15. Primera Defensa

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Por la noche, Mixcoatl llevaba en brazos el cuerpo y la cabeza de Tonauac, cubierto en una manta. Detrás de él, Itzel y los guerreros azteca que lo acompañaron. En la plaza central estaban descansando los pobladores de Alcoman y Texcoco, miraron con horror y miedo la llegada de Tonauac muerto, en brazos del Emperador. Muchos lloraron la perdida de los guerreros, que eran sus hijos o amistades. El Imperio estaba de luto.

-Lo lamento...- dijo Mixcoatl tristemente a Metzi. Ella no quiso ver el cuerpo de su hermano muerto, solo lloro, se fue a su alcoba llorando, en el Palacio del Emperador.

-No imaginamos que sucediera esto... La llegada de las Tzizimimes estaba indicada para diez años mas tarde- dijo Tlazopilli.

-Al parecer Tezcatlipoca se nos adelanto, y las obligo a venir- contesto Mixcoatl molesto.

Se preparo la ceremonia de incineración de Tonauac, junto con las ropas y armas de los guerreros caídos, ya que sus cuerpos y huesos fueron ingeridos por las bestias femeninas. El pueblo oraba a los dioses, a los que siguieran vivos en algún rincón. La tristeza invadió a toda Tenochtitlan esa noche. Mixcoatl fue a la alcoba con Metzi, a quien encontró llorando en el balcón. La abrazo y juntos observaron elevarse las cenizas de Tonauac en la cima del Templo Mayor.

-Te juro que tomare a esa mujer, y la asesinare...- dijo Mixcoatl.

-No. Deten a esa mujer, y tráemela, para romperle el cráneo yo misma- contesto Metzi.

Al siguiente día, las tropas del Ejercito Conquistador llegaron a Texcoco, con una estrategia para tomar la ciudad. Para su sorpresa, encontraron escombros, todo abandonado, y mucha sangre esparcida por cualquier lado, muros y casas salpicados, algunos intestinos y huesos esparcidos.

-¿Que ha pasado? Solo pueden haber dos posibilidades. Los aztecas se están deshaciendo de sus aliados o un grupo nuestro hizo esto, entonces nos faltan hombres...- dijo Cortes muy tranquilo.

-No. Fue otro grupo. Tengo que aclarar esto pronto- dijo Tlahuicole sospechando de las Tzitzimimes.

Cortes ordeno la limpieza de Texcoco y luego de eso establecer su base ahí, comenzar la construcción de los navíos y planear la mejor estrategia para el terreno. Mientras tanto, Tlahuicole se dirigió a las montañas del norte para hablar con Itzpapalozotl sobre su alianza entre Tezcatlipoca y las Tzizimimes.

El Imperio Azteca en Tenochtitlan y el Ejercito Conquistador estaban simultáneamente preparando sus tropas y sus estrategias para ver quien ganaría la batalla, la guerra. No paso una semana para que comenzara la masacre.

Cortes mando una parte del ejercito en tres grupos iguales, dos marcharon al sur de Texcoco y otro al norte, para atacar las poblaciones aliadas a Tenochtitlan, obligarlas a rendirse y servirles, o exterminarlos. De aquellos grupos que iban al sur, uno fue a dar el primer golpe en Coatlinchan, mientras que el otro grupo fue a Huexotla. En ambos pueblos los guerreros de la milicia trataron de defender a su gente de los ataques españoles, pero los morteros y las vagonetas los desconcentraban, siendo atravesados por los mismos, algunas familias lograron escapar pero no todos corrieron la misma suerte, cientos de mujeres y niños fueron asesinados, aquellos hombres que se resistían a la conquista eran degollados, otros optaron por sobrevivir y se entregaron a las fuerzas de Cortes y Xicontecatl.

La sangre derramada y los cuerpos inundaban los pueblos. Cortes se arriesgo a incendiar las casas y templos, sabia que con esto los Tenochcas se darían cuanta de su llegada, y eso quería ya que se encontraba listo. Mixcoatl, junto con sus sargentos, los servidores comunitarios y sus amigos recibieron a los exiliados, y ordeno ejecutar la primer estrategia. Organizo una tercera parte del ejercito listos para marchar al sureste.

Una semana paso del saque a Coatlinchan y Huexotla, los españoles estaban ya en Chimalhuacan-Atenco, desarrollando el tercer saqueo. Cortes dirigía el asalto, estaban tomando presos, hombres para el ejercito, mujeres y niños para los trabajos pesados, y aun así habían muchos muertos de estos enfrentamientos, esta vez no muchos lograron escapar, y apenas llevaba unas decenas de hombres muertos, de guerreros tlaxcaltecas.

Terminado el saqueo, se agruparon. -Ya están aquí...- dijo Cortes, intuitivo.

De la espesura de la selva, después de una extensa llanura, en el cielo aparecieron flechas incendiarias. Estas cubrieron ambos grupos del Ejercito Conquistador. -¡Cúbranse!- a pesar de la advertencia, no muchos lo lograron, cayeron varios soldados y guerreros.

Después salieron los guerreros Águila y Jaguar con furia destructiva, y esta vez portaban armas distintas, armaduras mas completas y complejas, pero tenían mas velocidad y dinámica. Se enfrentaron a los espadachines españoles y los guerreros garza, recurrieron a su vez los jinetes y arcabuces. Como respuesta, los arqueros aztecas entraron al campo de batalla, pero colocándose atrás de la infantería, cubriendo a cada guerrero de las amenazas que tenga al frente -Recuerden que deben cuidar de cada guerrero, es una vida que deben preservar, protéjanse entre hermanos que los intrusos han sacado sus juguetes...- dijo Cuahutemoc quien dirigía el ataque.

Eran casi 400 mil unidades del Ejercito Conquistador, entre ellas nahuales, los guerreros muertos, los guerreros tlaxcaltecas y las fuerzas españolas, contra solo 120 mil guerreros del Ejercito Imperial, entre los cuales son del Ejercito Azteca, del los ejércitos aliados, hombres del Ejercito Emplumado y fuerzas de Alcoman.

Cortes no tardo en soltar las bestias Nahuales y los guerreros moribundos, lo cual sorprendió a los guerreros aztecas, pero aun así enfrentaron estas ferocidades. A Cuahutemoc lo acompañaban Itzel y Temoctzin, quienes salieron a luchar unto con los Jaguares Gigantes de Alcoman y las guerreras de Itzel. Fue un enfrentamiento de bestias, una contienda fatal. Llego la noche y la batalla estaba a favor de los aztecas, Cortes ya había perdido uno de los dos grupos que dirigía, pero para su suerte un soldado le aconsejo voltear al lago.

Ahí estaba un navío, compuesto de cañones que alcanzan largas distancias, y comenzó a disparar al Ejercito Azteca. Aunque muchos esquivaban los mortales proyectiles, si hubieron victimas. -Es hora de marcharnos, no hay que perder hombres, Cortes ya sufrio hoy...- Dijo Temoctzin. Tenia razón, ya provocaron una baja considerable a Cortes, era hora de enfocarse en las defensas, la ofensiva a sido dada.

-Retirada señores, ellos están muy preparados...- dijo Cortes. Fue una sorpresa para Cuahutemoc y los demás, el termino rindiéndose. Mientras huían, los guerreros Águila ser encargaron de liberar a la gente de Chimalhuacan-Atenco, a los que pudieron liberar.

La batalla fue terminada, los aztecas ganaron. Pero Cortes ya tenia dominio ganado...

Mixcoatl - Heredero PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora