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Un mes había transcurrido y teníamos a la principal sospechosa. Dazai le ordenó a Tanizaki que se infiltrara como espía secreto en la vida de mi ex-profesora: Antoinette Conway. o al menos así era como la conocíamos. Los papeles de vida, trabajo y seguro de vida eran completamente falsos. Al llegar a la oficina Dazai entró a la base de datos y, como había dicho el tío Akutagawa no existía tal persona.

Tanizaki a escondidas espiaba la vida cotidiana que llevaba día a día. Aunque claramente debía de tener cuidado de ser descubierto. Papá parecía tener un 6to sentido. Casi 3 semanas fueron las que estuvo haciendo el trabajo solo para tener todo verificado. 

En las mañanas salia de su apartamento ubicado no muy lejos de donde se encontraba el apartamento de papá, salia de allí arreglada para empezar la jornada de trabajo. A las 2:00 de la tarde en punto, salia del edificio de la escuela, subía a su carro y regresaba a su apartamento. Tomaba una ducha, hacia algo de almorzar y descansaba un rato en el sofá. Ya en la noche; tomaba un libro y empezaba a leer, o veía algún tipo de series en la televisión. A cierta hora de la noche tomaba su teléfono y llamaba a alguien. Tardaba un poco en la llamada. Después de colgar se iba a su habitación y dormía.

Esa solo era la rutina de Lunes, Martes, Jueves y Sábado.

Lo que nos dijo Tanizaki fue que los días que faltaban, después de salir del trabajo se dirigía al bosque en carro. Lo dejaba en algún lugar parado y caminaba hasta el centro donde había un tipo de bodegas. La sigío y por una pequeña rendija que había en las puertas de acero, logró ver que ella se reunía con varios hombres. eran 6 para ser específicos. Así fue la rutina por de 3 semanas del pobre muchacho sin descansar un minuto.

La doctora había salido por un tiempo de la ciudad junto Rampo y Kenji, tenían un caso en un hospital fuera de Yokohama. Por lo que me tuve que quedar en la casa de Dazai.

No tenia demasiados muebles. En la sala principal solo había un sofá rojo y frente a él una mesa de centro. En su habitación un solo futón y un armario donde guardaba su ropa y demás cosas. En la cocina solo una estufa y una nevera donde no había nada -literalmente- de comida.

Era de noche y habíamos salido de la oficina después de que él no hiciera prácticamente nada en todo el día y el tío -como ahora le iba a empezar a llamar- Kunikida le gritoneara por mas de 3 horas, así perdiendo todo el horario ideal que tenia escrito en su libreta de ideales. Nos dirigimos al apartamento a descansar. Al otro día íbamos a empezar a idear un plan para deshacernos de aquella mujer que a Dazai tampoco le agradaba.

3:08 de la mañana y yo todavía no podía pegar el ojo. Estábamos llegando a la conclusión de este lió y yo no me sentía para nada tranquila. Mi cabeza estaba hecha una enredadera de ideas.

Íbamos a salvar a papá de aquella bruja. Iba a regresar con él y nuestra vida iba a ser como lo era antes. ¿Y Dazai? ¿Él querría venir con nosotros? Era peligroso. Un mafioso y un detective de la agencia no podían tener una vida como si nada. Pero tal vez podrían llegar a un acuerdo con las cabezas de ambas organizaciones. Por fin había conocido a la persona que en su tiempo había hecho feliz a papá y ahora no la quería dejarla ir. No ahora.

Sentí un dolor en el pecho. Se sentía horrible.

Vi como la puerta de la habitación se abría y una figura alta se dejaba ver en la oscuridad de la habitación y la luz de la luna que entraba de la ventana que estaba a un lado en la pared.

Dazai se acostó a un lado de mi en el futón y me pusó solo unos de los aparatos.

-¿No puedes dormir?- Me preguntó acariciando mis cabellos castaños con su mano derecha. Solo negué con la cabeza.

Cambios (Bungou Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora