabiendo que me fueron infiel una vez, me dañaste de la misma forma, tú más que nadie sabía el temor que tenía de eso.
- Te vas a tragar todas tus malditas palabras.
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Por Curiosidad - Chriserick
أدب الهواةLa curiosidad mató al gato, pero a nosotros nos fusiló.