6#

4K 416 188
                                    

Los días habían corrido con normalidad, trabajo, casa, informes, subordinados, drogas organizaciones ilegales, pandillas, ciudad, personas normales. Todo normal dentro de sí.

Hazuki ese día estaba a cargo de Akutagawa y Gin. Querían llevarla a pasear por la ciudad a ciertos lugares que eran especiales para ellos dos.

Yo por otra parte había decidido quedarme en casa para limpiar un poco. Hacia mucho que no hacíamos una limpieza de hogar y todo estaba empezando a llenarse de polvo por todos lados.

Todo lo tenia perfectamente planeado. El idiota de Dazai me había llamado hacia unos días para que quedáramos en vernos en algún lado, ya que, según él, hacia mucho que no convivíamos o que no estábamos un rato juntos a solas.

Iba a aprovechar su pequeña visita. Primer punto: El idiota solo llamó para molestarme. Segundo punto: Iba a aprovechar para hablar con él sobre el secreto que tengo cuatro años escondido. Y ultimo y no menos importante: Voy a hacer un trato con él. Primero tenia que hacer que entendiera cual era mi punto, y si no llegábamos a un acuerdo lo iba a alejar de la vida de ambos.

Sonaba perfecto en mi cabeza, pero hacía falta llevarlo a cabo.

Estaba terminando de aspirar la alfombra de la sala, hasta que en la puerta se escucharon tres golpes suaves tocar. Deje la aspiradora a un lado y me encamine a abrir la puerta.

Cuando abrí la puerta me encontré a una persona que no tenia pensado encontrar, o que al menos nunca pensaba en ello. La maestra de mi hija estaba frente a mi. ¿Por que? No lo iba a saber hasta que preguntara.

-Buenas tardes, Sr. Nakahara. Soy la profesora de Hazuki, su hija.- Se presentó primero. Su cuerpo parecía estar recibiendo choque eléctricos, no paraba de temblar. Y su rostro estaba mas rojo que una manzana.

-Buenas tardes. Este... yo. ¿Sucedió algo?

-Yo...bueno. Estaba un poco preocupada por las tan altas inasistencias de Hazuki y, quería saber si todo estaba en orden. ¿Puedo pasar?

-Adelante.- Me hice a un lado de la puerta para que la mujer pudiera pasar al interior. Se retirño las zapatillas que calzaba y se adentró a la gran sala. Se quedó observando un momento los alrededores, mostrando sorpresa en su rostro.

-Es una linda casa.- Comentó.

-Gracias. ¿Gusta algo de beber?

-Gracias, estoy bien así.

Termino de entrar a la sala y tomó asiento en uno de los sofás. Colocó su pierna izquierda encima de la derecha provocando que la falda corta que llevaba se alzara un poco de sus piernas.

-¿De que es de lo que quiere hablar?- Tomó asiento en el mismo sofá a un lado de ella.

-Como sabrá, cuando un niño no asiste a la escuela por cierto periodo de tiempo haciendo que las inasistencias se acumulen, nosotros nos vemos obligados a comunicarnos con alguno de los padres o tutores para saber un poco sobre lo que esta ocasionando que el infante tenga ese problema.

-Comprendo.

-Es la primera vez que Hazuki falta. Y nunca habíamos tenido tantas faltas en la lista de asistencia. Traté de comunicarme con el teléfono que estaba en la ficha de inscripción, pero no hubo respuesta alguna. Así que decidí venir en persona con usted buscando la ubicación igual en la ficha.- Mientras hablaba pude observar como se iba acercando lentamente a mi, casi como un gato tratando de cazar a su presa. Traté de no prestar mucha atención a esa acción solo enfocándome en las palabras que salían de su boca.

-Lamento haberle causado problemas con su trabajo, comprendo que usted tiene cosas mucho mas importantes que venir y preocuparse por las condiciones de un alumno suyo. 

Cambios (Bungou Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora