Eres Mia

2. Capitulo 13

Darren

Extraño los dulces brazos de Sara, quien diría que las mujeres son tan distintas entre sí. Yo lo he comprobado y sufro a causa de esa decisión. Los brazos de Ruth causaban una sensación extraña, todo lo contrario a los de mi mate.

—Eres un Imbécil — habló molesto mi lobo.

— Perdoname, en serio, no debí de caer en su trampa — trate de disculparme.

— No trates de arreglar lo que ya no tiene remedio, perdiste la razón de nuestro existir y lo cambiaste por la nada — cerró la conexión.

Me levante de la cama y me empece a arreglar para la boda de uno de mis mejores amigos. Al terminar baje a la cocina, viendo la cara de felicidad conteniendo las lágrimas mientras Scott lo abrazaba.

— Hoy en serio, será el mejor día de mi vida, por fin estará totalmente para mi — sonrió y al verme cerró los ojos haciendo que lágrimas salieran de ellos.

— Deja de hacer eso, tendrás los ojos rojos en la ceremonia — limpie sus lágrimas.

— Darren tiene razón, ahí veremos al amor de nuestras vidas, no tenemos derecho de vernos así.

Sonreí y subí nuevamente a mi habitación, en el camino no pude evitar pasar a la antigua habitación de Sara, me acosté en la cama y acaricie suavemente la sabana que aún tenía un ligero olor a ella, de un momento a otro escuché a alguien caminando hacia acá, al afinar mi olfato supe que se te trataba de Ruth.

— Cariño, las chicas y yo ocuparemos este espacio para arreglarnos — entró con sus 2 amigas igual que ella, a ambas les gustaban Scott y Matt.

Quería gritarles que salieran de aquí, que aquí no tenían ningún permiso para pasar, que salieran lo más rápido posible. Pero no podía, no se que es lo que pasa aquí, prefiero darle la razón a una total loca que al mismo amor de mi vida, la prefiero a ella que a mi otra mitad, ¿que es lo que sucede?

— ¿Puedes irte? Se supone que no puedes ver a la novia antes de la boda.

No quiero responder a eso, solamente salgo de la habitación. Yo jamás la amaré como para casarme con ella.

— Eso lo hubieras pensado antes de caer, idiota — hablo nuevamente mi lobo, más enojado que antes — ahora estas comprometido con ella y no con quien verdaderamente amo.

— No me estas ayudando —le dije un poco molesto.

— No te estoy tratando de ayudar, sigo demasiado molesto, lastima que pasare el resto de mi existencia contigo.

(...)

Estaba sentado en los asientos del templo observando a David y Scott parados a lado de Matt, él se veía tan feliz, tan alegre, desbordaba nervios. En un momento a otro entró Sara junto a Lidya, se pusieron en su respectivos lugares.

Me quedo embobado por la belleza de Sara, como si fuera la primera vez que la vi me dedique a observar su delicada y a la vez hermosa y seductora figura, su cada vez más bello rostros, tan perfecto, tan hermoso, tan ella.

En toda la ceremonia solo me dedique a verla, cuando llegamos al salón donde se celebraría la fiesta, la perdí de vista.

— Amor ya he llegado — escucha la chirriante voz de Ruth, me envuelve en sus brazos como vil víbora y besa mi cachete, yo ni me inmutó.

— Querida, ¿quieres ir a bailar? — Scott se levanta y le ofrece la mano a Lidya, ella gustosa la acepta, se levanta y van juntos a bailar.

— Vamos, amor, hagamos lo mismo — me jalo del brazo, yo accedí y me levante sin decir nada, llegamos a la pista y empezamos a bailar.

Bailo muy forzado y ella como si fuera la dueña del lugar, al final por sus movimientos bruscos golpea a una pareja, al ver quienes son solo puedo enfurecerme. Veo al tipo que está con mi preciada Sara, la miro triste y a el lo miro furioso con ganas de arrancarle el cuello. Ellos desaparecen en la pista de baile y se van a cualquier lado.

Estoy triste y furioso conmigo, con ellos, con mis decisiones. ¿Qué se supone que estoy haciendo? ¿Cuándo pasó todo esto? ¿Por qué sucedió?

Aturdido voy por un trago, dejando en la pista a Ruth. Pido un trago de whisky el cual me dan casi de inmediato, lo bebo de un trago, me tomo unos cinco shots de tequila, me levanto y me dirijo al baño, entro hago mis necesidades y salgo.

Me quedo un momento recargado en la pared, tenia una extraña sensación, en un momento dado alcanzo a persivir el olor de mi mate, de mi Sara, veo como abren la puerta del baño. Sin pensarlo más de dos veces la arrinconó contra la pared, tomó fuertemente sus muñecas y las pongo sobre su cabeza.

— ¿Quien es él, Sara? — fue lo primero que salió de mi boca, no podía si quiera recordarlo sin que mi sangre hierva.

— Nadie que te importe, ahora dejame en paz o mejor acepta mi rechazo — su voz suena fuere.

— Oh no cariño, tu me perteneces, no te dejaré ir tan fácil, "tu eres mia".

— ¿Disculpa?, te estas confundiendo, cariño. Yo jamás te pertenecí, una cosa es ser tu pareja y otra muy diferente es ser de tu propiedad, yo no soy un maldito objeto, ahora si me disculpas estoy aquí con alguien más — estaba por irse, pero la tomé fuertemente del brazo.

— Tu no te iras — mi voz se escuchaba  enojada y posesiva.

— Claro que me iré, ahora sueltame — jale su brazo en vano, no aflojo nada.

— ¿Qué está pasando aquí? — Ruth apareció y nos arruino el momento.

— Nada solo estábamos platicando — le solté el brazo y empezó — Que tengan una buena.

No sabía que demonios hacer, por una parte podía secuestrar la y hacerla mia una y otra vez, remarcar le que solo a mi me debe de amar, pero por otra parte yo estaba comprometido con Ruth. Lo único que hice es salir del salón, subirme a mi auto e irme a casa, la guerra la había ganado aquel chico que estaba con mi chica.

El pueblo quería sangre y es mi deber derramar la. XD

Amgos, si ya se otra vez yo. Bueno les traigo unas noticias chidas o no se, el próximo veremos la perspectiva de Jordan, porque la verdad yo quería que ganará Jordan, el es un papucho.

Otra noticia es que tal vez publique otra historia es la de Chris, en lo personal mi personaje favorito, o tal vez corrija todos los errores ortográficos de esta obra.

Como sea pueden votar y decidir. Antes de despedirme les quiero recomendar mi otra historia, esta en este mismo perfil, "La pequeña para el alfa".