Capítulo 14

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-Veamos, un celular, un ipod, unos pendientes, un collar de plata .... No te puedo ofrecer más de 220 dólares, tómalo o déjalo - dijo el empleado de la casa de empeño.
-¿Nada más?
-No, tengo que ganar algo yo también.
-Vale.
Salí de la tienda un poco decepcionada, es muy poco para pagar a Sofía. Necesito más dinero pero ¡qué más hago!
Fui a una cabina y le mandé un mensaje a Sofía, solo decía lo siguente:

Estimada Sofía,

Sé que no hemos hablado mucho y que apenas te pude cancelar la penúltima cuota por tus servicios de entrenamiento, sin embargo ahora me encuentro pasando por una situación muy difícil de solvencia económica por lo que quisiera pedirte que me entrenes. Yo te pagaría después de la competencia si gano y si no, te lo pago en el trascurso de este y el otro año. Eres mi última esperanza Sofía.
Agradezco tu tiempo y espero ansiosa tu respuesta.

María José Garzón

Enviar.
Sabía que era lo único que podría hacer pero igual tengo que conseguir dinero para pagarle lo que le debo e ir juntando también para disminuir el estrés que debe estar pasando mi papá para que podamos comer mientras tanto y pagar los servicios.
Podría tener otro trabajo pero no tendría el dinero tan rápido como quisiera.
¡Qué más puedo vender!
Con la idea en mente salí de la cabina y divague por rutas diferentes para llegar a casa pero nada parecía útil.
Llegué a un night club, aparentemente en ella había gente con plata porque la fachada estaba pulcra pero con imagenes sensuales de mujeres, una morena con buen cuerpo estaba en la entrada repartiendo volantes.
Se me acerco, me dió una sonrisa pícara al tiempo de que me entrega un folleto.
Mañana habría una competencia de pasarela en lencería y la ganadora se llevaría 250000 dólares.
-Y... ¿Te animas a participar? - dijo la morena.
Miré a la joven, no hay forma que pueda competir.
-No creo que esté al nivel de las otras competidoras.
-Bueno... Para mi eres una chica muy guapa- me guiñó el ojo.
-Pero...
-Vamos mujer, no pierdes nada intentandolo.
Ella tiene razón, tengo que por lo menos asegurar algo para dale a Sofía y que me entre, ya que el torneo es en 55 días y la final 3 días después por lo que podría salvar la casa con el premio de 30000 dólares.
-Lo haré - grité
-Ve al fondo del night club y dile a la cantinera que quieres inscribirte guapa- guiño again.
La música se escucha tan fuerte pero el bullicio masculino que entre silbidos y voces me hizo recordar a una manada de lobos hambrientos comunicándose para atacar.
Traté de pasar lo más rápido y desapercibida posible por lo que me fui por la zona donde menos gente había, exacto, al lado opuesto las bailarinas de pole dance.
Llegué exitosamente a la cantinera. Era una chica blancona, con cabello negro, llena de tatuajes que le daba un aspecto de ruda pero no quitaba la belleza que tenía.
-¿Qué te sirvo, peliazul?
- Nada, quiero entrar al concurso- dije mostrando el flyer.
-Mmmmmm, eres bonita pero no tienes actitud para entrar.
-Pero en serio quiero entrar al concurso.
- Está bien, si pasas mi prueba te dejaré inscribirte.
Sudaba frío, no sabía que me podría pedir que hiciera.
-Ves esa barra de pole dance vacía, pues si logras que por lo menos 5 chicos vayan a tu barra, yo te dejaré inscribirte, sino, vete por donde llegaste. - Dijo la bartender acercándome un antifaz.
Maldición esto es peor de lo que me imaginaba, no sé subirme al pole y nunca he sido buena en deportes pero necesito el dinero.
- Al Yolo- dije
Cogí el antifaz y me dirijí a la barra. Esta se fue alumbrando, pero de una manera tenue, en un tono de color rojo.
Pusieron Company de Tinashe.
Como tenía un crop blanco y un short jean por lo menos podría pasar como alguien provocativa pero las demás chicas tenían un cuerpo muy bien definido con grandes pechos.
Vamos Poché, concentrate.
Seguí la música con mi cuerpo imaginando que era una coreografía, para pensar que nadie me estaba mirando, me bajé un poco más de lo debido al antifaz y dejé que mi cuerpo siguera la música.
Nunca me subí a la barra pero la usé como apoyo para darle más erotismo a mis movimientos.
Seguí con la pequeña coreografía que me salía hasta que siento que algo roza mi cuerpo, lo ignoro al incio pero cada vez se hace más continuo.
Me subo el antifaz y vi a 10 chicos con la misma mirada lanzandome billetes.
La canción acabó y la bartender me ayuda a abrirme camino entre la multitud hacia un pequeño cuarto cerca a su barra.
-Vaya, eso fue sorprendente- dijo ella- Estás dentro, por cierto, mi nombre es Matu. Con los cojones que tienes, te creo capaz de ganar esto, además que te veías super sexy.
Los aspectos que se evaluaran están en este formulario.  ¿Con que nombre te inscribo?
-¿No puede ser mi nombre real?
-Sí puede ser pero créeme, es mejor mantener tu identidad secreta, nunca se sabe que son capaces de hacer esas bestias de allá fuera.
-Pues no se me ocurre ningún nombre ahora.
- ¿Qué te parece llama azul? Porque allá arriba con esa luz hiciste arder a todos.
-Mmmmm... Vale.
-Entonces, bienvenida a la competencia.

La Copa - Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora