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Era mi primer festival de verano. El festival se iba a hacer en el bosque Niiharu Shimin, creo que así se decía.

Todo estaba lleno de luces, puestos, niños riendo y familias. Todo era realmente hermoso.

-No te sueltes. O sino te vas a perder.- Me advirtió papá

-Si. Y te va a comer un espíritu y no te encontraremos.

-¡Dazai!

El tío Akutagawa me había contado que en los festivales de verano en los bosques había personas, pero entre ellas se mezclaban los espíritus que habitaban los bosques. Solo así podían convivir sin que huyeran asustados de ellos. Niños, adultos y animales. Que importaba lo que fueran, querían estar entre nosotros y saber lo que era felicidad aunque sea un día en el año. También me había dicho que existía un rumor que decía que los espíritus de las personas que queremos y fallecieron nos visitan ese día en el festival, aunque nosotros no podemos verlos.

Claramente solo era un rumor.

Empezamos a caminar por lo lugares que estaban más habitados de gente. Solo habíamos ido con un propósito a ese festival, y era ver los fuegos artificiales. A papá le gustaba ver los colores brillosos en el cielo, claro, además de probar el sake del lugar junto a Dazai.

-¿Donde dijiste que iba a estar Atsushi-kun?

-Con Akutagawa y Gin. Anne-san iba a venir con Mori-san y Elise, por eso te invité. Sino en este momento estarías en cama o intentando suicidarte como es costumbre.

-No sé si sentirme halagado u ofendido.

-Como tonto.

El tiempo seguía corriendo y esperábamos a que fuera hora de los fuegos artificiales, aunque parecía un eternidad.

Mi cabello estaba alzado en un chongo alto que estaba sostenido por una peineta con una flor roja incrustada en medio. Papá paró un momento para ver una botella de vino en un puesto, cuando sentí que alguien me arrebataba el adorno del cabello. Era un niño que salió corriendo en cuanto me la quitó del cabello.

Sin pensarlo siquiera, salí corriendo tras de él para conseguir lo que me había arrebatado.

No estaba prestando atención en los lugares en los que estaba corriendo y tampoco estaba tratando de familiarizarlos para poder regresar con mis padres. Y eso fue un grave error.

Llegué a un lugar oscuro del bosque, solo podía verse la luz de la luna alumbrar a través de las hojas y ramas de los árboles, después de eso, no se veía nada en cualquier otro lugar. La peineta la había hallado tirada junto a una roca algo grande, al menos lo suficiente como para poder sentarme.

Las luces del festival no se veían por ningún lugar donde tratará de buscarlas. Era imposible, y si me movía de ese lugar era probable que me perdiera más de lo que estaba en ese momento.

Escuche una rama romperse detrás de mí, por instinto voltee a ver quien era la persona que estaba detrás. No había nadie, tal vez solo fue una mala jugada de mi imaginación. Otra rama quebrarse, ya no era una broma y tampoco mi imaginación. Una figura alta se fue reflejando frente a mi, cada vez se acercaba mas y mas. Tenía miedo. ¿Que podía hacer?

Me levanté de la roca para poder atacar si aquella persona trataba de hacerme algo. Pero nunca llegó a lastimarme.

-Yo te puedo ayudar a regresar con tus padres si estás perdida, y si así lo quieres.

-Como sé que puedo confiar en ti y no es una trampa para secuestrarme.

-Soy un viejo amigo de Dazai. Puedes confiar en mi.

Cambios (Bungou Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora