2. Capitulo 27

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—¿Qué hace una asquerosa loba aquí?

—Es la dua de Jordán— interfirió Alessio.

—Eso no puede ser.— la rubia se agarro el cabello —Él debía de ser mío, no de una loba mugrosa— la incomodidad que sentía en ese momento era abrumadora. —No lo permitiré— se lanzó contra mi, Donnato la detuvo, yo me puse detrás de Alessio. Los ojos de la rubia se empezaban a tornar de un color rojo carmesí, sus uñas se convirtieron en garras, le crecieron los colmillos, su piel oscureció a morado grisáceo, mientras que su piel se agrietaba.

—Ermine, cálmate, ya no eres una niña, Jordán no es ni será tuyo, así que deja tu arrogancia a un lado y felicítalo— dijo Donnato.

—¡No lo aceptaré!— de sus manos comenzó a brotar una extraña energía que cubrió a su cuerpo por completo. La concentro en una de sus manos y nos lanzó a los tres hacia a fuera. Alessio y Donnato, se pusieron enfrente de mi, pero yo me había enojado.

—¡Puedes irte a la mierda!— con mi magia hice un escudo de hielo que bloqueó poder alguno de ella, —Jordán me pertenece, no dejaré que una niña berrinchuda lo arruine— del suelo empezó a brotar agua, que empezó envolver desde sus piernas llegando hasta el cuello, su poder se empezó a neutralizar, con mi agua hice que se inclinara —Suplica perdón— ella me miró con una furia desbordante —¡Suplica perdón!— me enoje, controlando su sangre hice que sintiera el peor de los ardores —Tu niña malcriada le suplicaras perdón a tus hermanos por las molestias— sentencie e incremente el dolor en ella, soltó un chillido de dolor.

—No lo haré— dijo débil.

—Alessio, Donnato, ¿les importaría qué matase a esta niña?

—Es nuestra hermana— protestó Alessio. Yo asentí, paralice totalmente su cuerpo.

—¿Qué le hiciste?— preguntó Donnato.

—Paralice su cuerpo, tranquilos, solo estoy drenando su energía, prácticamente tendrá la misma energía que una humana durante algún tiempo. Ahora me iré, gracias por la comida— entre a la casa y cargue como pude al sedado Jordán. Él trató de decirme algo, pero no lo escuche bien.

Puse a Jordán en el asiento del copiloto, me subí al asiento del conductor, encendí el auto y lo puse en marcha, primero me dirigí al hostal donde me había alojado hace dos días, para recoger mis cosas. En el camino note que Jordán estaba dormido.

—Eres perfecto, la forma en que actuó la chica me hizo saber que causas eso en las chicas, tal vez en todos, le das demasiadas razones por las cuales amarte, eres lindo y tierno, me siento afortunada de que seas tú quien pasará cada segundo de mi vida a mi lado. Solo quiero que sepas algo, no permitiré que ninguna prepotente y arrogante niña te aparte de mi. —por su respiración supe que seguía dormido, sonreí en una posición dócil.

En fin, al terminar de recoger mis cosas en el hostal me fui directo a casa, subí como pude a Jordán, cambie mi ropa y salí al bosque que conectaba con palacio, me convertí y fui directo hacia allá. Al llegar los guardias se inclinaron y me dejaron pasar, al estar en la puerta me convertí en humana y salude cordialmente a los guardias. Entre y fui directo al despacho del rey, cuando entre estaban sus consejeros discutiendo con él,me saludaron con respeto, pero no cambiaron de tema de conversación.

—Mi rey, debe rechazar a su mate... no podemos tener a una reina de otra especie y menos una simple humana— dijo uno, yo me senté en el sillón y me puse a escuchar.

—No hay objeciones, ella es mi mate, la diosa tendrá alguna razón por la cual quiere que ella sea la reina.

—No podemos tener una reina humana.

—Todo el consejo está en contra de la reina, no aceptamos esto.— en la cara del rey empezó a haber duda, así que interveni.

—¿Están desafiando la voluntad de nuestra diosa?— pregunte en un modo serio, todos me voltearon a ver —Además de la del rey. Solo les recuerdo que ustedes están para aconsejar, no para imponer.

—Mi Ipso, no podemos permitir esto...

—¿Permitir que? Solo quiero recordarles que ustedes son consejeros, no son el rey y ustedes no tienen más autoridad que él y se debe de respetar su decisión— dije seria —Ahora bien, podemos hacer esto más justo, pueden persuadir al rey para que cambie de opinión, pero si el rey acepta a la legítima reina, o sea Elenora, ustedes no objetarán nada,— se voltearon a ver unos a otros, —tienen cierto tiempo para hacerlo, solo que ahora soy yo la que necesita hablar con el rey— ellos obedecen y salen mientras piden perdón. —¿Qué sucedió aquí? ¿Tus consejeros querían hacerte rechazar a tu mate?— lo mire intrigada —lo peor es que estabas cediendo y la forma en la que te hablaban.

—¿Qué puedo hacer? Es lo mejor para el reino ...

—¿El qué? El que te miren y hablen como a un niño, o el que quieran decidir con quién estarás, o el que a sus 200 años siga recibiendo y aceptando las órdenes de ese consejo.

—No puedo negarlo, pero...

—Como sea, eso está a tu decisión, pero dime ¿cómo le vas a hacer para ganarte su corazón y confía?

—No lo sé— se agarra la frente y pone su codo en la mesa.

—Escuche que hoy vendrían lobos blancos, para hablar contigo, ¿es cierto?

—No del todo...

—Bueno, iré a la enfermería a ver a Nora y a su brazo. No sé si lo sabes, pero le rompiste el brazo, genio.

Con esas palabras salgo de ahí y voy directo con Nora.

Bueno, amigos, hasta aquí el capítulo de hoy. Espero les guste en serio, me gusta que les guste lo que escribo, la verdad. Cuando empecé yo creía que no iba a llegar siquiera a cien y ahora veo que en efectivo, no llegue a 100 sino que llegue a 50,000 es algo realmente chido, gracias.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora