La cita Part2 (10∆)

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Holaaaaaaaaaaa,me acaba de llegar la luz xd

Espero les guste el capitulo.

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—Porque se murió...

Taehyung palideció, sintió el pecho comprimírsele como en un puño y no pudo decir ni una palabra. Se encogió de hombros y se sintió fatal. Hoseok no se veía alterado en ningún aspecto después de contarle esa verdad tan personal. Taehyung pudo verlo a la cara por más tiempo, aún sabiendo que él ni siquiera le estaba prestando atención.

Giró el rostro hacia la ventana, pensando de prisa en lo que tenía que decir.

Qué palabras utilizar, cuando realmente no sabía nada de él. Se sintió como un torpe queriéndose meter en la vida personal de las personas cuando no la habían invitado, y ahora que le decían algo importante, no sabía cómo manejarlo.

Iba a decir algo, tenía que pedirle una disculpa. Volvió la cara a él dispuesta a darle su lamentable pesar, pero se topó con la sonrisa del pelirrojo, mientras le alargaba la mano entregándole lo que parecía ser un unicornio de papel. Taehyung se quedó estático y sin palabras, observando la figura de papel y después observándolo a él.

—Dime que ves —meneó el animalito de papel de un lado a otro frente a el—. Me doy un tiro si crees que es un perro.

Taehyung lo tomó en las manos con delicadeza, observando la figura con detalle. Levantó la vista para encontrarse con sus ojos negros, pensativa; él parecía tan tranquilo y satisfecho con su creación, como si nada lo perturbara. Taehyung vio que el chico estaba completamente relajado después de contarle una tragedia como aquella y no supo cómo interpretarlo. Lo único que pudo hacer fue devolverle la sonrisa.

La camarera llegó con los dos platillos repletos de comida. A Taehyung se le había olvidado el hambre cuando él le empezó a contar de su familia, pero el olor de la comida recién hecha, le devolvió el apetito en menos de un segundo.

No intentó hablar más del tema familiar con él. Por algún caso, él tampoco retomó la conversación, así que Taehyung pensó que era mejor si se mantenía al margen.

Hoseok vació casi toda la salsa de tomate sobre sus patatas, se las metía a la boca y levantaba el rostro, como si estuviera muy orgulloso de su hazaña. A Taehyung eso le causó tanta gracia. En un momento, mientras lo contemplaba comiendo tan gustosamente, pensó que tenía el aspecto de un niño pequeño. Sus delicadas facciones, le daban la impresión de tener menos edad, y después, hacia aquellas muecas con la boca, denotaba el chico juguetón que interiormente era.

Para terminar de borrar la tensión previa, Taehyung le había contado un poco sobre su hermana menor y la manía de ésta por hacer todo a perfección. Hoseok le había dicho que sus hermanos mayores también actuaban como desquiciados, eran tan enojones entre sí, que una vez llegaron a imponerse la ley del hielo, y para su pésima suerte, le había tocado a él ser el mediador, que daba y traía los recados de uno al otro. Taehyung se había reído tanto con cada detalle que él le contaba, que algunas personas fisgonas se habían virado a observarlos.

Taehyung se estaba reponiéndose de una carcajada, que ni se dio cuenta cuando alguien se paró justamente entre el y el pelirrojo, pero cuando dio con la persona de quién se trataba, respingó sorprendida.

—Hola Taehyung, ¿te acuerdas de mí?

—¡R-Rose! —abrió los ojos en sorpresa y enseguida le sonrió.

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