Mixcoatl - Heredero Perdido

22. La Ultima Defensa

Las bestias de Tlahuicole origino grandes bajas al Imperio Azteca, y aunque fueron destruidas en pocos días, costo mucho trabajo detenerlas.

-Mixcoatl, tenemos que retirarnos, nuestras posibilidades de sacarlos de las calzadas se terminaron...- dijo Metzi preocupada y cansada.

-Bien... Retírense a la ciudad, cierren los accesos, yo me encargo de los puentes...- dijo Mixcoatl.

-¿Que nos queda hacer?- pregunto Temoctzin preocupado.

-Mantener a la cuidad con pie hasta el último aliento...- dijo Cuahutemoc.

Así fue. Los guerreros aztecas se dirigieron al interior de Tenochtitlan, se colocaron en las fortalezas de la ciudad con arcos y miles de atlatl's. Cerraron los accesos y se prepararon para pelear dentro de la ciudad, al frente de todos los guerreros se colocaron Metzi, Temoctzin, Cuahutemoc, Itzel, y el Sacerdote Tlazopilli. Mixcoatl salto a los puentes y destruyo una gran parte de ellos para que solo se encargaran de los navíos. 

-Tenemos que emplear el plan, no quiero arriesgar al pueblo...- dijo Mixcoatl al Sacerdote Tlazopilli.

El Sacerdote acepto, y unos guerreros aguila juntaron a todos los Tenochcas, los llevaron atrás del Templo Mayor. Ahí había pequeño monte, al parecer estaban construyendo algo sobre él o dentro de. Los guerreros águila movieron una gran roca y destaparon un acceso secreto que llegaba hasta Tenayuca, pasando por debajo de la calzada hacia Tlacopan. Poco a poco entró la gente por ahí, era un acceso amplio, pero eran millones de tenochcas, así que tardarían en huir.

Mientras tanto, el ejercito azteca respondia los ataques de los navios españoles, mientras Mixcoatl destruia uno por uno. Tlahuicole se puso al frente de su contingente, y salto a Tenochtitlan desde la ruptura de la calzada. Ataco rápidamente a decenas de guerreros águila y jaguar, destrozo casas y con sus restos improviso un paso para el acceso a los españoles. Despues comenzaron a entrar a la ciudad, cientos de tlaxcaltecas y españoles estaban atacando el occidente de Tenochtitlan y apenas una cuarta parte de la población tenochca estaba huyendo por el paso secreto.

El contingente de Xicotencatl también se ingenio para entrar, poniendo unas canoas como paso a Tenochtitlan, entre la ruptura de la calzada y la entrada. Los guerreros águila, jaguar, rapados, milicias y aliados se esparcieron para evitar el paso de los invasores. Los cañones incendiarios prendieron fuego a partes de la ciudad, casas y templos eran destruidos rápidamente, las fuerzas aztecas fueron disminuyendo mas que las enemigas.

Itzel y Temoctzin estaban luchando juntos cuando apareció Xicotenatl. Le hicieron frente al Emperador Tlaxcalteca mas experimentado en guerra, ambos tomaron sus lanzas y dieron inicio a un enfrentamiento épico contra el señor de las garzas.

Cuahutemoc y el Sacerdote Tlazopilli se encontraron cara a cara con Cortes, montado sobre su caballo, con su arcabuz y su espada en ambas manos. Cuahutemoc tomo su Macuahuitl, Tlazopilli tomo su bastón mágico y su daga de obsidiana y fueron por Cortes.

Tlahuicole estaba disfrutando del desmembramiento de sus victimas, y se reencontró con Metzi y con Mixtli, quien protegía a los ciudadanos, y entro en batalla en ese momento. Una vez mas se enfrentaron.

Mientras tanto, Mixcoatl terminaba con los navíos españoles. Pero todo empeoro cuando Itzpapalotl emergió de la plaza central de Tenochtitlan, y las Tzitzimimes atacaron la capital azteca desde su interior.

Despues de un rato, Temoctzin e Itzel mataron a Xicontecatl, arrancando su cabeza de su cuerpo y colocandola en la cima de uno de los templos de Tenochtitlan, ademas de comerse su corazón. Al ver el ataque de las Tzitzimimes, fueron por ellas, y el grupo de guerreros aztecas del sur los acompañaron, ya que las fuerzas enemigas a cargo de Xicontecatl fueron derrotadas y asesinadas. Ahora solo se concentraban en la erradicación de aquellos demonios.