2. Capitulo 5

4.8K 266 19
                                    

Estábamos preparándonos para la noche de fiesta, me había puesto un vestido color vino que contrastaba con mi cuerpo, no quería maquillarme, pero Jane insistió en que debía de hacerlo, al final cedí.

— Hermosa — dijo Jane terminando de delinear mis ojos.

— Lo se — dije con sarcasmo.

— No seas egocéntrica, bonita — me extendió unos aretes de rubi. — Ocultaran tu olor.

— Gracias — sonreí.

Me levante y nos fuimos al lugar de la fiesta.

— Cariño, ¿Jordán nos alcanzará allá? — le preguntó Jane a Ian.

— Si — no sé quién es Jordán, pero infiero que es la máquina de sexo de la habitación de a lado.

— Sara, hoy es una reunión con amigos de Ian, todos son vampiros, espero no te incomode.

— Esta bien — le sonreí a Jane.

Después de unos minutos en el auto nos paramos en un salón muy elegante, al bajarnos un muchacho se subió al auto y lo llevo a estacionar, nosotros entramos al lugar.

Era enorme, habían cientos de mesas, nosotros nos sentamos en una que tenía el apellido de Ian, estábamos casi hasta el frente, esperamos a que todo el mundo llegara para que empezarán a servir las bebidas.

(...)

Habían pasados 3 horas desde que llegamos y realmente estaba cansada de estar sentada, me levante de la mesa con intenciones de ir al baño y de allí tomar algo de aire. Al salir del baño camino un poco y puedo ver una terraza con vista a toda la ciudad y parte del bosque, esta tenía un pequeño bar, pedí un poco de agua y me recargue en unas barandas de cristal. Estuve allí unos minutos viendo todo el perfecto escenario hasta que sentí la vista de alguien.

Volteo a ver a la persona y me topo a un joven de unos 23 años, ojos grises, piel pálida, con un traje negro totalmente, mirándome fijamente con un toque de deseo en sus ojos.

— Demonios, te adoro, luna mía — dijo Jue.

— ¿Que?

— Nos dio una segunda oportunidad.

— ¿De qué?

— De amar.

Jordán

Estaba en la fiesta con mi hermano y su dua. Acababa de llegar, no había mucho que hacer, aún no se abría el baile así que decidir dar un paseo e ir a tomar algo al pequeño bar de este lugar.

Al llegar puedo ver la belleza encarnada, un linda chica, tenía un cuerpo hermoso, el cabello castaño hasta la cintura, el vestido que traía resaltaba más su fina figura, creo que noto que la estaba viendo pues volteo y me vio.

Al solo verle escuche el melodioso sonido de los violines, ahí supe que aquella chica de ojos verdes era mi dua candante.

Sara

El chico sin despegar la mirada se fue acercando a mi y al estar a mi lado me sonrió.

— Hola, ¿que hace un bar como tu en una chica cómo esta? — reí por lo que había dicho.

— Lo mismo te pregunto a ti — le respondí de la misma forma en que me pregunto.

— Pues veras venia con la esperanza de pasármela bien con unas personas, pero me lo arruinaste ahora solo quisiera llevarte a otro lugar más privado.

— Oye tranquilo.

— Perdón, no me pude aguantar después de ver a una chica tan hermosa sola.

— Deberías resistir más — le sonreí.

— ¿Por qué lo haría?

— ¿Por qué no lo harías?

— Porque así pude sacarte unas sonrisas. — sonreí — lo ves.

— Si, puedo ver que eres un tonto.

— Me ofendes.

Después de estar platicando unos minutos con este chico desconocido estoy más que interesada por el, no solo por que es el remplazo de mi mate.

— Llevamos tanto tiempo platicando y aun no se tu nombre, preciosa.

— Me llamo...

— Sara — escucho la voz de Jane.

— ¿Jane? — el chico la mira.

— ¿Jordan? ¿Que haces aquí? — después me mira — veo que ya conociste a Jordan, el hermano de Ian. El que duerme a lado de ti.

— ¿¡Eres la máquina de sexo!? — me sorprende.

— ¿¡Eres la lobita!? — después su cara cambia a una graciosa. — ¿Maquina de sexo? ¿Que clase de apodo es ese?

— Uno muy bueno — sonrió.

— Ni si quiera hemos tenido eso como para que me digas así.

— No, pero duermo a lado de ti, ¡Demonios! ¿Nunca te cansas?

— No, ¿quieres comprobarlo? — pone una cara pícara.

— No, gracias.

— Si, si queremos comprobar.

— Jue, por favor.

— Oigan, sigo aquí — la cara de Jane es un verdadero poema, no se si esta sorprendida, divertida o que.

— Perdón, ¿qué pasó? — le pregunté.

— Ya abrieron la pista de baile y quería que bailaramos.

— Claro — le sonreí. — Después lo veo, señor máquina — le doy una última mirada y me voy con Jane.

Hasta aquí llego el capítulo, espero y les guste por qué aunque poco tarde en hacerlo XD.

Gracias por leer.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora