16. El Norte a Caído

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Una semana después de la Victoria en Chimalhaucan-Atenco, los Aztecas se enfocaron en la defensa de sus accesos a Tenochtitlan y la protección de los aliados, mejorar las tropas y sanar a los heridos. En el oriente del lago, guerrillas entre los aztecas y pueblos aliados contra los españoles y tlaxcaltecas se daban continuamente, un mes de pequeños enfrentamientos entre ambos bandos sin que resulte un ganador. Mixcoatl no quería arriesgar a su Ejercito, aunque sus fuerzas eran grandes, los números va a lado de Cortes, y esté no quería perder mas hombres hasta que apareciera Tlahuicole.

A pesar del progreso estable que tenia la guerra, el tercer grupo que mando Cortes ya tenia a los pueblos del norte del lago, entre ellos a Chiconautla y Ecatepec en sus manos, esta vez sin asesinatos, casualmente los pobladores se rindieron y los españoles aceptaron su ayuda, tenían que reponer las perdidas, aunque no lo hizo en su totalidad. Eran los mismos pueblos que se negaron en ayudar a Mixcoatl.

-¿Habra una segunda batalla?- estaban Mixcoatl en el Palacio del Emperador en una reunión de estrategia con los sargentos, Metzi, Itzel, Temoctzin, Cuahutemoc y el Sacerdote Tlazopilli.

-Hay que olvidarnos de la victoria en Atenco, se que podemos ganar, pero no debemos confiarnos, ha pasado un mes y las cosas con los españoles cambiaron. Ahora conoce nuestras fuerzas, nuestra estrategia, nuestra capacidad, y se dedico en mejorar a su ejercito en todo eso. No dudo que el Dios Tezcatlipoca tenga que ver en esta situación, su favorito, Tlahuicole, esta de lado de los españoles, y sospecho que cuenta con ayuda de las Tzitzimimes para atacarnos... en eso si hay que pensar. Cortes no esta ganando, pero hemos perdido el norte del valle, y no debemos permitir que continué bajando. Hay que pensar en otra batalla pero en el occidente de Tenochtitlan, y frenar su avance en esa parte. Si ganamos tendremos control de ambos lados y con dedicación tal vez ganamos la guerra. Ha pasado un mes y nuestras fuerzas siguen igual, sufrimos perdidas pero igualmente las reponemos con cada pueblo que se alía a nosotros. Sus ejércitos ayudan en las guerrillas del oriente. Por el momento mis ordenes son mantener el control del lado este del lago, y preparar todo para una batalla al noroeste- dijo el Emperador Mixcoatl.

-Tenemos un problema nuevo... Las reservas de agua estan escaseando de nuevo, tambien hay que pensar en eso, y la gente esta perdidendo algo de compostura, los robos han aumentado...- dijo un miembro del Tlatocan.

Todas las reservas estan escaseado. -Afortunadamente los pueblos de occidente estan llenos de alimentos y recursos primarios, pide a un conjunto de mercaderes que compren todo lo necesario, y traigan el agua que sea posible, toda el agua que se pueda beber, mientras veremos si se puede reparar el acueducto. Para ello, debemos interponernos a Cortes por el nortoeste- dijo Mixcoatl.

Durante toda una semana los Tenochcas iban al trueque y recolección de sustentos, las chinampas cada vez mas escaseaban de siembra y los mercaderes de otros pueblos dejaban de ir poco a poco al Valle, ya que la situación de los Aztecas era crítica y no querían arriesgarse a tanto. La situación de Tenochtitlan y su gente estaba entrando en crítico.

Despues de esa semana construyeron una barrera de piedra y madera, un muro pequeño pero extenso que frenara el avance conquistador. Sin embargo, no quedo rastro de él cuando el grupo conquistador del norte se dirigio a Tenayuca.

El tlatoani y su ejercito eran bien conocidos por ser excelentes guerreros de arma corta, con sus dagas y lanzas pudieron hacerle frente a los españoles y tlaxcaltecas que venían del norte del valle. La batalla fue extensa, los españoles rodearon el pueblo que se encontraba con buenas defensas. Sin embargo el asedio con un cañón y varios disparos de arco les abrió acceso y estuvieron cerca de hacer una masacre, pero los primeros tlaxcaltecas y españoles en entrar no corrieron tanta suerte, una formación de guerreros tenayucas los esperaban, lanzaron un ataque defensivo y cuando vieron la oportunidad de acorralar al enemigo lanzaron una ofensiva, cada guerrero se movía rápidamente e iba por detrás de un rival, les cortaban la garganta o les atravezaban la lanza justo donde esta el corazón.

La batalla y defensa de Tenayuca duro casi medio dia, con una victoria local. El Ejercito Conquistador no tuvo otro remedio que asentarse en las faldas de la sierra de Tepeyac y esperar instrucciones de Cortes.

Mientras tanto, al dia siguiente de Tenayuca, en Texcoco, Tlahuicole llego herido con Cortes, quien estaba revisando las construcciones navales.

-¿Donde estabas? ¿Que pasó?- pregunto Cortes ofendido por su falta de Tlahuicole en el campo de guerra. Algunos guerreros tlaxcaltecas corrieron a ayudar a Tlahuicole, quien poseía una herida profunda en el hombro izquierdo y un corte en la cara. De este brotaba un vapor que quemaba.

-Las Tzitzimimes no lucharan con nosotros... Esta guerra ahora tiene tres bandos- contesto Tlahuicole antes de desmallarse. Pasaron un par de horas para que estuviera en mejores condiciones.

Comenzo una narración de Tlahuicole a Cortes en cuanto despertó.

"-Tardaste en aparecer...-.

-¿Quien se supone que eres tu? Ningun mortal se nos ha acercado tanto, pero veo agallas en tu alma, peor aun... Veo sinismo y burla, eso nos ofende a mi y mis hijas, asi que te ofrezco micericordia. Márchate antes de comernos tu carne, tus organos y tu corazón mientras ves por última ocasión el mundo-

-Vengo de parte de Tezcatlipoca... Hay una alianza pendiente-

Itzpapalozotl se rio seguido de esto.

-Que ingenuos son los dioses... ¡Yo no me aliare con nadie! Le agradezco que adelantara el caos para mi libertad a la superficie, pero no apoyaré su causa.!Somos Tzitzimimes¡ !Nos alimentamos del exterior, de los pecadores y mediocres hombres, nos encargamos de limpiar el mundo sin distinción! Somos el infierno en persona, la peor compañia de Mictlatehuitli en el Inframundo... Por tu arrogancia seras alimento de mis hijas y nietas- grito hasta darme un rasguño en la cara.

Trate de huir pero una de esas bestias suyas me tomo del hombro y trato de morderme, hasta que le rompí el craneo."

-Vaya escenario... Por un lado debemos conquistar Tenochtitlan, acabar con Mixcoatl y sus aztecas. Por otro tenemos que frenar y si es posible despedazar a esas bestias salvajes- dijo Cortes sarcástico.

La situación se complica y la guerra se hace mas grande...

Mixcoatl - Heredero PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora