Como Perros y Gatos [NCT]

Tres locos

—¡Rise and Shine YangYang! ¡Tenemos un novio muy lindo que cumple años hoy!.— Chillo Hendery abriendo las cortinas de la habitación de su novio menor descubriendo que aún estaba la luna en el cielo.

—Hendery, son las cinco de la mañana, deja dormir al prójimo.— Se quejó RenJun tirándole una almohada.— ¿Cómo te despiertas tan temprano?

—¡No puedo! ¡Estoy muy emocionado! ¡Mi Junnie ya se vuelve todo un hombre legal! ¡Y además me quedé a dormir aquí! ¡Es un sueño! Además, hay un viejo proverbio chino que rige en mi humilde familia : “Al que madruga, Dios le da más dinero”.

—No creo que el dicho sea así…por cierto, estás vetado de las pijamadas, roncas como cerdo.— Gruño el mismo, ya que JeNo aún dormía babeando su almohada.

—¡Hey! ¡Ni que quisiera volver a dormir con ustedes dos! ¡No quiero ni preguntar qué es lo que estaban soñando y por qué JeNo estaba murmurando el nombre de HaeChan tan seguido!.— Replicó con asco. 

—Tienes razón, no preguntes, nadie quiere saber eso.— Le dio la razón el castaño antes de volver a acostar.— Ahora váyanse a molestar a su otro novio y déjenme dormir.

—Bien, despertaré a Yanggie y nos iremos.— Refunfuño acostándose otra vez junto al chico de rulos.— Yanggie.— Susurró acercándose al rostro del menor.— Despierta bebé.— El castaño comenzó a batir sus pestañas para luego abrir sus ojitos confundido y estirar sus brazos.

—¿Hendy?

—Buenos días, mi amor.— Dijo suavemente inclinándose para besar su mejilla.

—¿Por qué no me diste un besito?.— Se quejó haciendo un puchero.

—Por que tienes un aliento terrible, lávate los dientes y te daré todos los besitos que quieras.— Lo regaño tomándolo de las manos y tirando de el para que se levanté y lo empujó dentro del baño que tenían en su cuarto.

Una vez que el menor salió, se acercó al azabache y lo abrazo por la cintura, recostándose sobre su pecho.

—¿Dormiste bien? Dijiste que era tu primera vez durmiendo en una cama de una plaza, además creo que mi remera te queda un poco pequeña, te dije que podía pedirle a JungWoo o a JeNo que te presten algo de ropa.— Señaló la prenda que el mayor había tomado de su armario y que dejaba ver parte de su abdomen, el azabache sonrió y se abrazo a la remera negra.

—¡Claro que dormí bien! Aunque hubiera preferido que me abraces a mi más que a ese Maldito muñeco de Woody.— El castaño río antes de elevar su rostro y besar suavemente al mayor.— Además, no es cuestión de que me quede o no, es que está remera tiene tu aroma, y me siento más cálido con ella, por cierto, ahora es mía, no la volverás a ver por un buen tiempo.

KunHang se abrazo al cuello del menor disfrutando del contacto que había extrañado los últimos días.

Junnie no lo había dejado solo, pero ya habían perdido la costumbre de ser solo ellos dos, les gustaba más estar los tres juntos, era más confortante para Wong  tener dos pares de brazos aferrados a su cintura. Le recordaba cuando no podía decidirse entre el Príncipe Felipe y el Aladdin.

YangYang era lindo y dulce como el príncipe de la bella durmiente, y su Junnie era hábil e inteligente como el príncipe de Jazmín.

Y el siempre había soñado con príncipes azules, y sus papás le prometieron que iban a conseguirle a él el príncipe más valiente e inteligente.

Y termino teniendo un principito valiente y un lindo príncipe inteligente.

—¿Nos vamos, Hendy?