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Me van a odiar aquí.

Su respiración se agitó, estaba desistiendo de su promesa tan fácilmente, sin haber comenzado aún.

Se separó lentamente de ella para verse de frente, en sus ojos se reflejaba la incertidumbre, pero lo que a Jimin más le llamó la atención, fue que en su mirada se leía el temor.

Jungkook lo detuvo por los hombros, dejando que cierta distancia los separara. No quería aceptar el hecho de que no podía apartarlo de su vida. Jimin significaba muchas cosas para él que simplemente no podía borrar de la noche a la mañana. Pero también sabía que todas esas emociones podían ser una trampa de sus propios sentimientos, así que iba a impedir que lo confundieran.

Esa iba a ser la última oportunidad, para ambos.

—Jimin, ¿tú, me amas? —lo soltó de inmediato.

Esa pregunta se clavó en la mente del Park como una daga, dejándolo pasmado y sin movimiento. Reconoció como esa voz exigía con desesperación una respuesta, y sus pupilas dilatadas que se alarmaban con la consternación de conocer la verdad. Era algo nuevo en Jung-Kook que no había visto nunca antes.

Pero no pudo mentirle, pese a que sus ojos oscuros le imploraban una única respuesta, lo que el no había podido lograr decir en casi seis meses de relación. No pudo disfrazar la verdad, así que simplemente no pudo responder.

Una mueca de dolencia cubrió el delicado rostro de Jimin y sólo apartó la vista de él.

Jung-Kook apretó los labios, sintiendo una sensación quebrantable que amenazaba con destrozarlo por dentro. Lo sabía, la última oportunidad, se había esfumado en ese mismo instante.

—Sólo necesitaba confirmar lo que presentía… —susurró el Jeon.

Jimin temió encontrarse con su mirada, sintiéndose fatal por no poder responder, pero finalmente alzó la vista, encontrándose a Jung-Kook estoico, parecía otro. Abrió los labios y quiso acercarse más a él, pero lo atacó un terrible sentimiento al ver que le estaba fallando como novio, así que simplemente no pudo tocarlo, más no podía dejar las cosas sin una explicación.

—Tú… eres muy importante para mí, te quiero… sólo, dame un poco más de tiempo para poder decirlo…

—Ya no quiero estar contigo.

—No digas eso…

—Quiero que terminemos.

Jimin expandió poco a poco más sus orbes, reaccionando tardo a lo que había escuchado.

—J-Jung-Kook.

—Es todo lo que vine a decirte.

Jung-Kook le dirigió una última mirada impregnada de decepción y de un agraviante dolor. Giró sobre sus talones, obligándose a alejarse de el,ahora sí, de una manera definitiva.

Jimin aún estaba impactado con la declaración, impidiendo a la vez que su cabeza lograra reaccionar a los hechos, asimilando torpemente el significado de sus palabras. Él había dicho terminar.

Poco a poco fue entendiendo la situación y sintió una fuerte opresión en el pecho. El no deseaba acabar su relación con él, nunca le pasó por la cabeza el romper. Pero, Jung-Kook si lo había pensado, ¿había venido dispuesto a terminar con el? Desde el momento en que tocó a su puerta, para él el reloj empezó a correr, sólo para contar los segundos que culminarían con su relación.

Pero, Jinin no quería culminar nada.

Con la lentitud de las emociones que estaba experimentando, se obligó a seguirlo. Corrió a él y lo jaló de un brazo para hacerlo girar.

Lo Que Fue No Sera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora