Visitando a la ex

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Teresa

Bro, no sé si es que a mi me gusta pasar mis arrecheras por puro gusto o es que a Thomas le gusta vivir la vida de un suicida, pero aquí estabamos los dos aún metidos en el carro, estacionados frente a la casa de la ex del guevón éste aún cerrando alguno que otro pensamiento interno, no sé qué esté pasando por la cabeza de Thomas, pero por la mía está sonando un disco rayado el cual me repetía una y otra vez la misma vaina: mala cizaña, deja la maña con la voz de mami.

Okay, la clave era no ser la primera en buscar un peo y comportarme como una gente decente. Coño, ta difícil.

Yo estoy clara que Thomas a mi me ama con todo y mi lado ordinario, pero ajá, hoy no es el día de sacar lo boleta, Teresa.

—¿Vamos a quedarnos aquí como los propios estúpidos o nos vamos a bajar de ésta mierda? —le pregunté— porque se me está congelando la qk.

Se supone que mi teatrito empezaba con la gente aquella, con Thomas yo podía ser todo lo boleta que quisiese.

—¿En verdad no tienes problemas con esto? —levantó una ceja.

Me encogi de hombros.

—Sólo vamos a tomar el té, ni que fuese la gran vaina, Brodercito.

—Brodie —me fulminó con la mirada— ¿Sabes? Aún no entiendo porqué luego de dos años sigo corrigiendote si sólo lo dices para molestarme.

Le hice un guiño.

—Que lindo que me conozcas tan bien —le sonreí ordinariamente enseñandole todos los dientes— pero ya, en serio, relajate que yo vengo en son de paz, cero buscar peos.

Él me miró con los ojos entrecerrados dudando de toda esa oración.

—¿Quién eres tú y qué hiciste con mi novia?

—Elwebo Enmascarado, gafo —rodé los ojos haciéndolo reír— ¿Vamos a ir sí o no?

—Está bien, está bien —levantó las manos en son de paz— pero una última cosa antes...

Suspiré con ladilla.

—¿Ahora qué querei?

Su mirada picara lo dijo todo. Así que un par de minutos luego de haberle dado un beso a lo Dementor, nos bajamos del carro.

Empezamos a caminar hacia la entrada, entonces él tomó mi mano enguantada para tener más seguridad.

Tocó el timbre. Nawebona de gente patriota, el bicho ese tenía el tonito del himno de Inglaterra.

Bueno, Teresa. Hora de montar el show, mrk.

A comportarse como una dama, nada de andar boleteando.

Ay no, esto va a ser tipo en mi primera comunión, coño. Aunque, esa ni debería contar porque una de las monjas que estaban ahí en la iglesia me estaba ladillando porque me estaba quedando dormida en plena misa y vengo yo de marginal a decir "¡Que viva er diablo!"  Nada más por pura arrechera porque la vieja loca me había despertado de mi vaina.

Nawebona, la coñaza que me dieron fue épica, primera vez que mami me agarraba a coñazos con una pala de jardín. Ese dia me dejó tatuado el hierro e' mierda ese en la espalda.

Me puse alerta al escuchar pasos entaconados aproximarse al recibidor. Apreté la mano de Thomas por puro autoreflejo.

—Tranquila, Honey... —me dio una pequeña sonrisa.

Con ése simple gesto, sentí menos nervios, de pana que no sabía que estaba reteniendo aire hasta que solté un buen suspiro.

La puerta se abrió dejando que se asomara una señora unos años más vieja que mami con un lindo vestido y el pelo rubio recogido. Tenía unos ojos avellana enmarcados por el delineador y unas largas pestañas negras.

Just The Way You Are || Dylan O'Brien #VGA2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora