Capítulo 19

1.7K 68 4
                                    

Los bomberos y Mattu llegaron 5 minutos después que el abusivo se fuera.
-Señorita, la alarma de incendios no es juego, tenemos que estar atentos para casos reales.
-Disculpe bombero pero un maniático nos iba a matar, fue horrible-lloré.
- Yayaya, entiendo solo que hoy solo hemos recibido falsas alarmas por lo q andamos un poco de malas.
-No se preocupe señor, lo entiendo.
-Chicas, lo siento, tuve que salir y fui muy descuidada en dejar el local a Afrodita- dijo Mattu en un hilo de voz y con una cara muy apenada.
-No es tu culpa, él maldito forzó la puerta ya q sabía que estaba ahí, al parecer le había puesto un GPS a mi cell- dijo Afrodita tratando de calmarla.
La ambulancia llegó 2 min después.
A Afrodita le pusieron un collarin y la subieron a una camilla, a mi ofrecieron otra camilla pero la rechacé  para ir con ella.
Mattu todavía tenía que hacer unos papeleos con los bomberos y esperar a los policías así que no habría otra forma de acompañarla.
Llegamos al hospital y todo parecía que iba en cámara rápida, enfermeros corriendo, niños llorando en un pasillo al son de las sirenas.
-Nos bajaron y una secreteria, creo que su nombre era Andrea, junto con el doctor de turno hicieron preguntas a los paramedicos llevandose a Afrodita y me derivaron a una salita donde me volvieron a preguntar si quería hacerme unos exámenes para corroborar que todo estaba bien, no acepté porque no tenía seguro y mucho menos dinero para pagarlo.
Fui a preguntar a Andrea en que cuarto pondrían a Afrodita pero como no sabía su verdadero nombre, no me  entendía. Ni modo, tendré que apañarmelas por mi misma.
Caletamente, subí a las cuartos de los enfermos y empecé a ver por las pequeñas ventanitas de la puerta si alguna paciente era Afrodita.
Creo que pasó 50 minutos o más hasta que llegué al tercer piso, ya sin esperanzas de encontrarla.
¡No te rindas María José,  tenemos que verla! Puerta 302, espero que ahí esté- en tono de súplica.
Chequié y ¡ahí estaba! Tenía algunos cortes y golpes que recién divisaba.
Toqué la puerta.
Una voz ronca me dijo: Pase.
Entré y le abracé.
-Auh.
-Discupa.
-No te preocupes, solo que hace poco salí de una operación.
-Disculpa, volví a repetir entre pequeños sollozos y sentandome en una sillita a lado del ventana principal del cuarto.
-No te preocupes pequeña, pero
Uff por fin solas- exclamó Afrodita.
- Viva y ahora por fin podremos descansar, solo que tengo unas cuantas dudas rodeando mi cabeza pero no te quiero incomodar.
-Sé lo que me preguntarás así que déjame contarte una pequeña historia.
-Dimelo luego, no deberías hablar.
-Tengo que decirte, quizás así entiendas lo que ocurrió.
Hace mucho tiempo, cuando yo tenía 12 años, me transfirieron a un colegio de ricos ya que mi padre acababa de firmar con una compañía de renombre ela cual era dueña de dicha institución por lo que le ofrecieron un cuarto de beca para mí , y ya sea de buena vountad u orgullo, me matriculó ahí. Yo no conocía a nadie, hacer amigos era un martirio, yo estudiaba en una privada de clase media, solía ir en bus a clases e ir no me importaba mucho que me ponía ni a que club pertenecer; sin embargo, este nuevo colegio era completamente opuesto, niños ricos con choferes personales que iban a actividades estracurriculares de etiqueta y pertenecientes a las mismas fraternidades en las que sus padres estaban.
Como adivinarás, yo era el bicho raro, y no solo con los alumnos sino que también con los profesores. Pasaban los meses y veía más delitos que eran tapados con dinero pero un 20 de setiembre , un chico apuesto se transfiere a ese infierno de oro, su nombre es George, guapo e inteligente pero muy vago. A los poco meses él formaba parte de los chicos populares, salía un montón y tenía muchas chicas detrás de él.
Por obligación de mi padre tuve que ir a una fiesta para 'integrarme mejor con los futuros dueños de grandes compañías' y fui a regañadientes.
Lamentablemente por esas fechas una crisis azotó el país y las inversiones de su padre cayeron por lo que ese sería el último baile antes de transaladarse de nuevo, no sé si esa fue la razón pero él tomó demasiado, tanto que para las 12 que era mi hora mínima para que vuelva me lo topo junto por un arbusto, apenas se podía levantar y todo el vómito estaba repartido entre el césped y sus zapatillas.
-Hola belleza- me dijo- qué hace una chica tan bella y sola en este lugar? Hip, quieres ir a mi casa?.
- De verlo me partí de la risa, el estereotipo perfecto de chico para la escuela estaba super sucio con un fétido olor a alcohol que emanaba de él y aún así trataba de gilear.
Tres segundos después George se calló de cara, después de una pequeña risa me empezaba a sentir mal por él ya que yo quisiera que me ayudaran si estuviera en esa situación.
No way, no hay forma que lo cargue, vamos tengo que pensar en algo. Lo jalé como muerto hasta los aspersores y lo encendí. Suerte que la fiesta era en la azotea para que nadie viera el barro que iba dejado.
A unos metros estaba una carretilla, así que con varios golpes en todo el cuerpo puede ponerlo y lo llevé a casa.
Mi hermana pequeña me abrió la puerta discretamente, ya que al parecer mis padres ya estabandormidos.
- Lo mataste - dijo ella
-No pequeña, solo está dormido.
-- Quieres que te ayude a matarlo? Sé dónde papá guarda su caja de herramientas.
-No Dani, sólo ayúdame a meterlo en el zotano.
-A la orden mi criminal mind.
Lo dejamos ahí y nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente me levanté super temprano para ir a verlo, estaba menos apestoso por lo que pude notar bonitos rasgos físicos.
Lo levanté.
-Si no sales en 5 minutos, me meteré en lios, así que apura.
Él desconcertado, solo atinó a salir por la puerta sin emitir palabra alguna.
La siguiente clase que tuvimos, me sonrió y me escribió una nota: gracias chica misteriosa.
Los días pasaron y más notas de él me llegaban por lo que poco a poco me empecé a enamorar de él.
Sin embargo, con el resto de gente el se empezaba a comportar más agresivo, en especial con los nerds del colegio.
No le tomé mucha importancia a eso ya que conmigo era un príncipe así que empezamos una aventura apacionada de la cual salí embarazada, cuando iba a decirle, un enviado de su padre mandó unos delincuentes a la casa que rompieron todo y dejaron un mensaje en mi computadora: si lo concives, todos morirán . Yo petrificada y con miedo que algo le pasara mi familia aborté.
Empecé a pasar por una gran depresión y él lo notó, no pude más y se lo dije. Así que con la ira del momento fuimos a su casa después de terminar clases, y planeamos cómo matarlo. En cada almuerzo o cena le poníamos cianuro, un compuesto químico que no deja rastro después de un tiempo y en la cena de su cumpleaños duplicamos la dosis generando su muerte.
Al día siguiente se armó un gran escándalo en las noticias: el jefe de AD Corporations y accionista de varias empresas había fallecido. Sin embargo, los forenses concluyeron que era por paro cardiaco producida.
Sin embargo, 3 días después falleció su madre por depresión.
George amaba a su madre pero ella me detestaba, entonces para sentirse mejor, él me empezó a tratar cada vez peor pero solo andaba conmigo porque necesita dinero ya que su padre no le puso nada más que su casa en herencua pero como el despilfarró todo su dinero en drogas y mujeres para no sentir la perdida de su madre, empezó a utiliza el dinero de mi familia y nunca me dejaba tener nada propio por lo que me convertí en Afrodita para trabajar y olvidarme de él. Lo peor es que no puedo negarme porque si la prensa se entera que la hija de un gran golfista abortó, es asesina y su cómplice era el mismo hijo de la víctima,mi vida y la de mi familia estarían arruinadas y nunca más podría ver a mi hermana.
Terminó su historia entre llanto.
No sabía que decir, nunca pensé que a una persona tan buena podría tener un pasado tan oscuro.
Fui a abrazarla y a secarle las lágrimas que no paraban de salir.
- Lo siento, no quería que te vieras involucrada en mi drama.
-Todo lo que importa es que tú estés bien y con vida.
Sonrió Afrodita.
-Gracias, en serio.
Volví a mi asiento porque me empezó a doler un poco las piernas, al parecer la adrenalina ya se había ido.
Escuché unos pasos a lo lejos y abrieron la puerta, era Dani.
Se abalanzó sobre su hermana con cuidado y con cara muy preocupada.
Al parecer no me vio e iba a salir si no fuera que me dolía mi cuerpo.
Después de explicarle todo recién senti esa mirada cálida de Danico como si recién se percatara de mi existencia.
Ella caminó lentamente hacia mí, me dijo algo en el oído y me besó.
‐----------------------------------------------------------------
El sgt cap sigue desde el enfoque de Poché

La Copa - Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora