- ¿Has comido bien? - pregunté mirándolo a través de la pantalla.
- Sí, osea creo - rió - ha sido una semana durísima, espero resistir.
- Estás echo un adulto.
- No me digas eso, sigo siendo un niño.
- Bien en el fondo eso sí - bromeé.
- ¿Cómo vas en la universidad?
- Estresado, necesito mis vacaciones pronto, los maestros son bien exigentes, no dejan ni respirar a gusto.
- Exagerado - puso sus ojos en blanco - bueno, si es verdad en realidad.
- ¿Ya ves? Tengo razón.
- ¿Hermoso? - dijo llamando mi atención - ¿tienes muchas cosas para hacer este fin de semana?
- No, creo que no.
- ¿Quieres venir?
- ¿Enserio?
- Sí, ¿por qué no? Además, quiero verte - contestó haciendo un pequeño puchero - di que sí, no estoy acostumbrado a estar tanto tiempo solo, necesito cariño.
Éramos dos, yo también quería verlo, esta oportunidad no la dejaría pasar.
- Claro que sí.
- ¡Si! Entonces voy por ti el viernes.
- ¿Vienes?
- Necesito hacer unos trámites, me olvidé de algunos papeles, así que te quiero listo - advirtió - otra cosa, necesito un favor.
- Dime, quizás puedo ayudarte.
- Avísale a tus padres que quiero hablar con ellos, habíamos quedado en algo tú y yo.
Abrí mi boca sabiendo a lo que se refería. Si bien estaba nervioso por eso, no tenía miedo, estaba confiado en que sabríamos como enfrentar está situación.
- Solo hay un problema.
- ¿Cuál?
- Será viernes, mi padre trabaja.
- Pero en la tarde amor, nos vendremos el viernes en la noche.
- ¿Qué me dijiste?
- Que nos vendremos el viernes en la noche - repitió, pero no precisamente lo que quería escuchar.
- Idiota, lo otro.
- No te pases pendejo de...
- Hey - interrumpí - atrévete a decirlo y apenas te vea te parto la cara.
- Uh, que fuerrrte, ¿Grey? - molestó riendo.
- Que pesado man.
- Amor.
Mordí mi mano apenas lo escuché, sentí una carcajada proveniente del parlante del celular, quizás me ví un poco tonto.
- Eso es tierno - añadí con un guiño.
- No provoques que no tengo en donde descargar la calentura.
- ¡Vélez! Oye no digas esas cosas.
- Mira - dijo cambiando la cámara del celular - estar así en estos momentos no es agradable.
- No te pases - negué. Ví como comenzó a meter su mano bajo su pantalón, quedé rojo como nunca antes - CHRISTOPHER.
- Okey, okey - volvió a cambiar la cámara - me voy, tengo que volver a la rutina.
- ¿Hablamos en la noche?
- Eso es más que obvio, a ver si hacemos cosas por videollamada.
- Yo también te quiero - evité responder aquello.
Me levanté de la cama corriendo hasta el primer piso, iba con una sonrisa de oreja a oreja.
- Mami, viene Christopher - dije invadiendo su tranquilidad - quiere hablar con ustedes.
- ¿Con nosotros? ¿De qué? ¿Cuándo?
- El viernes apenas llegue papá.
- ¿Tú sabes de qué?
- Claro, pero no te diré, es algo bueno, quédate con eso - deposité un beso en su mejilla - por cierto...¿me das permiso de ir con Chris a Quito?
- ¿No que viene hasta acá?
- Pero se va en la noche, por favor, déjame ir - pedí - no haré nada malo.
- Lo hablaré con tu papá, además tienes responsabilidades, si no tienes muchos deberes puede que te dejemos.
- Iré de todos modos - bromeé ganándome un tirón de oreja. Tenía que ir, necesitaba al menos un momento a solas con mi novio.
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Por Curiosidad - Chriserick
FanfictionLa curiosidad mató al gato, pero a nosotros nos fusiló.