Primero el café, luego tú. | Number Five.

☔006☔

Omnisciente

_________ había regresado tres días en el tiempo. Por lo que sabía que en tres días se difundiría la noticia de su padre en todo el mundo.

Intentó muchas cosas para poder regresar a su cuerpo normal pero nada.

Número Ocho

Estúpido Hargreeves, si sabias que tu maldita sustancia estaba defectuosa no me lo hubíeras dado. Ahora parezco una mocosa otra vez. La verdad es que no me importaba del todo, pero ahora de qué mierda voy a vivir si mi físico es de una niña de trece años.

[●●●]

Pasaron los tres días, y como dije, se difundió la noticia. Nadie me quería llevar a la academia, no podía usar mi pasaporte para viajar a otro continente.

— Que estúpida soy. Puedo usar mis poderes, me pude haber ahorrado dinero. Yo y mis intentos de ser normal.

Usé mis poderes apareciendo enfrente de la academia. Entré.

Y como hace tres días, Vanya y Pogo estaba allí, saludándose.

Ambos se me quedaron viendo, Vanya iba a decir algo pero la detuve.

— No preguntes nada. —Dije con un tono ligero de molestia.—

Me diregí a la sala principal.

— ¿_________? —Preguntó Allison desde las escaleras.—

La ignoré completamente, me dirigí a la oficina de papá.

Pogo apareció detrás mío, y me dijo lo mismo. Lo interrumpí.

— Ya me diste la carta, Pogo. —Éste hizo una expresión confundida.—

— ¿Qué?

— Vengo del futuro, o algo así.

— No comprendo.

— Me diste la carta hace tres días exactamente, en la cual papá me obligó a ir en busca de Cinco, no lo encontré. —Mentí.— Regresé, pero unos días antes y en cuerpo de niña de trece años.

— ¿Por qué no vino antes?

— ¿Antes? —Ahora yo no entendía.–

— Justo cuando regresó de otra época, hubiera venido. Podía cambiarla a su forma original. Pero ahora ya pasó más tiempo.

Me sentí muy estúpida. ¿Por qué no se me ocurría nada ultimamente? Debe de ser la impresión de todo esto, supongo.

[●●●]

Los seis hermanos nos encontrábamos en el jardín trasero, junto con mamá y Pogo y mamá. Luther iba a vaciar las cenizas de nuestro padre, pero antes de eso, unos rayos azules aparecieron a unos cuantos metros del suelo, un pequeño portal se hizo presente.
Espero que no sea lo que estoy pensando.

— Apartensé, pongansé detrás de mí. —Dijo Luther.—

— De nosotros. —Corrigió Diego haciendo su misma acción.—