Just The Way You Are || Dylan O'Brien #VGA2

¿Culpable o inocente?

Teresa

«It's so hard to be something where you're not...»

Arrugué la hoja en mis manos y la lancé al piso con frustración.

Llevo horas con el culo pegado en el sofá del estudio de la casa de Thomas con su guitarra en mi regazo y aún no lograba organizar mis ideas para la canción perfecta.

Y les juro que si no conseguía un mmaguevo verso en las siguientes horas, haría el remix de la canción Chávez Corazón del Pueblo.

Pensándolo bien, creo que no me quedaría malo.

«Vive tu vida, dale alegría, escucha bien lo que te estoy diciendo, viviremos, y venceremos, ¡Teresa corazón del pueblo!»

Ay no, asco. Necesito dormir.

—Honey, necesitas un descanso —Tom entró a la habitación con su pijama de franela puesta y los pies descalzos— terminarás por volverte más loca de lo que ya estás.

—Son tres días, Tom —le recordé— ¿Quién coñoelamadre compone una canción en tres días?

Entornó la mirada.

—Tess, has compuesto canciones en tres horas sólo porque sí.

—¡Pero no estaba bajo presión! —le recordé— sabes que me vuelvo un culo bajo presión, Amorcito. Además... —me mordí el labio inferior un poco avergonzada— ésta es diferente, quiero que sea diferente...

Frunció el ceño con diversión.

—¿Porqué? Tus canciones son increibles, Honey.

Ay, cosita inocente.

—¿Acaso tienes una idea de cómo esto podría dar inicio a mi carrera? Tom, si a Scooter Braun le gusta mi canción, esto puede abrir muchísimas puertas.

—Amor, amor... —llamó mi atención tomando mi cara entre sus manos— puedes hacerlo, créeme. No hay nada que no puedas hacer y siempre estaré ahí para ayudarte.

Suspiré.

—Ya lo sé, pero...

Sonrió.

—Entonces basta de carcomerte la cabeza en eso y deja que todo fluya —besó la punta de mi nariz— anda, yo mientras te traeré algo de la cena...

Entonces caí en una vaina.

Cerré mis ojos acariciando mis sienes.

—Coño, hoy me tocaba cocinar a mi... —me acordé— sólo dame un chance, Osito Pooh, recojo esto y...

Rió ligeramente.

—Ni hablar. Soy consciente de lo ocupada que estás así que hice la cena —se levantó del sofá— si quieres aguarda aquí mientras yo subo la comida.

—¡Thomas...! —me quejé, él sabía que no me gustaba que me quitara responsabilidades.

—¡Thimis! —me imitó— tardaré un segundo. En serio.