Capítulo 21

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- ¿Has comido bien? - pregunté mirándolo a través de la pantalla.

- Sí, osea creo - rió - ha sido una semana durísima, espero resistir.

- Estás echo un adulto.

- No me digas eso, sigo siendo un niño.

- Bien en el fondo eso sí - bromeé.

- ¿Cómo vas en la universidad?

- Estresado, necesito mis vacaciones pronto, los maestros son bien exigentes, no dejan ni respirar a gusto.

- Exagerado - puso sus ojos en blanco - bueno, si es verdad en realidad.

- ¿Ya ves? Tengo razón.

- ¿Hermoso? - dijo llamando mi atención - ¿tienes muchas cosas para hacer este fin de semana?

- No, creo que no.

- ¿Quieres venir?

- ¿Enserio?

- Sí, ¿por qué no? Además, quiero verte - contestó haciendo un pequeño puchero - di que sí, no estoy acostumbrado a estar tanto tiempo solo, necesito cariño.

Éramos dos, yo también quería verlo, esta oportunidad no la dejaría pasar.

- Claro que sí.

- ¡Si! Entonces voy por ti el viernes.

- ¿Vienes?

- Necesito hacer unos trámites, me olvidé de algunos papeles, así que te quiero listo - advirtió - otra cosa, necesito un favor.

- Dime, quizás puedo ayudarte.

- Avísale a tus padres que quiero hablar con ellos, habíamos quedado en algo tú y yo.

Abrí mi boca sabiendo a lo que se refería. Si bien estaba nervioso por eso, no tenía miedo, estaba confiado en que sabríamos como enfrentar está situación.

- Solo hay un problema.

- ¿Cuál?

- Será viernes, mi padre trabaja.

- Pero en la tarde amor, nos vendremos el viernes en la noche.

- ¿Qué me dijiste?

- Que nos vendremos el viernes en la noche - repitió, pero no precisamente lo que quería escuchar.

- Idiota, lo otro.

- No te pases pendejo de...

- Hey - interrumpí - atrévete a decirlo y apenas te vea te parto la cara.

- Uh, que fuerrrte, ¿Grey? - molestó riendo.

- Que pesado man.

- Amor.

Mordí mi mano apenas lo escuché, sentí una carcajada proveniente del parlante del celular, quizás me ví un poco tonto.

- Eso es tierno - añadí con un guiño.

- No provoques que no tengo en donde descargar la calentura.

- ¡Vélez! Oye no digas esas cosas.

- Mira - dijo cambiando la cámara del celular - estar así en estos momentos no es agradable.

- No te pases - negué. Ví como comenzó a meter su mano bajo su pantalón, quedé rojo como nunca antes - CHRISTOPHER.

- Okey, okey - volvió a cambiar la cámara - me voy, tengo que volver a la rutina.

- ¿Hablamos en la noche?

- Eso es más que obvio, a ver si hacemos cosas por videollamada.

- Yo también te quiero - evité responder aquello.

Me levanté de la cama corriendo hasta el primer piso, iba con una sonrisa de oreja a oreja.

- Mami, viene Christopher - dije invadiendo su tranquilidad - quiere hablar con ustedes.

- ¿Con nosotros? ¿De qué? ¿Cuándo?

- El viernes apenas llegue papá.

- ¿Tú sabes de qué?

- Claro, pero no te diré, es algo bueno, quédate con eso - deposité un beso en su mejilla - por cierto...¿me das permiso de ir con Chris a Quito?

- ¿No que viene hasta acá?

- Pero se va en la noche, por favor, déjame ir - pedí - no haré nada malo.

- Lo hablaré con tu papá, además tienes responsabilidades, si no tienes muchos deberes puede que te dejemos.

- Iré de todos modos - bromeé ganándome un tirón de oreja. Tenía que ir, necesitaba al menos un momento a solas con mi novio.

Por Curiosidad - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora