2. Lagrimas y Luto

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-Esto... Es imposible...- dijo Cuitlahuac.

Los miembros del Consejo Supremo murmuraban entre ellos, y después de varios minutos, la cámara volvió a quedar en silencio. -Tu eres el hijo de Quetzalcoatl, su imagen misma en persona... ¿Por que no reclamaste el trono como estaba escrito en los documentos sagrados?- pregunto el representante del Consejo Supremo.

-No exijo un trono, no estoy listo para ello, no nací para ser emperador... Yo crecí en un lugar que respetaba a la madre naturaleza, aprendí a cuidar del prójimo, me forje una postura de guerrero protector, nunca me vi como el hijo de un dios, siempre me considere igual a todos... No soy distinto a ustedes, somos mas parecidos de lo que creen... Yo llegue aquí por mis méritos como mortal, para mi importa mas la dedicación y el esfuerzo que el poder y la divinidad. Por eso pido que nos permitan una vez mas a mi y mi alianza proteger al Imperio Azteca, restaurarlo, recuperar esos días de gloria y paz... Solo eso quiero, quiero continuar con mi tarea, es la protección del pueblo...- contesto Mixcoatl. Yetzalin lloro de emoción al ver en lo que se ha convertido su hijo, un hombre con ambiciones nobles, humilde y sencillo pero imponente y fuerte.

-Esta bien, hijo de Quetzalcoatl. Que tu alianza cuide del Imperio una vez mas, tu linaje te favorece... Eres un dios sabio y humilde, eso habla bien de ti, aunque el habernos ocultado todo eso tendrá una consecuencia: Si no cumplen con su cometido, tu seras el responsable y tendrás que liberar al pueblo azteca de la amenaza... solo- aclaro el representante del Consejo Supremo.

Una vez mas, Mixcoatl y la Alianza del Imperio tenían control sobre el militarismo azteca. Con Mixcoatl "El Hijo de Quetzalcoatl" como el Ciuhalcoatl y líder del equipo, Cuitlahuac "El Emperador" como el jefe supremo del Imperio y el respaldo imperial, Tonauac "El tlatoani de Alcoman", Metzi "La Tlatoani del Cholula", Temoctzin "El Jaguar Mayor", Itzel "La Princesa Salvaje", Cuauhtemoc "El Águila Mayor", el Sacerdote Tlazopilli "El Sabio", y ahora Lázaro "El Exiliado" junto con Raimundo "El Hombre Bestia".

Al siguiente día, Tenochtitlan amaneció callado, en silencio. Cientos de templos de la ciudad realizaban ceremonias de incineración, cada hora llegaban mas y mas cuerpos de muertos que eran honrados por sus familias y amigos. Fue un día de luto, miles de civiles lloraban en sus casas cerradas, las actividades cesaron, los sacerdotes se agotaban y las columnas de humo se alzaban sobre el lago opacando el brillo del sol, eran liberadas miles de almas para vivir en paz, en lo que queda del reino Mictlan.

Mixcoatl solo miraba triste las calles llenas de tristeza y amargura. La esperanza desaparecía del reino. Incluso las ciudades vecinas guardaron luto por los civiles muertos en aquella noche triste. "Esto es demasiado... no soporto ver a mis hermanos sufrir, miles de familias y amigos perdidos, civiles e inocentes asesinados... esto debe terminar"

En la tarde, después de haber cubierto la mayoría de ceremonias funerarias, los sacerdotes reunieron a los tenochcas en la plaza central frente al Templo Mayor, la coronación de Cuitlahuac había comenzado. Los instrumentos aztecas sonaban, el heredero al trono subía los escalones, los sacerdotes se preparaban, los Guardianes del Imperio esperaban el nombramiento de Cuitlahuac. Pasada la ceremonia y el protocolo de coronación, por fin le colocan la corona de plumas a Cuitlahuac, el pueblo saco algo del poco entusiasmo que le quedaba y grito con jubilo a su nuevo emperador. Como acto de regalo, Cuitlahuac mando a sacrificar a los españoles capturados, y a serles despojadas sus armaduras y armas, Mixcoatl tenia un nuevo uso para ellas. Lazaro y los españoles aliados se retiraron ya que no soportarían ver tal acto de crueldad sobre sus compañeros, así que se marcharon al palacio de Mixcoatl, al haber bajado del Templo Mayor uno de sus compañeros le grito a Lazaro -¡Traidor! ¡Nos has traicionado por estos salvajes! ¡Traidor! ¡El Castigo de Dios a ti sera eterno, no tendrá misericordia de ti! ¡Te pudrirás en el Infieno!- Lazaro solo se marcho con la cabeza baja y avergonzado.

Habían ya sido sacrificados algunos españoles, el pueblo estaba gritando y pidiendo mas sangre, estaba hambriento de venganza y rencor. Los Sacerdotes tomaban los corazones y los arrojaban al pueblo mientras aun expulsaban sangre, la gente los tomaba y los hacia trizas con sus manos, los pisaban, incluso algunos se los comían... era tanto el odio que tenían que el canibalismo se apodero de algunos. A pesar de eso, ni Cuitlahuac ni Mixcoatl detenían la ceremonia, incluso a ellos les satisfacían los gritos desgarradores de los españoles sacrificados.

Mixcoatl olvido por un momento la ceremonia y hablo con el Sacerdote Tlazopilli -Oye ¿Como esta Mixtli? ¿Donde esta? Desde que llegue no lo he visto-.

-Lo lamento mucho hijo... Mixtli supo de tu muerte y huyo a la selva, creemos que fue a buscarte, pero eso paso hace un año, justo en Cholula... Desde entonces no he vuelto a verlo- contesto Tlazopilli. Mixcoalt deprimió, soltó algunas lagrimas y se lamento el tiempo que estuvo ausente... ahora su mejor amigo esta perdido.

Todala ceremonia seguía en continuidad, pero algunos civiles comenzaron a sufrirmalestares, algunos vomitaron y otros empezaban a tener la piel roja con muchairritación y comezón. Comenzaron a trasladarse a los enfermos a lasherbolarias, al parecer algunas personas están experimentando una clase deepidemia, unos comenzaron a creer que es un castigo de los dioses...    

Mixcoatl - Heredero PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora