14∆

81 9 0
                                    

Holaaaa,espero les guste este capitulo.

La sorpresa de Taehyung fue cuando notó que el coche había girado hacia la carretera que daba directo a los límites de la ciudad. Sólo podían ser dos cosas, o iban a cruzar la frontera o se dirigían a la playa. La excitación de estar alejándose con él a un lugar lejano volvió a impregnarlo. Tragó saliva, pero no hizo ninguna pregunta.

El coche giro hacia un camino de tierra y Taehyung adivinó a donde se dirigían. La brisa del mar entró por la ventana, causando que la piel se estremeciera con el frío. Taehyung giró a verlo por un momento, preguntándose qué era lo que estaba pasando por la cabeza en ese momento, a lo que él respondió con una sonrisa, pero sin decir nada.

Se detuvieron sobre el asfalto, que separaba la carretera de la playa. Jung-Kook fue el primero en bajar. Taehyung dudó un momento en seguirlo, aunque reaccionó y bajó del coche. La brisa le cayó de golpe sobre el rostro y aspiró el aire álgido, haciéndole estremecer cada fibra de la piel. El mar tenía olas grandes, que bajo el resplandor de la luna se veían bestiales. Notó que Jung-Kook a unos metros de distancia también se saciaba de la brisa fresca. Llevaba una sudadera color vino y se subió la capucha a la cabeza para cubrirse. Cuando él se giró y se topó con su mirada, Taehyung se sobresaltó y desvió los ojos de nuevo al mar.

A pocos segundos Jung-Kook ya estaba frente a el, interponiéndose con la vista al mar.

—¿Tienes frío? —quiso saber el ojiceleste.

Taehyung negó con la cabeza, dándole una débil sonrisa.

—Creo que ahora si podemos hablar sin preocuparnos por quien puede vernos.

La sonrisa de Jung-Kook lo hizo estremecerse.

—A-Ah, sí, es c-cierto —dijo con nerviosismo.

—Quería hablarte sobre, lo que pasó ayer en tu casa —dijo él mirándolo a los ojos pero con cierta inquietud al expresarse—, pensé que tal vez tú no sabes que es lo que realmente pasa, y quizás yo estoy confundiendo más las cosas, es por eso que estoy aquí, para decirte, por qué pasó lo que pasó.

Taehyung se agarró ambas manos juntándoselas sobre el pecho. Bajó la vista al suelo. Estaba listo, se lo había repetido muchas veces, que fuera lo que él fuera a decirle, lo aceptaría, por más que lo hiriera con sus palabras, iba a aceptarlo como era.

—¿Taehyung? —susurró al verla meditando en silencio.

—Está bien —levantó la cara para mirarlo— puedes decirlo. Voy a entenderlo.

Jung-Kook se quedó sin palabras. El se veía tan frágil en ese momento, pero a la vez parecía más fuerte de lo que alguna vez lo hubiera visto. Jung-Kook dudó, las palabras se le atoraron en la garganta y la inquietud se apoderó de él, por un momento olvidó lo que iba a decirle. ¿Frustración? Sí, tal vez se trataba de eso, el estaba revolviendo su mundo nuevamente y no podía controlarlo. Pero se preguntaba, ¿por qué sucedía sólo con el? Se estaba haciendo tarde para conseguir una respuesta. Taehyung estaba allí, no había como retrasarlo más tiempo.

—Es algo, que… no sé cómo explicarlo… —tragó duro, pero mantenía los ojos prendidos a los del Kim—, sé que estoy rompiendo la promesa que hicimos esa noche, en tu apartamento, tal vez no debería decirte nada de esto, pero… no puedo pretender más tiempo que no está pasando.

Taehyung no pudo apartar la vista de él mientras su corazón latía con fuerza. Podía leer que en su mirada se dibujaba la frustración, de no poder ocultar más esa verdad, y estaba temerosa en escuchar la verdad, por más que la deseara, lo asustaba.

Lo Que Fue No Sera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora