-¿Cuantos enfermos tenemos?- preguntaba Cuitlahuac a los jefes herbolarios.
-Mas de la cuarta parte de la población mi emperador... Entre ellos hay artesanos, pescadores, civiles con todo tipo de trabajo, soldados y nobles... Todos están sufriendo- contesto.
-¿Cuantos muertos?- pregunto Mixcoatl.
-La mitad de los enfermos. La epidemia es muy fuerte- contesto el chamán maestro.
-¿Hay cura?- pregunto Metzi preocupada.
-Hemos resado a los dioses, en caso que haya alguno con vida, para que nos ayuden, pero nada. Afortunadamente estamos trabajando en un antídoto que creemos funcionara...- contesto el chamán maestro.
-Trabajen en ello. Que los voceros reales vayan a los barrios y declaren una temporada obligatoria de higiene profunda, revisen la calidad de agua potable y limpien toda la ciudad. También convoquen a los hombres de Tenochtitlan para participar en la guerra, necesitamos guerreros- ordeno Cuitlahuac a sus consejeros reales.
-Mixcoatl ¿Como va la persecución a los animales rastreros esos?- pregunto Cuitlahuac interesado en darle muerte a los Conquistadores.
-Ya los tenemos con ritmo bajo, están a una semana de Teotihuacan. Quiero que me des la autorización de atacar y comezar a plantear una estrategia para enfrentarlos en Otumba- dijo Mixcoatl.
-Tienes mi permiso Mixcoatl, confió en que los soldados que tenemos serán suficientes para acabar con los invasores, al menos con Cortes- contesto Cuitlahuac desafiante.
-Sin embargo, tengo que hacer algo antes...- Mixcoatl partió del palacio del emperador y fue al Templo Mayor a orar.
"Señor mio, se que estas aquí, por favor, te suplico que me ayudes. Mis hermanos, tu pueblo, están sufriendo, los invasores no respetan nuestra autonomía ni nuestra patria, el gozó desapareció y mueren lentamente, te pido que nos des fuerza y sabiduría para enfrentar esta etapa tan pesada y violenta, dame el poder para salvarlos de la esclavitud y el dominio de tu hermano Tezcatlipoca. Te lo pido"
Se adentro al templo un quetzal muy colorido, el mismo que siempre lo aguarda, se poso sobre su cabeza y silvo un poco, una melodía ancestral que calmo los nervios de Mixcoatl, luego voló a su cuello y señalo su collar de la joya azul... Eso le recordó a Mixcoatl la armadura de Popocatepetl que esta en los aposentos del Sacerdote Tlazopilli.
"Si, la armadura, pero siento que es muy precipitado para usarla"
Entonces el quetzal de su vuelo para partir dejo una luz verde, la misma que iradia de las manos de Mixcoatl cuando usa su poder. "Si soy la reencarnación de Quetzalcoatl, también tengo a mi favor el don de la vida, pero no regresare a este mundo a aquellos que ya sufrieron, tan solo salvare a los enfermos."
Bajo del Templo Mayor y se dirigió al hospital herbolario, donde los enfermos seguían esperando incluso en la calle los remedios para la epidemia. Mixcoatl llego a las afueras y se dirigió a un enfermo, estuvo cerca viendo como sufría por la epidemia. Se concentro en curarlos, potencio su poder y lo dirigió a sus manos, toco al enfermo y cerro los ojos. Le transmitía con sus poderes un efecto de sanación y expulsaba los males concentrándolos en el estomago del enfermo. Al terminar se retiro y le dijo al enfermo que vomitara. Luego del vomito el enfermo bajo de fiebre, sus ronchas y cicatrices desvanecieron, se levanto sintiendo la vibra buena y sonrió. Grito de alegría y se arrodillo ante Mixcoatl, pero Mixcoatl lo levanto y le dio un abrazo.
Así fue con cada enfermo, en una tarde sano a la mayoría de enfermos, y todo Tenochtitlan festejo. Cuando la noticia llego a oídos de Cuitlahuac, este sonrió y se sintió mas tranquilo al saber que un problema disminuyo. En tres días los enfermos acabaron y Tenochtitlan volvio a ser una ciudad limpia y prospera, pero aun arrastraba tristezas de los caídos en la Noche Triste.
A media semana antes de que los españoles llegaran a la altura de Teotihuacan, Mixcoatl preparo su ejercito... 50 mil guerreros aztecas, entre ellos guerreros águila, guerreros jaguar, guerreros rapados, otomíes jaguar de Alcoman y Cholula, guerreros de Ahuitzapan, milicia azteca, y su ejercito propio de reinos aliados y españoles. Todos juntos ante el Templo Mayor, de donde Mixcoatl hablo -Estamos aquí, y les hablo como hermano, no como Cihualcoatl. Hemos sobrevivido al ataque de los conquistadores, han pasado casi dos semanas de aquella sangrienta batalla, perdimos a nuestro emperador Moctezuma, perdimos seres queridos, perdimos amigos y compañeros, algunos perdimos hijos y otros perdimos padres, y otros casi lo perdemos todo... Se vale caer, pero es obligatorio levantarse. Haremos que esos gritos de horror los generen sus hocicos, que deseen no haber asesinado a nuestro pueblo, vengaremos a nuestros hermanos y hermanas caídos bajo las armas enemigas, le recordaremos a los tlaxcaltecas la razón de su temor a nosotros, antes eran nuestros rivales, ahora son nuestros enemigos mortales... No permitiremos que su traición desvanezca a los reinos de nuestro mundo, no nos rendiremos... ¡Somos hijos de Huitzilopochtli, el dios de la guerra! ¡Padre de la destrucción, aquel que bendice nuestras lanzas y macuahuitl, para cortar cientos de cabezas enemigas y castigar a los opositores del reino azteca! ¡Somos sangre guerrera, vivimos de la justicia y la ambición, nos alimentamos de sangre y dolor! ¡Somos el imperio mas fuerte y grande del mundo! ¡Somos el Imperio Azteca!-.
Después del discurso todos los guerreros lanzaban gritos de emoción y de guerra, aplaudían a su Cihualcoatl, morían de sangre y gloria, estaban mas que preparados para atrapar a los españoles. Rápidamente se formaron en contingentes y marcharon veloces hacia la calzada de Chalpultepec, para después avanzar al norte y en día y medio alcanzar al Ejercito Conquistador a las afueras de Otumba.
Mixcoatl iba acompañado de Metzi, Itzel, Tonauac, Cuauhtémoc y Temoctzin quien no estaba sanado completamente. Todos iban liderados por el emperador Cuitlahuac, quien dirigía la persecución.
Durante el camino se fueron uniendo fuerzas militares de pueblos aliados cercanos al lago de Texcoco quenhabian sido notificados de la persecución, y fue creciendo poco a poco el ejercito. Los guerreros de Otumba también fueron avisados de la escaramuza y guerra hacia los Conquistadores.
Después del día y medio, los españoles iban marchando hacia el oriente, mientras que a sus espaldas desde un monte, Mixcoatl observaba sus posiciones y estudiaba la estrategia con 90 mil guerreros y guerreras a sus espaldas.
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Mixcoatl - Heredero Perdido
Ciencia FicciónHa pasado el primer reto para el Imperio Azteca. La Noche Triste, la Matanza de Toxcatl, puso a prueba su fuerza y su valentía. Mixcoatl ha vuelto para proteger a su pueblo, y esta vez no esta solo. Algunos españoles se han aliado con él y varios re...