El no es el.

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— Di… Disculpe.— Llamo JaeHyun con timidez al extraño que estaba en su puerta.— ¿Puedo ayudarlo?.— El tipo los miro con una sonrisa y ambos rubios se derritieron ante el gesto.

— ¿Esta es la casa de Jung Yuta?.— Pregunto señalando la entrada. Los hermanos se miraron entre ellos dudando en responder.— Soy el Doctor Darvid, trabajo en el mismo hospital que Yuta ¿Él está aquí ahora?.— El mayor de los rubios asintió sin poder sacar la mirada del otro hombre mientras ChenLe se escondía detrás de él sin poder dejar de observar al tipo guapo que tenía enfrente.

JaeHyun reacciono un poco abriendo la puerta de la casa e invitando al médico a pasar.

— ¡Hasta que llegan! ¿Dónde se habían meti…?.— Las palabras de DoYoung se vieron cortadas cuando el azabache tuvo enfrente al hombre alto.

DoYoung se quedó paralizado en su lugar. En el sofá, HaeChan y Hendery Se voltearon a mirar al extranjero mientras que JaeMin seguía concentrado en la televisión hasta que notó que el médico que lo había visto el otro día estaba en su casa.

— ¡Doctor Darvid!.— El menor lo saludo con una brillante sonrisa y el profesional se la devolvió.

— ¿Estuviste haciendo reposo? ¿Tú pierna está sanando?.— El adolescente asintió y regreso su vista a la televisión mientras los otros dos chicos junto a él seguían mirando al mayor.

— Eso sí es un hombre.— Murmuró Hendery al oído de su cuñado esperando que su novio no lo haya escuchado.

— Wong Kun Hang.— La voz de XiaoJun hizo que el menor temblará.

El mayor de la pareja levantó su mano y aterrizó en el trasero de su novio dándole una fuerte nalgada.

— ¡XiaoJun!.— El azabache puso a su chico en su hombro y lo cargo escaleras arriba mientras el menor gritaba por piedad.

— ¡Te recordaremos cuñado!.— Grito JaeMin sin pudor.—¡RIP por tu trasero!

— ¿En qué puedo ayudarlo? Doctor Darvid.— DoYoung intento sacar la atención del mayor de su desastrosos hermanos.

— Oh, si. ¿Tú hermano Yuta se encuentra bien? Nunca ha faltado al trabajo pero esta semana no ha ido por cinco días.

Los hermanos menores del japonés se derritieron ante la preocupación que ese chico tenía por Yuta.

— Él no se ha sentido bien estos días, pero le diré que usted vino a verlo.— El azabache se volteo a sus costados.— Lucas.— Llamo al único de sus hermanos que no estaba babeando por el médico.— Ve a llamar a Yuta ¿Ok?.— El chino asintió y subió las escaleras corriendo.— Venga doctor, siéntese.— El mayor de los hermanos señaló el sofá individual que estaba al lado del que ocupaban los gemelos mientras miraban la alfombra roja.— ¿Puedo ofrecerle una tacita de café?

— La doña Florinda le dicen.— Susurró Nana al otro moreno.

ChenLe y JaeHyun se quedaron parados junto a la puerta mirando cada movimiento del extranjero.

— ¿Doctor Darvid?.— Yuta bajo las escaleras encontrándose con todos sus hermanos babeando por el invitado, pero el solo se rasco la cabeza confundido.— No me siga que me olvidé de llevar al fresitas a su revisión.

— No, nada de eso Yuta.— El médico se levantó de su asiento y se acercó a las escaleras parándose frente al japonés.— Vine por que estaba preocupado por ti.

Los cinco chicos restantes soltaron un suspiro de enamorados maravillados por la actitud del Tailandés.

— Nunca habías faltado al trabajo y está semana solo te vi el día que ingreso tu hermano, me preocupe y la señora Kim no quiso decirme que te ocurrió así que vine a verte.— Explicó el castaño con una media sonrisa pero el peligris solo había escuchado una parte del discurso y ya se había alterado.

— ¿¡Una semana!? ¿¡Estuve tirado en mi cama llorando durante una maldita semana??.—Los menores asintieron a la pregunta.— Por todos los dioses, me despedirán.— El Yuta acelerado y ansioso que siempre fue volvió en un segundo, el japonés corrió escaleras arriba y en menos de un minuto bajo portando su uniforme celeste.— ¿Puedes llevarme al hospital? Debo revisar que nadie haya hecho desastres.

— No te preocupes.— El doctor lo tomo del brazo antes de que pudiera salir corriendo otra vez.— los enfermeros TaeHyung y JiMin se encargaron de tus pacientes.

— ¿¡Dejaron a esos dos con mis pacientes!?

La alteración de Yuta no fue por que esos dos chicos eran incompetentes, si no por que ellos no eran de su misma especialidad.

— No te preocupes, la señora Kim los supervisores y no hay bajas en cuidados intensivos, aunque los niños te extrañan mucho.— La mención de Darvid lo hizo sonreír y detenerse por un momento, sus pacientes infantiles eran la mejor parte de su trabajo y Yuta los amaba casi tanto como al Takoyaki.

— Seguro TaeHyung ya los asusto, debo ir a verlos ya, ¿Me llevas?.— El traumatólogo asintió pero antes de que Yuta pudiera salir puso una condición.

— Te llevaré si luego de que revises que todos estén bien me dejes invitarte a cenar.— El más bajo abrió la boca confundido.

Como Perros y Gatos [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora