La preparatoria no es difícil, aunque lo es si tus compañeros son un tanto odiosos y molestos con toda la palabra.
Mi día a día en la escuela no es muy normal que digamos, solo se basa en asistir a clases, entregar los trabajo sin ningún error, volverme a sentar en mi asiento y que mi compañera de atrás me este picoteando con el lápiz debajo de la nuca. Eso solo era en la primera clase.
En receso me quedaba en el salón a almorzar y a terminar trabajos que aún no acababa del todo, mis compañeros varones se me acercaban y me preguntaban si quería salir con alguno de ellos. No valía la pena hacerlo, mis compañeros salían con chicas de otros grupos solo para acaparar la atención de las demás y terminarlas después de tres días de salir con ellas. Sin contar el fin de semana.
Después de receso volvíamos a retomar las clases de todos lo días. Entre esas clases mis compañeras de ambos lados del aula me arrojaban una pelota de papel con cualquier palabra escrita en él: Fea, nerd, monstruo o incluso abominación. Solo entendía el propósito de una de las cuatro que menciona, y todavía faltan algunas de mencionar.
De todos esos días donde me había acostumbrado a convivir de esa forma con mis compañeros, ese fue el peor de ellos.
El día en la mañana había sido como todos los demás, desayunar con mis padres, ponerme el uniforme y que papá me llevara a la escuela para él después dirigirse a su puesto como ejecutivo de la Port Mafia.
Entrar al aula de clase y empezar con la materia de química era como empezaba aquel día. Química era la materia que mejor manejaba de entre las otras, además de matemáticas y activación física claro.
-Hey, Hazuki. ¿Puedes ayudarme con este problema.-
-Claro.- Yo y mi estupidez humana. No sabía cómo negarme cuando me pedían ayuda con cualquier cosa.- ¿Qué es lo que no entiendes?
-¿Como se supone que tengo que sacar el rendimiento teórico?- Sip, ese era mi día. Pero apenas comenzaba.
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Después de las clases de matemáticas, literatura, ética y economía nos tocaba Activación física. El profesor solo nos ponía a correr alrededor de la pista de correr que estaba detrás del edificio de la escuela.
Todas nos dirigimos a los vestidores para poder cambiarnos de la falda a los shorts deportivos que utilizábamos para hacer ejercicio. Después de cambiarnos salimos a la pista para poder empezar a calentar antes de correr.
Esa ocasión el profesor había elegido hacer algo un poco diferente. Colocó diferentes tipos de obstáculos alrededor de la pista. Iba a ser un poco más complicado a como nos habíamos acostumbrado todos.
El profesor decidió hacer una competencia de todos contra todos, algo mixto ya que había más mujeres que hombres en nuestra clase. Cuando fue mi turno, me tocó junto a otros tres chicos, los mismos que siempre me insistían salir con ellos. Parecían estar seguros de sí mismos, no iban a fracasar e iban a dar una buena impresión frente a mi para que les diera una oportunidad. Eso era lo que se reflejaba en sus tres sonrisas socarronas.
La bengala sonó y los cuatro salimos disparados. Al principio les dí un poco de ventaja a los tres, después de que estuvimos alejados una distancia aceptable, decidí ir en serio en esa carrera.
Todos los fines de semana desde que tenía 10 años, a las 4:00 de la mañana papá me levantaba y salíamos a correr a las calles de Yokohama al menos 3 horas, hasta que él entraba a trabajar y no tenía una misión duradera. Había ocasiones en las que me daba ventaja y otras en las que me dejaba 5 calles detrás de él. Me dijo que era una forma de resistencia y aunque se veía simple, mi cuerpo tomara fuerza y me ayudaría en cualquier tipo de ocasión.
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Cambios (Bungou Stray Dogs)
FanfictionNakahara Hazuki, hija de Nakahara Chuuya. Solamente una acción puede traer demasiados cambios a su vida.