Capítulo 14

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Durante esta última semana no hemos tenido tiempo de vernos, entre la universidad, mis horarios, deberes y la práctica de Christopher que estaba a punto de comenzar. Eso sí, no dejábamos de hablar, eso si que no estaba permitido.

Se supone que hoy nos veríamos, tenía algo importante que contarme y me ha tenido con la duda desde hace tres días, aún sabiendo lo ansioso que soy.

Llevaba media hora esperándolo, siempre era igual, por eso no me gustaba esperarlo, su impuntualidad era su peor defecto.

- No estás enojado ¿verdad?

- No, solo molesto.

- Olvidé mis cosas - enseñó su bolso - tuve que volver por ellas.

- No te creo - me puse de pie avanzando por si solo. Hoy se quedaría a dormir en mi casa, como lo hacía de vez en cuando.

- ¡Erick! - escuché detrás mío - está bien. Salí justo a la hora y me atrasé, lo siento.

- Lo sé, te conozco.

- No no no - me giró - así de cortante no me respondas. Vaya, pa que te haces el enojado, me adoras.

- Como digas - puse los ojos en blanco - dime, que me tienes que contar.

- Aquí no, en tu casa.

- ¿Es algo bueno?

- Sí, buenísimo - susurró.

Por su sonrisa supuse que sí, estaba ansioso, esperaba alegrarme tanto como él.

Dejé mi especie de orgullo de lado, no podía enojarme con Christopher, era imposible.

En todos estos días no tocamos el tema de lo que pasó en su casa, en ese sentido sentía que éramos bastante maduros.

Llegamos a casa, estuvo un momento bastante largo a mi parecer con mi madre, en lo que le contaba algunas cosas, mi madre le hacía comentarios, etcétera.

Le hice un gesto para que suba, estaba aburrido y no me integraron a su conversación.

- Ya era hora - hablé apenas pasó.

- Que egoísta eres.

- No es de egoísta, pero ni siquiera me hicieron caso - crucé mis brazos.

- Tú haces lo mismo cuando vas a mi casa, no reclames.

- Como sea. Ya cuéntame.

- La curiosidad te mata - rió.

- Un poco - sonreí avergonzado.

Cerró la puerta pidiéndome que me siente un momento, se notaba alegría en su rostro, eso me dejaba tranquilo.

Se puso en cuclillas intentando quedar a mi altura, deseaba que tanta espera haya valido la pena.

- En dos semanas comienzo mi práctica - sonrió de gran manera que no pude evitar hacer lo mismo.

- ¿Ya?

- Sí, ya está todo listo...bueno, casi listo.

- Que nervios man - dije en una sonrisa - falta poco.

- Erick. Me iré por un tiempo - soltó de inmediato. Aquella sonrisa que tenía se desvaneció de inmediato.

- ¿Cómo? No entiendo - reí nervioso - ¿te vas?

- En lo que dure la práctica, no pienses que me iré a otro país, solo me iré a Quito.

Ni siquiera sabía que decir, debería felicitarlo, eso hacen las personas normalmente, pero no me gustaba mucho la idea de que se vaya, estaba tan acostumbrado a verlo.

- Que cool - sonreí falso - felicitaciones.

- Sé sincero, no me voy a enojar.

- Me alegro, enserio - puse mi mano en su hombro para posteriormente abrazarlo - es lo que tienes que hacer.

- Solo será un tiempo, voy a venir de vez en cuando, sé que a veces no tienes tiempo por la universidad, pero puedes ir también - acarició mi espalda - dime algo...¿quieres que me vaya?

Negué de inmediato, era lo que menos quería.

Por Curiosidad - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora