11. El Ultimo Sol.

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Mixcoatl llego a Tenochtitlan al amanecer, trayendo consigo los españoles que aprisiono junto con los caballos a salvo. Todo el mundo estaba desconcertado, el corte de agua no tardo mucho en darse a notar, la escasez comenzó a generar problemas y nadie sabia por que.

Después se dieron cuenta de la compañía que traía Mixcoatl, rápidamente los tenochcas deducieron quienes fueron responsables. Los soldados españoles recibieron pedradas, insultos, pero estos mantenían su sonrisa satisfechos con el resultado. Mixcoatl los llevo al palacio Tlatocan. Ahí estaban el Sacerdote Tlazopilli, Cuahutemoc, Temoctzin y Metzi hablando con el Tlatocan y los altos funcionarios sobre la situación, y buscando una solución a la ausencia de un emperador.

Todos se quedaron en silencio cuando entro Mixcoatl con los prisioneros y los caballos.

 -Destruyeron el acueducto, ya comenzó la escasez de agua en algunos barrios. Seguirán viniendo a recortarnos uno por uno los recursos vitales. Hay que organizar la recolección de alimentos, agua dulce y todo lo necesario para subsistir en caso de que lleguen a atacar- les dijo a los Miembros del Tlatocan, estos se preocuparon. Sin ser directos, esperando una ultima respuesta, lanzaron una pregunta, que de no ser contestada, pondría a Cuahutemoc como único Emperador.

-¿Como quiere que lo hagamos, Emperador? Recibimos sus ordenes-

Pasaron un par de segundos incómodos y callados, hasta que Mixcoatl se acerco -Compren todo el alimento posible, aumenten las prestaciones para la cultivacion de maíz, movilicen el comercio para el pueblo, reduzcan los costos en el Mercado de Tlatelolco, administren e informen en los barrios planes para una recolección sustentable de recursos, que ninguna familia quede desamparada. Convoquen a los Tlatoani de pueblos aliados para una junta urgente. Aceleren la produccion de armas nuevas para el ejercito, traten de salvar la mayor cantidad de enfermos posible, y oremos a nuestros dioses en caso de que aun haya uno con vida...-.

Los presentes estaban sorprendidos. -¿Que esperamos? El Emperador a dado ordenes, tenemos lo suficiente para realizar todos los mandatos. Adelante- dijo un miembro del Tlatocan. Rápidamente los funcionarios salieron a dar los primeros avances y las primeras ordenes, los Tlatocan Mayores se acercaron junto con Cuahutemoc a Mixcoatl -Emperador, regirá con Cuahutemoc como su Consejero Real, los dos realizaran un grandioso trabajo-

-Así sera, hermano- dijo Mixcoatl a Cuahutemoc y se dieron un apretón de manos simbólico. -Por la tarde se realizara la ceremonia de Coronación frente al pueblo y...- decía el Sacerdote Tlazopilli pero fue interrumpido por Mixcoatl -No, haremos la ceremonia, pero sin fiestas, al menos no para mi. Cumpliré con el protocolo y la ceremonia pero no festejare con ustedes, me interesa los siguientes pasos de Cortes-

Rápido se cumplieron la mitad de las ordenes, las principales, y ya por la tarde se reunió la gente en la plaza principal frente al Templo Mayor. Cuando el Sacerdote Tlazopilli coloco el quetzalapanecáyotl sobre la cabeza de Mixcoatl, los tenochcas dieron gritos de gozo y gloria, se sentían orgullosos y protegidos.

-Me siento tan orgullosa del hombre en el que te has convertido- dijo Yetzalin con lagrimas en los ojos mientras se arrodillaba ante Mixcoatl.

-¡No hagas eso! Yo no seria esto sin ti, te debo todo, tu eres mi fuerza...- dijo Mixcoatl que levanto a su madre, él se arrodillo ante ella y beso su mano. Luego salieron del Templo de Huitzilopochtli y bajaron con todos los funcionarios y miembros del Tlatocan que realizaron la ceremonia. Ahí se encontraba Metzi, quien miro con mucha ilusión a Mixcoatl, mientras caía una lagrima de su rostro -¿Por que llora mi emperatriz?-.

Ante esto, Metzi quedo atonita, no podia entender. -¿Aceptas ser mi emperatriz ahora mismo?- pregunto Mixcoatl.

-¡Claro que si!- contesto y abrazo con fuerza a Mixcoatl. El Sacerdote rápidamente organizo la ceremonia, las damas reales se llevaron a Metzi para arreglarla. En cuestión de minutos la gente se ordeno, llego Metzi, y Tlazopilli hizo una ceremonia improvisada de unión. Ahora se festejaría Coronación y Boda en todo el día.

-Quiero diez pequeños pero fuertes grupos de guerreros águila y milicias reguardando el occidente del valle, cualquier informe o peligro me lo hacen saber con una flecha incendiaria disparada al cielo y yo iré por ustedes- dio ordenes Mixcoatl y como Cihuacoatl al ejercito, los voluntarios ejercutaron ordenes, y el resto tomo el dia para celebrar junto con su emperador.

-Me alegro mucho por ti Mixcoatl, eres el nuevo emperador- dijo Lazaro tomando a Mixcoatl del hombro y caminando a la fiesta en la Plaza. -Gracias, nuevo Comandante del Ejercito Emplumado- respondió Mixcoatl. -¿Ahora dirigire tu ejercito? Es un honor, en verdad un honor servir a un hombre como tu- se arrodillo Lazaro y respondio contento.

-No te arrodilles amigo, odio que hagan eso, que por ser Emperador me tengan cierta superioridad. El honor es mio al luchar a tu lado- exclamo Mixcoatl.

-Eres mas que un Emperador, eres un "Dios" para ellos, es poco arrodillarse ante ti- dijo Lazaro.

Mixcoatl disfruto la fiesta a lado de su Zohuatl, de Metzi. Danzaron, comieron pasaron un día feliz a lado de sus amigos, de la familia, de su pueblo. Fue el mejor día de la vida de Mixcoatl. Los tenochcas los adoraban, les celebraban, les daban obsequios, poco después asistieron las realezas de los pueblos mas cercanos a darles las felicitaciones a Mixcoatl.

Mientras la noche estaba culminando y la fiesta cesaba, los exploradores mantenían vigilancia desde sus puestos. Afortunadamente no se acercaba nadie, pero uno de ellos mientras inspeccionaba el terreno encontro maderos gigantes y cortados de forma que fueran parte de un proyecto importante...

Por si fuera poco, a lo lejos se escuchaban los lamentos de hombres bestias, provenían del Popocatépetl, y según las leyendas, los gigantes pueden seguir vivos después de cientos de años, refugiándose en las cuevas próximas a un paraiso prometido...

Mixcoatl - Heredero PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora