Como Perros y Gatos [NCT]

El no es así

— ¿A qué rayos estás jugando, DongHyuck?.— Gruño el mayor molesto asustando al chico.


— Yo… A nada Hyung, yo solo…— Pero MinHyung estaba muy molesto como para dejarlo justificarse.


— Creí que realmente habías cambiado, creí que eras alguien bueno de verdad.— Los ojos del castaño se aguaron al oír eso.

— Yo no soy malo, Hyung, ni siquiera sé que hice.

— No te hagas el idiota, DongHyuck, ya no te sale el papel de víctima.

Sin saber por que las lágrimas comenzaron a salir de sus ojitos al oír eso. Él estaba hablando en serio. Él ya no quería ser malo, el era bueno.

— Hyung…— El azabache golpeó la pared junto al chico sintiéndose cabreado ¿Creía que iba a convencerlo con solo sus ojitos llorosos y labios temblando?

— ¿JaeNo o Yo, Haechannie?.— Impuso la decisión frente al castaño confundido.

— ¿Qué?.

— Debes decidir, no puedes tenernos a ambos.— El susurró de Mark lo hizo estremecer.

— No entiendo a que te refieres.

— Me refiero a que estoy harto de verte con el y no conmigo ¿Qué ocurre, bebé pudú? Creí que la pasábamos bien juntos.— Hyuck se desesperó cuando los húmedos labios de Mark coalicionaron contra su cuello. Tenía las manos apresadas entre las del mayor por lo que lo único que podía hacer era retorcerse en busca de alejarlo.

— Suéltame.— Rogó, su voz rota y entrecortada.

— No.— Mark presionó con más fuerza sus cuerpos y mordió el cuello de Jung para después succionar la zona y admirar la marca que había dejado.— Quiero que seas mío.

Hyuck sumo todas las fuerzas de su cuerpo y logró empujar al canadiense, librandose del agarre y corriendo lejos de el mientras las lágrimas no dejaban de salir.

¿JaeNo o Mark?

¿Ternura o peligro?

JaeNo. La respuesta era clara ahora.

El coreano le hacía sentir la seguridad y confianza que el otro chico le arrebataba con simples palabras. El amante de los gatos quería ayudarlo, lo quería a él.

HaeChan se limpio las lágrimas y con decisión comenzó a buscar al azabache entre toda la fiesta al azabache.

— ¡JeNo! ¡JaeNo!.— Grito por cada esquina pero el mayor no aparecía.— ¡Jen…!

Dos pares de manos lo tomaron de sus brazos mientras lo alejaban de la gente, eran esas chicas que se habían encargado de hacer pedazos su autoestima el otro día.

— Tenemos algo que mostrarte.— Chillo la de pelo azul y lo empujó en dirección a un pasillo, donde se veían dos cuerpos entre la oscuridad.

— JaeNo…— Murmuró cuando vio al mayor reír junto a alguien de cabello rosado.— ¿Nana?

— Han estado juntos desde que lo dejaste en paz en la fiesta.— Le dijo la castaña en su oído.

El chico no quiso escucharlas, quizás su hermano y Lee solo estuvieran hablando de algo. Ellos jamás lo lastimarían. Confiaba en JaeNo y sobretodo confiaba en JaeMin.

— Mira, mira.— Para cuando HaeChan volvió a observar a la parejita, el pelirrosa tenía sus manos sobre las mejillas del mayor y tiraba de el hacia su rostro uniéndose en un dulce beso.

Un beso que partió el corazón de DongHyuck en mil pedazos.

Se alejó de la escena con las mejillas empapadas de lágrimas, quería volver a casa, con sus Hyungs, ellos tenían razón en no querer dejarlo venir.