Simon says do a blowjob II

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Bien, ¿podría su noche empezar peor? Yuri había terminado por entrar en el mismo club donde Otabek trabajaba porque el maldito calvo se había negado a dejarlo solo en algún otro lugar alegando que no estaría tranquilo sin saber que su "pichón" estaba a salvo de las serpientes que quisieran devorarlo... si supiera que la serpiente Altin ya se lo había comido.Lo peor fue que pudo entrar sin problemas incluso siendo reconocido por el grandulón de la entrada y obtuvo una bebida gratis cortesía de la casa.

Para colmo de males, era el día en que Altin se presentaba, la pista estaba llena como siempre y obtuvo todas las huellas dactilares de los clientes en su culo. Tenía 3 horas para conseguir algo de bebida y un tipo dispuesto a pagarle por una mamada pero era difícil hacerlo teniendo a Altin y sus colegas vigilando cada uno de sus pasos y sus interacciones ¿Cuál sería su castigo si no lograba concretar su reto? Un escalofrío lo recorrió cuando sus ojos se toparon con un cartel de Val pegado en una de las paredes.

Después de cruzar toda la pista por tercera vez balanceando sus caderas sutilmente al ritmo de los beats muy bien mezclados y armónicos como sólo podía mezclar Otabek, para buscar una cerveza y un shot de vodka, una mano lo afirmó por la cintura justo cuando estaba por llegar a su objetivo. Era un tipo de cabello negro y ojos verdes, lo había visto una que otra vez por el campus con la selección de basquet, no estaba nada mal, es más, si toda esta mierda no estuviera ocurriendo no dudaría ni un solo momento en coquetearle para llevárselo a la cama y probablemente su bisexual de closet examigo lo hubiera aprobado.

— Hola, Yuri de la facultad de arte ¿Verdad? — el rubio obligó a sus labios curvarse en un sonrisa falsa, tal vez su reciente reputación de puta sería una ventaja para ese reto.

— Estoy más que seguro que me conoces más de lo que quisiera reconocer, pero yo no a ti. — el hombre lo dirigió a la barra donde le cedió un banco y luego pidió dos bebidas para ambos. Como era costumbre, el barman lo observó detenidamente tanto al rubio como a su compañero, seguramente el chisme iba a volar en un santiamén hasta los oídos de Otabek.

— Soy Kerril, un gusto conocerte en persona, definitivamente te ves mejor que en video. — Yuri le guiñó un ojo mientras contenía las ganas de patearle en las bolas ¿Realmente tenía que hacerle un oral a ese idiota? Se tomó su shot de vodka con rapidez tratando de emborrancharse de una maldita vez, sobre todo porque estaba a nada de golpearlo cuando sintió su aliento rozando asquerosamente su cuello.

— Me veo mucho mejor en acción, te lo aseguro. — Yuri tomó un mechón de su rubio pelo para pasarlo de forma pícara detrás de su oreja sin dejar atrás esa sonrisita tonta que era respondida por otra igual por parte de ese imbécil. Por el rabillo del ojo pudo ver al barman desaparecer rumbo a la cabina de DJ, pero confiaba en la mala leche de Otabek y su roto lazo para que no lo buscara. — No te ves como un chico que esté interesado en otros...

— No lo estoy, pero tú eres una excepción. — ¡Oh claro! Como si no llevara siendo gay suficiente tiempo como para saber de esos cuentos. — Estoy seguro que eres increíble ¿Qué te parece ir a algún lugar más privado?

— Kerril ¿Verdad? — estiró de forma elegante su largo cuello antes de verle con cierta indiferencia. — ¿Crees que grabar un video sexual es algo gratuito? — Apoyó su mentón en una de sus manos y con la otra acarició el brazo musculoso de ese chico que pedía otras dos copas al barman que había vuelto recientemente.

— Eso no es problema para mí, puedes pedirme lo que quieras, lindura. — Fingió un gemido cuando sintió la nariz de su acompañante rozar la piel de su mejilla una y otra vez.

— Pero primero tengo que "tantear el terreno" ¿qué te parece si nuestra primera parada es el baño? No es tan privado pero puedo darte un preview. — la risa de Kerril se elevó por encima de la música. por lo pegado que estaba a su oído. Las copas volvieron a llenarse y vaciarse en un dos por tres antes de que la mano de ese imbécil fuera a pasearse por su pierna con toda la confianza.

— Entonces, ¿cuánto es por el "preview"?

— ¿Cuánto darías por mí? — Yuri sonrió amigablemente, de algo debería servir su taller de arte infantil donde le dio vida a una liebre en la obra infantil.

— Por ti daría el mundo, eres el más bonito de la universidad, no, del mundo entero. — Kerril se acercó peligrosamente a sus labios, acción que Yuri rehuyó rápidamente de manera sutil para que no parezca un rechazo en todas sus letras.

— Deja de jugar conmigo, Kerril. — Alargó la última cifra de su nombre para tratar de fingir dulzura a lo que el chico le respondió con una risita.

— Bien, tengo 100 dólares ¿Te parece bien? — Yuri asintió con indiferencia al ver el billete agitarse frente a su rostro antes de tomar la mano que se paseaba por su muslo y se bebió la nueva copa que había vuelto a llenarse.

— Ven conmigo, verás estrellas te lo aseguro. — Caminaron por la pista hasta llegar a los baños VIP por una de las entradas del personal que Plisetsky conocía muy bien, como era de esperarse era un ambiente decente nada comparado con la mierda de los baños normales.

Ni bien cruzaron el umbral Kerril se lanzó hacia su boca uniendo sus labios en un beso desesperado y asqueroso, no es que el tipo besara mal pero su aliento alcohólico y el exceso de saliva le hicieron querer vomitar. El rubio fue empujado hasta que su cadera chocó con el lavabo de mármol frío y lo hizo estremecer, gesto que el otro chico tomó como un buen trabajo de seducción y caricias.

Cuando la puerta se abrió para revelar a uno de los empleados que se encargaba de limpiar cada hora (no como los baños comunes que se limpiaban una vez por noche), Yuri decidió que unos de los cubículos sería el mejor lugar para seguir con su "trabajo" Eligieron el del fondo por ser el más espacioso además que se veía mucho más limpio, poco después, cuando decidió apresurarse porque quería irse de una maldita vez y se puso de rodillas frente a un tipo terriblemente entusiasmado por la idea de un mamada, escuchó la puerta principal abrirse y volver a cerrarse, Yuri pensó que seguramente el empleado se había ido ya, pero unos pasos pesados como calzando unas poderosas botas militares resonaron incluso encima de los nuevos sonidos de la música del exterior. Los pasos eran rápidos y se escuchó cómo golpeaban uno a uno los cubículos de los lados hasta que patearon la puerta donde él y su "cliente" estaban encerrados. Otro golpe sonó con fuerza y el picaporte que era el único seguro tembló, el tercer golpe no pudo ser resistido por la pequeña pieza de metal que se dobló miserablemente antes de caer al piso totalmente inservible.

Detrás de la puerta abierta de par en par se rebeló el rostro sulfurado de un kazajo que sólo clavó sus ojos en las manos del menor que tenía entre sus dedos la hebilla desabrochada de la correa de un tipo moreno y musculoso.

"¡Mierda!" Gritó inconscientemente Yuri para sí mismo.

Otabek estaba realmente furioso.

Hola disculpen la demora , estuve muy ocupada y después del trabajo termino agotadisima

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Hola disculpen la demora , estuve muy ocupada y después del trabajo termino agotadisima. Bueno es un capítulo corto pero ya se viene lo bueno intentaré actualizar esta semana o como máximo el lunes, nos vemos hasta entonces, cuidense mucho

Simon Says [OtaYuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora