Simon Says [OtaYuri]

Simon Says tell the thruth

" Segundo reto: BLANCO"

"Simon dice DI LA VERDAD"

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Tiempo: 1:59:55

* Habla sobre tus sentimientos.

*No menciones a Simon.

* No se permite verdades a medias.

* Sin mentiras.

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– ¿Pasa algo?... ¡Hey, Yura! – escuchó el tronar de los dedos de su amigo frente a sus ojos y por fin pudo dejar de mirar su teléfono con horror. – ¿Era alguien? ¿Nikolai está bien?

– ¡¿Qué?! – su voz llena de pánico sonó chillona, se obligó a sí mismo a respirar profundo y aclarar su garganta antes de volver a abrir la boca – Sí, todo bien, no es nada.

Obviamente el kazajo no se creyó ninguna palabra del chico pero lo dejó estar en paz por el momento, con Yuri no era bueno insistir o se cabreaba aunque jamás había pasado con él, aún así prefirió no arriesgarse y dejar que siguiera perdido en algún lugar en su mente.

El tiempo corría y solo tenía un par de horas para cumplir su reto. Diablos ¿Cómo debía empezar? ¿Tenía que decir algo?

El timbre de la puerta le sacó de sus pensamientos, la comida china había llegado, es decir tenía media hora menos. Sus manos empezaron a sudar cuando el mayor se el acercó con una de las cajitas de comida china y prendió el televisor para poner algo de ruido en el ambiente.

Mientras el mayor pasaba los canales buscando algo que acompañara el silencio anormal que se había formado entre ellos, el ruso se había olvidado cómo se comía con palillos, cómo se hablaba y hasta de respirar normalmente.

Miró nuevamente su móvil donde estaba escrito las condiciones para su reto.

"Sin mentiras"

Estaba jodidamente condenado. Respiró hondo tratando de obtener valor.

– Si estás molesto conmigo porque no te fuiste con alguien anoche tienes que saber que no fue mi culpa que bebieras hasta vomitar y dudo que hubieras querido dormir con alguien estando así. – Y ahí estaba el héroe kazajo iniciando la conversación que él debía de haber comenzado. Discretamente tomó su móvil y activó la app para grabar un audio.

– No estoy molesto contigo, idiota. – Suspiró y se metió mucho arroz a la boca como buscando atragantarse antes de decir lo que seguía. – O he ahuerdo he ayer (Yo me acuerdo de ayer).

– No te entendí un carajo, si pudieras hablar claro y sin escupir arroz estaría agradecido, sobre todo por mi alfombra, es difícil quitarle comida de encima. – Esa actitud sarcástica de perra desgraciada que Otabek sacaba solo con él podía hacerle suspirar de amor, pero no en ese momento que estaba tan tenso y casi entrando en pánico.

– ¡Que me acuerdo de ayer, estúpido kazajo imbécil! – le dijo en medio de gritos y patadas que los hicieron caer a ambos del sofá donde estaban. – Me acuerdo de lo que pasó en la cabina. – Bien, hasta ahí no había ninguna mentira.

– ¿Qué? ¿Y por qué me lo dices ahora después de negarte hace una hora? Estas jugando conmigo ¿No es así? ¿Esperabas que fuera una de tus conquistas de una noche? ¿Te has puesto a pensar que somos amigos? Yuri, estoy seguro que estar en abstinencia y todo lo que ha pasado con tu abuelo te han puesto en una situación... algo difícil, pero yo no puedo...