6∆

132 13 0
                                    

Debería estar durmiendo.

¡Otro cap!
Esperó voten algún día por mi historia,plox :(
____

El coche de Jungkook no era el mejor vehículo estacionado en la acera. Era un viejo 1970oldsmobile de color negro. Tenía la pintura deteriorada y estaba opaco. Jungkook alucia que el coche era una reliquia, que muchísimos coleccionistas lo quisieran como suyos. Para su mala suerte, nadie que conociera le interesaban los coches clásicos.

Aunque a veces se reían de su pedazo de aluminio con ruedas, a él le encantaba manejarlo.

Esa noche le había gustado manejarlo de una manera especial. Era una noche especial, porque no estaba solo. A su lado, Jimin se dejaba rodear por esos poderosos brazos que la jalaban por la cintura. No había ningún otro sonido dentro de ese coche que el de una boca abriéndose paso a la boca del otro y gimoteos entrecortados.

Jungkook ya se había casi echado encima de el, pegándolo más a su cuerpo. Le levantó las piernas y se las acomodó encima de las suyas para tener más contacto con su chico. Jimin lo tenía rodeado por el cuello y su cabeza se hundía entre la puerta y el asiento. El beso era cálido, lento, justo como a Jimin le gustaba que él la besara.

Jungkook había esperado que estuvieran solos para poder hacer eso, así que aprovechó que iba a llevarlo a su casa, para estacionarse unas tres cuadras antes y poder dar rienda a su pasión.

Lo deseaba, anhelaba tocarlo. Su lengua se hundía en el queriéndolo absorber por completo y sus manos acariciaban suavemente su espalda. La noche apremiaba a ser sus aliados, porque ningún alma vagaba cerca de esa calle. Es decir, nunca se daría cuenta si pasaban o no, ahora no tenía más atención disponible que para besar esos tibios labios rosados que lo volvía loco.

Necesitaba saborearlo más, extraerle un poco más de esa piel. Lentamente metió las manos sobre aquella delgada camisa para tocar la suave piel de Jimin. Sintió como éste se estremeció a su contacto ya que soltó un tenue gemido de entre sus labios.

Para Jungkook fue turbina aquel susurro, empezó a besarlo con más pasión y presión, convirtiendo aquel dulce beso en uno salvaje. Sus manos recorrieron el blanco abdomen de su chico dirigiéndolo a hacia arriba y se pasaron por encima de la camisa haciéndole presión. Jimin volvió a gemir. Jungkook se perdió en la calidez de su cuerpo e inmediatamente quiso pasar la mano por debajo de la camisa, pero Jimin se separó bruscamente de su boca.

—Espera —dijo respirando entrecortadamente.

—¿Para qué? —Jungkook le buscó la boca, pero ella lo empujó un poco hacia atrás.

—Alguien puede vernos —dijo mirando por la ventana la calle vacía.

—Nadie puede vernos.

—¿Y si aparece mi papá? Debe de estar preguntándose por qué no he llegado. Lo conozco, es capaz de salir a la calle para esperarme.

—No vendrá, tranquilo —y volvió a besarla, pero Jimin volvió a empujarlo.

—¡Kook! ¿No me escuchas? Te estoy diciendo que mi papá puede vernos.

Jimin lo empujó por completo quitándoselo de encima. Jungkook se sentó frente al volante y soltó un suspiro de fastidio. Jimin se acomodó la camisa y se arregló el cabello, dando por terminado la sesión de besuqueo. El pareció en algún momento decepcionado.

Lo Que Fue No Sera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora