La Chica Que Unió MAGCON || Old Magcon [Completa]

Capítulo 46

Fuí la primera en despertarme, y comencé a fangirlear y preguntarme POR QUÉ CARAJOS SE HABÍAN BESADO EL MORENO Y EL RUBIO.

DAMN, I'M SO FUCKIN' HAPPY!

Lo lamento, imposible no emocionarse.

¡Es que se besaron, maldita sea!

Ya, ya, basta.

¡En la boca olv!

*ni modo que en el ano pendeja*

Bueno, podría ser...

*:0*

Lo lamento, ahora así.

El punto es que Gilinsky en ese momento dejó de besarlo y le sonrió para después irse a la cocina por más cervezas, y el bebito Johnson se quedó ahí parado, muy mareado y totalmente rojo que me dió mucha ternura.
Después de eso, quedé tan emocionada que dejé de beber y me quedé mirándolos acosadoramente todo lo que hacían. Pero lamentablemente no conseguí mucho, ya estaban más mareados y borrachos hasta que decidieron subir a sus habitaciones a dormir y los demás cayeron dormidos, y a la final yo también.

Miré a mi alrededor, estaba en el sofá donde había dormido, y Taylor se encontraba detrás mío, ventajas de ser millonarios como los Jacks y tener sofás más grandes que el trasero de Hayes.

Me levanté pero el brazo de Caniff en mi cintura me detuvo y me apretó más contra él.

Mala idea.

¡Call the nine one fuckin' one olv! Do you not see my fuckin' ass!

¡Nojoda!

-Taylor...- Susurré e intenté separarlo pero se apretó aún más y enterró su cara en mi cuello. -Taylor, Taylor...

Yisus, si no hacia algo, saldría de las casa de los Jacks con una bendición y cien años de pobreza encima.

-Taylor, suéltame.- Intenté quitar su mano y ¿han intentado cargar un muerto?

No pregunten.

-¡Maldita sea, Taylor, me vas a violar!- Susurré-grité y alcé fuertemente su brazo para luego levantarme, creyendo que así se despertaría, pero no, seguía como un maldito cadáver.

No pregunten x2.

-¡Estuviste a punto de romper mi maldita pijama, bastardo!- Susurré señalándolo, algo totalmente inútil porque seguía dormido. Revisé la hora en el reloj de pared y me sorprendí, eran las dos y veintialgo de la tarde. Probablemente Tom ya estaba en casa, asustado porque no estaba, o probablemente no, meh.

Caminé a la cocina a tomar un vaso de agua, que luego se convirtieron en seis vasos y dos idas al baño. Que les diré, el alcohol te vuelve sedienta y meona.

Caminé nuevamente hasta la sala, donde Matt rubio Espinosa ya estaba despierto y con su usual cara de muerto, pero algo así como elevada al mil.

-Tremenda resaca ¿no?- Pregunté en voz baja mirándolo divertida. Él asintió levemente y se tocó la cabeza.

-Siento mi cerebro comprimirse.- Se quejó en voz baja y se levantó lentamente.

-Con eso ya murió tu última neurona.- Solté una risita a lo que él me miró fingiendo uno.

-¿Te crees graciosa señorita, eh?

-Yo SOY graciosa, Matty, qué te pasa.- Me burlé y le saqué la lengua cruzándome de brazos.

-Sí, y yo soy Batman.

-Idiotman te queda más.- Volví a reír y me acerqué a él poniéndole un mano en el hombro. -Pero así te queremos, bobo.- Me alejé de él y me senté en el único sofá vacío, donde había estado Matthew antes.

-¿Tienes alguna aspirina?- Susurró el rubio y negué. -¿Acaso tú no tienes resaca?

-No bebí mucho.- Alcé mis hombros restándole importancia.

-Supongo que debemos esperar hasta que los Jacks despierten, probablemente ellos tengan.- Agregó Matt y yo asentí. A mi lado en el otro sofá, Nash se removió y siguió durmiendo, comenzando a roncar muy levemente.

-Esto es nuevo.- Dije señalándolo divertido. Matt negó.

-La vejez lo está alcanzando.- Se burló. Iba a responder cuando escuchamos bajar a alguien las escaleras, nos volteamos viendo a Johnson, con una mano sosteniendo su cabeza y expresión de dolor.

Pero eso no era todo.

Oh no no, claro que no.

TRAÍA LA CAMISA DE GILINSKY MARICA.

Morí y resucité en ese mismo instante. Se veía tan pequeño en ese mastodonte de camisa que me daban ganas de abrazarlo y ajdjsbdnd.

Lo lamento, momento fangirl.

-Maldición, mi cabeza.- Susurró levemente y después se dió cuenta que Matt y yo estábamos ahí. -Buenos...- Miro su reloj de pared y prosiguió. -...tardes.

-Buenos tardes.- Me burlé haciendo que Matt ría y luego se queje por su resaca.

-J, ¿tienes alguna aspirina?- Preguntó el rubio y la rubia asintió para luego irse ambos a la cocina. Al cabo de un rato salieron hablando de algo y caminaron hasta donde yo estaba, para luego sentarse cada uno en cada una de mis piernas.

-¿Creen que sus huesos largos no pesan?- Me quejé e intenté levantarlos, pero fue imposible. Bufé y me rendí. -Cada uno me donará una pierna suya si llego a perder las mías por falta de circulación.- Me volví a quejar.

-Eso sería muy extraño. Caminarías coja porque Johnson está bien enano.- Se burló Matt y huyó antes de que J pudiera acestarle un buen golpe.

-Que tú seas un rascacielos no me hace un enano. Mi estutura es común.

-Comunraton.- Añadió el rubio burlón, en ese momento Jack se levantó y comenzó a perseguirlo por toda la casa, haciéndome reír fuertemente. Los gritos de ambos lograron despertar a Nash y Taylor que tenían aún peores caras de muerto que la de Matt cuando se despertó. Finalmente y luwgo de varios minutos, Jack pudo atrapar a Matt cerca de donde yo me encontraba, ya que el más alto se enredo con sus mismos pies y besó el piso. Johnson trepó en él y comenzó a hacerle cosquillas. -¡Tengo resaca, tengo resaca!- Se quejó Matt pero Jack no se detenía mientras ambos reían, Grier y Caniff se comenzaron a quejar por el ruido que estaban causando.

-Buenos días.- Se escuchó a Gilinsky, bajando a las escaleras y quien también venía agarrando fuertemente su cabeza. Pero lo que verdaderamente me sorprendió fue ver cómo su expresión cambió totalmente cuando distinguió a los rubios jugando en el suelo. Trató de disimularlo y al darse cuenta que yo lo estaba observando, se acercó a mí sonriendo levemente.

-Amor mío. ¿Qué tal amaneciste? ¿Soñaste conmigo?- Movió sus cejas pícaramente mientras se acercaba hasta donde me encontraba. Puse mi mano en toda su cara y lo alejé de mí al ver sus intenciones. -Oh, maldita resaca.- Se quejó y miró a Johnson. -J, ¿tienes aspirinas?

-Están en la cocina.- Los rubios finalmente se separaron, pero Matt riendo, abrazó a J por los hombros y rápidamente volteé disimulada a ver a G. Noté como eso enojaba completamente a Gilinsky.

¡Marica esto se va a poner bueno!