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¡¿En serio?!
¡Jodeeer! Estaba muy, pero que muy asustado de sólo pensar en peores cosas. De veras que era idiota cuando quería...
Lo peor es que, ahora, me encontraba desnudo de la cintura para abajo, sentado en sus piernas, y descansando mi cabeza en su pecho. Durante casi una hora, me hizo lo que quiso, a su antojo... Y yo, obviamente no me podía quejar.
—¿Te gustó? —asentí, aún incapaz de formular palabra alguna para responderle.
Definitivamente, cada día me dejaba más atontado que el anterior.
—No creas que sólo vine para esto —aludió, con todo el sarcasmo del mundo.
—¿No? —pregunté, aún con mayor sarcasmo—. Ajá...
Él simplemente se rió. Yo, por mi parte comencé a vestirme por si alguien se le volvía ocurrir llamar a la puerta. Porque, sí. Quisieron entrar miles de veces, pero luego luego, mis gemidos los hacían —seguramente— salir corriendo.
—¿Sabes? Ahora sí necesito hablar de algo.
Rodé los ojos por haberme hecho pensar cosas malas antes.
—Tengo un encargo para ti —me detuve de acomodar mi ropa, para prestar atención a qué se refería—. Una reunión, importante, y yo no pue...
—¡¿Yo?! —exclamé, imaginando que había escuchado mal—. No. No, no, no...
—¿Por qué no?
—T-Tus pirimos, ¡ussh! —chasqueé lengua por equivocarme—. P-primos, ellos...
—No pueden, ya les había dejado otros proyectos y los tienen pendientes.
—¡Mala idoa! ¡Idea! ¡Uush!
—Por favor —rogó—. He avanzado en él hasta el momento, te explicaré todo. La junta será el viernes.
—No —y ya era lunes. No me daría tiempo de prepararme como era debido—. Yo no...
—¡Por favor! Ivo, yo no puedo ir porque debo llevar a Vin a sus chequeos.
—¡No poedo! —hablé, alzando un poco la voz—Yoo no ha-hablar bie-bien y too salir mal, po'que soy tonto.
—¡No! —estaba un poco irritado—. No te llames así, ¿okey? —me besó en las mejillas, para que después, juntara su frente contra la mía—. Tú, no eres ningún tonto, eres una persona muy capaz y sé que puedes lograrlo.
Ya hasta me habían dado ganas de llorar. Así, que tuve la mera necesidad de abrazarlo.
Acepté su propuesta. Siempre quise hacer algo así, por eso me esforzaría el doble. Y aún más cuando tenía toda su fe invertida en mí.
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Así pues, por los siguientes cuatro días, me estuve preparando con la presentación y tratando de predecir ciertas preguntas que eran comunes. ¡Incluso podía hablar como si no tuviera disfasia! Casi, casi, me ponía a llorar de la felicidad.
Hasta que llegó el viernes... Y todo, se fue a la basura.
—¿Tú eres Lane, cierto? —un hombre alto, fornido y de buen ver, se había acercado a mí cuando estaba en la recepción, esperando a que terminara su junta anterior.
Me levanté de inmediato, aún nervioso de que Romy no llegará todavía.
—Ah, sí... —con suma torpeza, le extendí mi mano, acción que no recibió—. Yo, yo soy. Mu-mucho gusto-to —dije, apenado.
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Perfecta ImperFecciÓn
Romance• ° Usa guantes por una razón que desconozco. Su sonrisa es hermosa, y aunque tiene un problema de lenguaje... Me encanta su Perfecta ImperFecciÓn. ° • >>Historia LGBT. ChicoxChico 👨❤👨 >>Escenas +18 y palabras altisonantes 📣 >>Capítulo cortos...