Adiós...

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Alicia.

El vuelo a Los ángeles había aterrizado justo antes de que cayera la noche. Nos acompañaban toditos, nawebona. Mi vida consistía en un plan vacacional con estos mmaguevos que ni dejan a uno echarse un peo solo. Mi mamá e Ian nos recogieron junto a Jorjius quien tuvo que tomar un vuelo antes debido a reuniones que tenía pendiente, verga, al fin, cualquiera dice que se la pasa ocupado pero es más lo que ladilla a uno que lo que trabaja.

Estaba con los ovarios en la garganta puesto que mi mamá se iba a hacer cargo de Riley esta noche, por una parte estaba aliviada porque se quedarían donde tía Maythe y en esa mierda están más resguardadas que en Miraflores. Pero era la primera noche que tenía sin mi bebé y verga, la vaina pega.

Por otro lado, notaba a Dylan algo distante, como si estuviera ocultando algo, lo que me hizo recordar a aquella noche en la habitación de invitados de la casa de Bourne cuando dijo que necesitaba hablar algo muy serio conmigo.

Si, me habló del aborto que tuvo Britt y lo mal que ambos la estaban pasando. Pero a parte de eso, lo había estado notando extraño. Como si no se mereciera mis caricias o mimos, algo ocultaba, Dylan era terrible diciendo mentiras.

—¿En qué tanto piensas? —me preguntó Julia acercándome un juguito de caja mientras ella tenía una copa de vino en su otra mano— siento que no puedas tener una muy alocada noche como Dios manda, nena. Pero recuerda que estás lactando.

Sonreí suavemente.

—Soy consciente. Gracias por preocuparte, cuñis.

Tomó asiento junto a mi en el mueble. Llevaba una de las camisas de béisbol de Dylan al igual que yo y un mono de pijama. Las muchachas querían hacer de mi despedida de soltera una pijamada ya que el frío de la noche no me hacía nada bien en mi estado.

—¿Dylan ya se fue? —pregunté checando la hora en mi teléfono.

—Hace media hora Froy y Ty vinieron por él y se lo llevaron con los ojos vendados —señaló hacia ningún lugar en específico— con el dinero de los Harries y con los Mexicanos comandando la noche, que no te sorprenda si te lo entregan en calzones mañana por la mañana.

Me reí aunque para mis adentros me dije que más le valía a esos coñoemadres traerme al macho mio enterito o yo misma les cortaria el webo uno por uno.

Las primeras en llegar hablan sido mis tres fantásticas, acá Holly, mi china terrorista y la vidrio.

—¡Activa en la pista, marica! —exhibió una botella de Centauro delante de nosotras.

Adivinen el personaje.

—Manten esa botella alejada de Jules —le advirtió Holland— la última vez que esa criatura probó ese tipo de licor, le bajó el ligue al hermano de Vania.

Julia la miró con diversión.

—El sazón venezolano es poderoso, pero no le gana a la labia O'Brien, mi reina —le hizo un guiño.

vERGA.

Bueno, mentira no era.

Arden se acercó a la estantería y escogió uno de los CD's de Little Mix para poner chévere el ambiente. Julia y yo habíamos comprado bastantes pasapalos a excepción de los Tequeños, esos si los tuve que hacer yo porque acá los que venden saben a cartón.

El timbre sonó a los quince minutos.

Entren que caben cien —Bea pasó bailando y con unas bolsas encima.

Cincuenta parado y cincuenta de pie —Vee y Vania les siguieron la vaina.

Verga, Venus venía armada hasta la madre de puras botellas nawebona. Y Vania, weno, lambucia siempre, esa venía arrastrando tremenda bolsa.

Just The Way You Are || Dylan O'Brien #VGA2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora