Me quedé esperando fuera de la oficina de Mori por al menos 4 horas, y también Autagawa
Akutagawa el cual se quedó dormido y entre los sueños se la pasaba balbuceando cosas como "Dazai-san" o "Jinko". En realidad tiene una rara obsesión con esos dos.
-Chuuya-kun, Akutagawa-kun, ya pueden pasar.- No mencionó el jefe abriendo un poco la puerta de su oficina.
Desperté a Akutagawa y ambos nos levantamos. Cuando llegué al consultorio, Hazuki seguia dormida, pero esta vez, tenia conectado a su cuerpo un tanque de oxigeno y con una via intravenosa en su brazo izquierdo.
-Su respiración era muy lenta y a su cuerpo le faltaba liquido. Fuera de eso no hay riesgo alguno.
-Mo ... Jefe- Llamé su atención.- ¿Como podria pagarselo?
-No hace falta eso, Chuuya-kun. La verdad es que todo está bien.
-Gracias, señor.
Mori-san solo se asintió y se retiró de la habitación al igual que Akutagawa. Me senté en la silla que estaba al lado de la cama y de la pequeña mano de mi hija.
Su piel clara, su cabello castaño, ondulado y largo; Simplemente se convirtió a él, toda ella. Con tan solo mirarla estabas viendo una mini versión de Dazai mujer.
Antes de que ella naciera me fallaba la respiración constantemente, estaba mareado la mayor parte del tiempo, vomitaba sangre y estaba deprimido.
En el séptimo mes fue cuando ella nació. En este caso no pude hacer nada. Si no hubiera sido por el jefe, la pequeña Elise y Kouyou, creo que Hazuki y yo no hubiésemos sobrevivido. Después de eso Hazuki tuvo que estar dos meses en una incubadora y yo en cama.
Después de que paso el tiempo, pude tenerla en mis brazos por primera vez; era un pequeño ser humano que con solo tocarlo se iba a desmoronar en tus brazos. Fue como si ella hubiera sido mi medicina a todo lo que había vivido con aquella persona que me había roto en miles de fragmentos.
La primera vez que vi a Dazai después de 4 años, no sabía como reaccionar. ¿Te gustaría estar feliz y enamorado? Jamás. ¿Ir hacia él y decirle todas sus verdades en su cara además de golpearlo hasta que tuviera la muerte que tanto anhelaba? Era una opción. Pero no podía hacerlo; tenía que saber la razón por la cual estaba como prisionero en uno de los calabozos de Port Mafia.
La segunda vez, que fue cuando tuvimos que unirnos nuevamente como "Soukoku" y tuve que utilizar Corrupción para terminar con el maldito pulpo gigante de Guild. En esa ocasión solo quería golpear y terminar con el.
Mi vida había sido un poco más fácil desde que dejó de entrometerse.
Busqué el reloj en una de las paredes de la habitación, marcaba exactamente las 7:00 de la tarde y Hazuki aun no despertaba, supuse que era causa de la anestesia. No iba a alejarme nuevamente de su lado, la iba a proteger de todo lo que le llegara a suceder.
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(Narra Hazuki.)
Estaba acostada en una jaula gigante, mi cuerpo pesaba al igual que mis parpados. Junto ella se encontraba de pie un hombre alto con un abrigo largo color blanco y botas marrón. A unos metros había otro hombre en el piso -probablemente inconsciente-, alrededor de él había un pequeño charco de sangre. Su cabello era castaño y usaba una gabardina. En el fondo podía observar lo que fácilmente parecía ser un bosque, de él salia una persona corriendo, esta se veía borrosa y se estaba acercando cada vez más a nosotros.
El hombre borroso había parado en seco, tras unos segundos volteó a observarme, pero se detuvo ya que el hombre de abrigo blanco se lo impidió.
No podía escuchar una palabra de lo que decían, solo lograba ver el movimiento de sus manos. Después de todo su "parloteo", el hombre que salió del bosque se retiró algo de las manos y alrededor de él apareció una luz roja. Tras eso último caí nuevamente dormida y desperté en una camilla de hospital.
Mi corazón estaba acelerado y mi respiración agitada. Había comprendido -al menos un poco- el sueño. Solo reconocí a uno de los tres hombres que estaban allí: papá era la persona borrosa que había salido de aquel bosque y la luz roja que estaba a su alrededor era el poder que él, tia Kouyou y muchos de la mafia alguna vez llamaron "Corrupción."
Traté de calmarme y regular mi respiración. Traté de sentarme en la cama, pero mi bajo vientre me empezó a doler, ademas de que una de mis manos estaba siendo sujetada por otra.
Papá estaba al lado de mi cama dormido en una silla sujetando mi mano con la suya enguantada. Le retire el sombrero que aún tenía sobre sus cabellos pelirrojos y lo puse entre mis piernas para tratar de despertarlo. Cuando lo hice su cara parecía la de un niño queriendo dormir más. Al momento en que terminó de despertar, me miró y me abrazo. Dejó de hacerlo cuando me quejé por aquel dolor en cierta parte.
Movía los labios pero yo no lograba entender lo que quería decirme. Su cara demostraba frustración y también estar al borde de las lágrimas. Se levantó de la silla y salió de la habitación, no tardó ni un minuto cuando regresó con el abuelo Mori y Elise a su lado.
El abuelo se acercó a un mueble con cajones, y de uno e ellos sacó lo que parecían aparatos como lo que yo utilizaba. Se los entregó en la mano a papá y él me los puso en los oídos. Me volvió a abrazar y esta vez yo le correspondí. Sabía que lo había preocupado demasiado, él siempre lo hace. Me cuida no importa donde esté, sin importar que le suceda a él.
Y también sabia que era muy alta la probabilidad de que se echara la culpa de lo que me sucedió ese día.
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Cambios (Bungou Stray Dogs)
FanfictionNakahara Hazuki, hija de Nakahara Chuuya. Solamente una acción puede traer demasiados cambios a su vida.