¡Tíos!

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Luego de dos horas de desastre, la gran familia por fin se había sentado a la mesa.

Aunque eso solo significaba que seguían gritando, solo que desde la mesa.

— Y entonces Junnie me dejó montarlo hasta el centro comercial, por que a él le gusta que lo montemos.— Le relato YangYang a su mamá que abrió los ojos en sorpresa para mirar al nuevo novio de su hijito.

XiaoJun palideció, odiaba la mala elección de palabras que Yanggie tenía.

— Y luego cuando me emborrache, Junnie me ató con unas sogas y me quiso llevar al cuarto, Hendy dijo que era por qué tenía fetiche...— Antes de que el menor pudiera continuar y de que su suegra lo asesinara, DeJun callo al alemana metiendo un pedazo de pan en su boca.

— ¿Te gusta el pan, Yanggie?

— Vas a hacer que me ahogue.— Llorisqueo el castaño, Hendery, que estaba al otro lado del rubio, río.

— Eso también le gusta a XiaoJun.— Acotó entre risas.

— ¡KunHang!.— Gruño el mayor.

— ¿Qué? ¿Vas a ahorcarme? ¿O golpearme? Eso también le gusta.— Le comento a la mamá del menor de la pareja.

XiaoJun ya estaba rojo hasta los pies de la vergüenza. Así que se levantó de la mesa.

— Iré al baño a llorar.— Advirtió al borde de las lágrimas.

— ¿Quieres que vayamos contigo?.— Pregunto el desgraciado de su novio más alto.— También le gusta hacerlo en el baño.— Murmuró hacia su nueva suegra.

— Voy a colgarme del balcón, con permiso.— Se disculpó alejándose de la mesa pero Yuta lo atrapó del brazo y lo volvió a sentar en su silla.

— Nada de muriciones, DeJun, atente a las consecuencias de ser fetichoso como el diablo.— Lo regaño, el rubio sollozo y metió su cabeza en el plato de fideos con salsa.

— ¡No puedo cortar una mierda con esto!.— Se quejó JaeHyun lanzando el cuchillo de plástico que le habían dado.

— Te dije que nada de objetos filosos hasta que te calmes.

JaeHyun llorisqueo ante las palabras de su padre.

— ¡Quiero cubiertos de niño grande!

— No hasta que te comportes como uno.

— ¡TaeIl Hyung!.— El nombrado se quedó quiero al instante que su novio lo llamo.— ¿Me prestas tus cubiertos?.— Pidió tiernamente recostándose sobre el brazo del mayor con un puchero.

— TaeIl, no se los de.— Le advirtió su suegro pero al mayor de los Jung le pudo más los tiernos gimoteos del rubio.

— Por favor... Daddy.

— Carajo, si sabe cómo manipularme.— Pensó mientras le entregaba su cuchillo y tenedor al más alto y también su billetera.

— Y como verás, solo voy a usar mis cubiertos para comer por qué soy un niño grande y no me importa que mi papá ya no me quiera y que me haya cambiado por otro.— Reprochó, manteniendo sus labios abultados y sus ojitos llorosos.

El señor Jung estaba a punto de decir algo, pero TaeIl se le adelantó.

— JaeHyunnie, sabes que no es así.— Murmuró el más bajo abrazando al menor por la cintura.— Sabes que tú papá te ama más que a nada en el mundo y que nunca te cambiaría por nada ni por nadie.— YunHo sonrió ante las palabras del joven, quizás no era tan malo después de todo.— Por cierto, suegris ¿Usted trabaja con plantitas, verdad? ¿También trabaja con la María?

Como Perros y Gatos [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora