Capítulo 18

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La pastelería a andaba calientita pero muy silenciosa, solo la luz sobria del cuarto del horno estaba prendida.
-¿Quién anda ahí? - dijo una voz a lo lejos.
-Soy una trabajadora, mi turno empieza a las 6 por eso decidí venir antes.
-Yayaya solo no haga bulla y aléjate de mi horno.
-Vale vale cranky men - dije bajo.
Ignoré su mal humor y me fui a la mesita más cercana y me senté. Como no tenía alarma necesitba temporizador que estaba en el cuarto del horno o sino me quedaría dormida.
¡Ahora cómo hago para llegar hasta él! .
Entre debatir las formas de secuestrar el temporizador y calcular las horas que podría dormir, la silla cada vez se sentía más cómoda y más....

-Interesante forma de trabajar, María José.- dijo mi jefa.
- Esto, jefa yo...
-Nada María José, esto demuestra mucha falta de compromiso de tu parte.
-Discúlpeme jefa, no se volverá a repetir.
-Necesito gente comprometida que me ayude a hacer crecer este negocio.
-No se volverá a repetir- lo dije con lágrimas en los ojos.
-Claro que no se volverá a repetir..
- ¿Qué quiere decir?
-Estás despedida, coge tus cosas y vete de una vez.
-No porfavor, necesito este empleo.
-Ya tomé una decisión, deja tu delantal en la mesa y marchate.

Tin tin
NOOOOOOOO!!!!!
Me levanté de golpe y con lágrimas en los ojos, ese sueño se sentíamuy real. Al parecer el ruido provenía de el temporalizador, pero¿ cómo?  Si yo nunca fui a la cocina.
Bueno, no importa.
Según el reloj eran las 5:50 am así que empecé a barrer moviendo la cola de un lado a otro junto con mi escoba.
De pronto me sentía que estaba bailando en el vip y la escoba era aquella chica linda de la discoteca.
Daniela.
-Interesante forma de bailar, tienes talento para eso pero mujer no hagas tanto polvo barriendo. - escuché a mis espaldas.
-Jefa, disculpe, seré más cuidadosa, lo prometo.
-Andas rara.
Cómo le digo que dependo mucho de este trabajo hasta que gane el campeonato o eso espero.
-Como sea, me sorprende lo temprano que llegaste a trabajar, me gusta, tienes potencial... Para el baile- dijo mirandome detenidamente un segundo,me sonrojé y mi jefa lo notó y se fue a la cocina.
El día transcurrió con tranquilidad, sin embargo, tenía que salir pronto del trabajo para reclamar mi premio.
-Jefa- toqué la puerta.
-Pasa-dijo cortante.
-No quiero interrumpirla pero necesito salir un momento, tengo una pequeña emergencia.
- ¿Y se puede saber cuál es?
- Mi madre está muy enferma y quisiera visitarla- lo siento mamá pero no se me ocurre otra idea.
-Mmmm... Y ¿por qué recién me avisas?  Y ¿no puedes ir terminando tu turno?
-Lamentablemente no, hoy tendrá un examen y no quiero dejarla sola.
-Vale pero acaba eso y vuelves, acabo de hacer el balance de este mes. Las ventas no han crecido mucho y eso me preocupa ya que estamos con mucho gasto por el nuevo horno.
-Volveré lo antes posible.
Salí de ahí antes de que se pueda arrepentir.
Corrí a todo poder pero estaba cerrado el local, lo rodé y vi una pequeña puerta terminando la pared.
Estaba a punto de tocar hasta que escuché una discusión. Por el tono de voz de las personas involucradas era fuerte y muy acalorada.
-Maldita zorra, acaso te estás burlando de mí, escoria- se escuchaba.
- No, yo.... - trato de decir una voz femenina.
-Así que eras una puta cualquiera, qué pasaría si tu padre se entera de esto, de seguro te deshereda.
-No le digas nada, por favor.
-No estás en posición de pedirme nada- sonó como si le tirara una cachetada.
-Dame el dinero del premio ahora o quieres que llame a tu papi, quizás el me de más dinero si guardo el secreto.
-Noooo
-Callate- patadas.
Ya no podía soportar y entré, sabía que esa voz era de... Afrodita.
-Déjala en paz o llamo a la policía e hice un ademán de sacar algo de mi casaca.
-No lo creo- agarró un puff y me lo tiro, me cubrí con el bazo pero igual me dolió.
- Otra zorra más, al parecer tendré doble ganancia hoy. - acercandose.
Maldición, por entrar apurada no cogí ningún arma.
Esta vez lanzó una silla hacia mí.
-No te escaparás tan fácilmente- fue a la barra y cogió un cuchillo.
-Yo estaba a 3 metros de él corriendo frenéticamente para aumentar mi distancia.
¡Qué hago! , piensa, piensa.
De pronto vi mi salvación, la alarma de incendios está cerca a los vestidores del segundo piso, yo estaba más cerca pero él es veloz, me puede alcanzar fácilmente y llegar antes que yo.
Ya sé, tengo que provocarlo para que me siga y así Afrodita pueda encender la alarma.
Busqué la mirada de Afrodita y le indique con los ojos la alarma, espero que me entienda porque seguía tirada en el suelo por el dolor.
-Alcanzame si puedes pito pequeño o eres una gallina.
Corrí como loca hacia los tubos y el me siguió.
-No escaparás viva de aquí.
-Así, solo sabes hablar, charlatán.
Por no mirar me tropecé con el cable del sonido. Él llegó hasta donde estaba y levantó el cuchillo.
-Dime tus últimas plegarias perra.
-Vete a la mierda - tiré una patada en la bolas y el sonido de la alarma se escuchó .
Él retrocedió del dolor.
-¿Qué hiciste?
-En unos minutos llega la policía.
-Malditas, me voy pero sé dónde encontrarte Juliana.
Y se fue por la puerta donde entré.
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Nota :
El sgt capítulo seguirá desde la perspectiva de Poché

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