Vacilandose La Cita de Froy

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Teresa

—¡Weeenas! —abrí la puerta del apartamento de Froy con una de mis llaves, de hecho, todo el combo peligro tenía una.

A ése lo van a venir robando y nadie va a ser, se acordarán de mí.

—Teresa, amor ¿Cómo estás? —la mamá de Froy apareció por la puerta de la cocina con un plato de tres sándwiches y un litro de jugo.

—Bendición Helen, todo fino —la abracé.

—Dios te bendiga, corazón —Su mamá estaba clarish que tanto a Lily y a mi nos echaba la bendición, ay, que bella vale— ¿Te ofrezco algo de beber? ¿Un jugo? ¿Un refresco?

—No chica, no le pares —negué— ¿Dónde están los carajitos? Alicia mandó un libro que le compró a Ella en México y yo le traje dos R4 a Cody para el DS. Pilas que el avioneta de Froy no se agarre uno porque ése compró bastantes allá.

Saqué los peroles de mi cartera y se los extendi.

—Dejé a Ella en casa de una de sus amigas de la escuela, hoy tienen una pijamada —comentó— y bueno, los hombres de la casa están abajo, justo iba a llevarles la merienda.

Ése mmaguevo de Froy, todavía le pregunté dónde estaba y me dijo que en su casa.

—Yo te hago la segunda, anda a ver la novela ¿Sisa?

—Por eso amo tus visitas y las de Alicia, siempre tan eficientes —me extendió el plato y el litro de jugo— si puedes dile a Cody que cuando termine, suba a hacer la tarea.

Asenti y dejé los corotos míos encima del mueble antes de salir del departamento y agarrar el ascensor hasta la planta principal. Entré al taller y en efecto, ahí estaban los dos carajitos debajo del carro de Froy arreglandole algo seguramente mientras los otros trabajadores estaban que si reconstruyendo motores o apilando los cauchos nuevos.

—Meteoro, Chispitas —llamé la atención de esos dos— su mamá les mandó la merienda.

Lo que vi lo habré visto ya millones de veces pero no por eso dejará de parecerme arrechamente tierno. Los dos sacaron las manos para sujetarse de la parte exterior del carro y salir deslizándose sobre sus patinetas en donde siempre se acostaban para meterse bajo los carros. Ambos andaban bien cochinos, cadarosos y bien gediondos a tuerca y acerrín, el oberol de mecánico lo traían como si es que se hubiesen estado arrastrando todo el día y ni hablar de lo espelucados que andaban.

Bro's Goals

—Estupendo, me estaba muriendo de hambre —Cody me hizo un guiño— A eso le llamo producción, bebé.

En lo que iba a agarrar uno, Froy le dio un coñazo con su bandana.

—Ve a lavarte las manos primero.

—Pero... —le hizo esos ojitos piciosos.

Froy sentimientos de hielo Gutiérrez le puso los ojos en blanco.

—Cody... —advirtió— ahora.

El carajito suspiró pesadamente y fue al baño que tenían en la planta. Froy se quitó la bandana azul que traía para limpiarse las manos con eso.

—¿Podrías al menos no mirarme como la peor persona del mundo?

Rodé los ojos.

—Marico, entiende —le dije— me estaba vacilando un fancy maratón de todas las películas del Zac Efron con el papi Bourne mientras mami y mi tía andaban en el centro saqueando boutiques antes de que tú me llamaras como si es que te estuvieras cagando, no tenías papel y ya se te estaba saliendo el mojón.

Just The Way You Are || Dylan O'Brien #VGA2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora