Cambios (Bungou Stray Dogs)

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Su rostro seguía serio. No parecía que fuera a decir palabra alguna. Así que el tio Aku decidió continuar.

-Tiene cuatro años de edad, casi cinco. Heredó las habilidades de ambos hombres: Por la tristeza manchada - Corrupción e Indigno de ser humano. Nació teniendo 7 meses, por lo cuál sus oídos no terminaron de desarrollarse del todo y utiliza aparatos auditivos. Sabe leer y escribir, gracias a ello podemos comunicarnos con ella algunas veces.- ¿Él era mi otro padre?

Dazai puso su palma frente al rostro de Akutagawa, dando a decir que podía parar de hablar. Me empezó a observar a mi. Su rostro ahora estaba pacifico como en un comienzo, ya no daba miedo.

-Dices que es mi hija.- Se sobó la sien con los dedos de su mano derecha.- Ahora yo tengo una pregunta ¿Por que Chuuya no me lo dijo?

-Él no quería que usted supiera porque creía que iba a acabar de la misma manera que en un principio de la historia: solo. Dijo que usted lo abandonó sin decirle la razón.

-Creo que tiene algo de razón el enano. Pero... Cambiando un poco de tema. ¿Por que fue el comportamiento de esta ocasión?

-No lo sabemos. Nunca antes había sucedido algo así.- Tomé mi mochila y empecñe a buscar de entre todas las cosas que había metido allí la libreta y lapicero que siempre llevaba conmigo.

Empecé a escribir, ambos me empezaron a observar con atención. Cuando terminé de escribir dudé un poco en enseñárselos, seguía siendo una suposición después de todo.

-¿Qué tienes allí?- Preguntó Dazai en un tono cantarín. Todavía con algo de duda le di la libreta para que leyera.

-Puede que su mente haya sido controlada por un usuario de habilidad.- Es lo que estaba escrito en aquella hoja.

-¿Por qué lo dices?- Tomé de nuevo la libreta y empecé a escribir. Nuevamente se la entregué.

-Si se hubiese dado un golpe en la cabeza, puede que haya olvidado mas cosas que solo a su hija. Tendría amnesia. O en otro caso, hubiese quedado inconsciente por un largo rato y hubiese olvidado otras cosas mas importantes.

-Ya veo.- Dazai se paró de su asiento y estaba dispuesto a marcharse.- Akutagawa-kun, puedes regresar a tus labores. Dejamela a ella a mi, puedo hacerme cargo.

El tío Aku pareció dudar por un momento, su rostro lo mostraba. Pero aceptó, confiaba en aquel hombre como si de él dependiera su vida.

-Voy a enviar a Atsushi-kun cada semana con un reporte para ti.

-¿Jinko?

Antes de que partiera con Dazai, Akutagawa me abrazó, como si me fuera a ir para siempre. Susurrándome un Te quiero en el oído.

Partimos por diferentes lados, Akutagawa por la izquierda y Dazai y yo por la derecha.

Seguía pensando en lo que había sucedido esa tarde. No podía creer todavía como habíamos acabado en ese estado. No sabia que hacer.

No podía confiar realmente en una persona que acababa de conocer apenas unas horas aunque me dijeran que era mi padre. Dudaba en tomar su mano para ir en la calle.

-No lo hagas si no quieres, pero agarrate de algo. No quiero perderte antes de que lleguemos con Rampo-san- Rampo... Rampo... Rampo. ¡Ya lo tenia! Era la persona con la que el otro día Poe-san estaba hablando cuando le entregué a su mapache Karl en aquel edificio.

Rápidamente tome una extremidad de la gabardina con la que vestía.

Llegamos al edificio. Era aquel al que habíamos venido a comer aquella vez los dos y donde conocí a Poe y Lucy.