Como Perros y Gatos [NCT]

La Cita

—Es el momento Hyung, Johnny Hyung está dándose una ducha.— El mayor lo miro confundido.— Si… Quizás le lance mi malteada encima pero fue para la causa.— ChenLe sonrió tratando de confortar al chico rubio que aún no se había levantado de su cama. Ya tenía el nuevo buzo puesto con unos jeans y unas zapatillas mientras que su cabello estaba al natural.— Vamos Hyung, creo que TaeIl Hyung ya está afuera.

Esas palabras fueron suficientes para que el estómago de JaeHyun se retorciera. El mayor no se dio cuenta en que momento ChenLe lo comenzó a arrastrar fuera de su cuarto y bajo las escaleras.

Pero él se quedó callado hasta que llegó frente a la puerta, donde soltó un pesado suspiro.

—Suerte hyung.— El más alto miro con ternura al menor quien le sonreía dando ánimos.

Cuando salió por la puerta el aire escapó de sus pulmones. Estaba fuera, estaba a punto de ir a su cita con TaeIl Hyung.

Vio una camioneta en la calle frente a su casa y la sombra de alguien en el asiento de conductor. Reconoció el vehículo de TaeIl ya que era su favorito desde los dieciséis, podrían regalarle el último modelo del auto más nuevo pero el castaño siempre iba a elegir su vieja camioneta.

JaeHyun también amaba esa camioneta, le recordaba los buenos momentos que pasó en ella cuando TaeIl estaba aprendiendo a manejar y el iba siempre de copiloto, aún con el riesgo mortal que eso incluía.

No se enteró cuando TaeIl consiguió sacar su licencia de conducir, posiblemente ocurrió después de la pelea y de que él se haya cambiado de instituto.

Se acercó a paso rápido ya que temia ser visto por alguno de sus hermanos pero por suerte no pasó. Llegó sano y salvó a la puerta, la cual dudo de abrir.

—¿Extrañabas tu asiento?.— Pregunto el mayor apareciendo detrás suyo.— Pasa.— Lo movió levemente para abrirle la puerta como todo caballero. Las orejas de JaeHyun se volvieron rojizas mientras entraba al auto sentándose en el asiento de copiloto. TaeIl dio la vuelta para entrar del otro lado.

YoonOh se puso en cinturón de seguridad y se acomodó en su asiento observando el interior con curiosidad, había una manta negra cubriendo la ventanilla que daba a la parte trasera del auto así que no pudo ver que había ahí. TaeIl le sonrió con seguridad una vez que comenzó a manejar, intentando calmarlo.

—Mejore mucho de la última vez que te lleve de paseo.— Dijo con la mirada fija en el camino.— Ya hasta puedo conducir sin manos.— Río soltando el volante hacienda que JaeHyun entre en un ataque de nervios.

—¡TAEIL!.— Chillo. El mayor río más fuerte y regreso una de sus manos a donde debía estar.

—Ya, tranquilo, solo fue una broma.— Jung suspiro aún nervioso.— Tranquilo.— La mano que TaeIl mantenía en la palanca de cambios viajo a su pierna y la acarició lentamente.

—¿A dónde iremos?.— Pregunto tratando de sacar sus nervios de encima. El más bajo negó.

—Lo sabrás cuando lleguemos.

El rubio recostó su cabeza en el asiento… Se sentía tan diferente a como era cinco años atrás, cuando ni siquiera llegaba al cabezal y ahora lo sobrepasaba por unos centímetros.
Recordaba cuando era un mocoso de catorce años sentado al costado de su Hyung admirando sus expresiones mientras manejaba. Ahora tenía diecinueve y había crecido en tamaño y en muchos otros aspectos.

Pero TaeIl seguía siendo el más guapo cuando manejaba. La forma en que sus filosos ojos se concentraban en la carretera y como sus labios se fruncían cuando tenía que dejar de tocar su pierna para poner los cambios.