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Omnisciente

Por otro lado, muy pero muy lejos de aquel hospital, se encontraba una familia "normal". Madre y esposa, padre y esposo, y un hijo. Pero no solo ellos, sino que también... ¿Vanya?

Vanya perdió la memoria, y se fue con aquella mujer que la había atropellado. Cuidaba a Harlan, el único hijo de la rubia.

La mayoría del tiempo solo estaban ellas dos y el pequeño en casa, el esposo de la mujer se iba a "trabajar" por muchas horas.

☂︎

Justo en ese momento, pero a algunos kilómetros de distancia, un automóvil iba bajo los rayos del sol en una carretera, hasta que comenzó a soltar humo, el conductor bajó del vehículo junto con su copiloto.

— ¿Y ahora qué?

— ¿Recuerdas que dije que el motor se estaba sobrecalentando?

— Ser inteligente no te hace interesante.

— Tener esa barba tampoco.

Al parecer se trataba de Klaus y Ben.

Ambos se colocaron enfrente del automóvil.

— ¿Se puede saber a dónde vamos, Misterio? —Preguntó Ben.—

— A Dallas. —Respondió Klaus mientras abría el cofre.—

— ¿Tan lejos? ¿Cuánto tiempo estaremos ahí? —Ben hizo un puchero.—

— No es asunto tuyo. —Respondió Klaus entre risas y tos por el humo.—

— ¿No? ¿Acaso crees que te seguiré como un perrito por otros tres años?

— Sí, eres mi perra fantasma, ¿recuerdas?

Comenzaron una discusión, Ben se hartó y comenzó a caminar lejos, pero el de barba larga y lentes no lo permitió, corrió hasta él y lo tumbó al suelo. Comenzaron a "golpearse" con sus manos en el caliente asfalto. 

Un automóvil pasó por ahí, miró con bastante confusión a Klaus peleando contra el aire en el suelo.

Luego, comenzaron a caminar bajo el intenso sol, hasta que llegaron a una especie de bar.

El próximo autobús salía hasta el día siguiente, por lo que tenían que esperar.

Un hombre de ahí invitó a jugar a Klaus, el cual aceptó, apostaron varias cosas hasta que llegó el momento de apostar el collar de Número Cuatro y las llaves de la camioneta de aquel hombre.

Klaus perdió, pero aún así tomó las llaves de la camioneta. El hombre dio cuenta, y lo golpeó. Klaus se levantó.

— Bien, es hora de jugar, Ben.

Con sus manos, hizo aparecer el cuerpo de Ben, los hombres lo miraron asustados.

— No, gracias. —Dijo para después desaparecer.—

Una cosa llegó a la otra, y esa "otra cosa" era que Klaus logró escapar, robándose la camioneta.

☂︎

Otros kilómetros más lejos, un hombre llegaba a lo que parecía ser su casa.

Estaba feliz, porque al parecer él y alguien más habían salido en el periódico.

Alguien bajó de las escaleras, y era nada más, ni nada menos que Allison.

Hablaron un poco acerca del tema, hasta que el hombre recordó algo, se acercó a su maletín y sacó un regalo.

Primero el café, luego tú. | Number Five.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora