2. Capitulo 21

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—Es hermoso— mire nuevamente el lugar.

—Nada que se te pueda comparar— sonrió.

Miro el lugar otra vez. Es realmente bonito hay velas y flores, una sabana con una cubeta con hielos y vino, almohadas, una pequeña parrilla con comida y unos platos, todo dentro de una casita de acampar con vista a la ciudad y playa, detrás de nosotros solo hay árboles y el auto.

—Pensé que como eras un perro oloroso te gustaría venir aqui— le miro con mala cara.

—Callate, maquina de sexo— sonrió.

—Cuando quieras te lo demuestro— se acerca a mi de una manera provocadora y me toma de la cintura.

—Ahorita no, joven.— me alejo poco y le saco la lengua.

—¿Está segura, señorita? Yo la veo un poco indecisa.

—Estoy muy segura, señor Lioncourt.

—Señorita Winther.— se acerca —No me gusta tu nombre.— me acomoda mechones rebeldes de cabello, dejándolos detrás de mi oreja —Tengo un conflicto interno por un detalle— su mano pasa a acariciar mi mejilla —¿No quieres cambiarlo?— su pulgar pasa a acariar mi labio —Cambiarlo a Sarahi de Lioncourt— saborea sus palabras.

—Es una estupenda idea— mi mano va hacia su nuca, lo acerco mientras me paro de puntas, acerco nuestras bocas, su brazo se va a mi cintura y me jala hacia él —Hueles muy bien— le digo a milímetros de sus labios.

—No puedo negar lo bien que hueles tu.— Y ahí nos besamos, el beso es tierno y dulce al principio, mis brazos suben hasta su cuello y se enroscan, mientras que sus manos están en mi cintura, doy un brinco y enrollo mis piernas en su cintura, él trocede unos pasos para sentarse. —¡Au!— exclamó al sentir una mordida en mi labio, el sabor metálico de la sangre se presenta.

—Justo como pensé— se lame sangre que sale de su boca —Es realmente muy buena tu sangre— mira mis labios que aún sangran —Dame más, por favor— me voltea bruscamente, pone sus manos al costado de mis brazos, acorralandome.

—Toma toda la que quieras— le sonrió, sus ojos que en este momento son de un color vino bajan a mi cuello, sus colmillos se hacen más grandes, se ve realmente como vampiro. Baja la cara, siento su respiración en mi cuello, sus filosos colmillos se posan en mi piel y amenazan con atravesarla.

Me preparo para sentirlo, me sorprende que, en vez de sentir los colmillos y la sangre, siento sus labios dándome besos húmedo por todo el cuello, me hacen cosquillas, Jordan me mira a los ojos, los de él ya volvieron a su color grisáceo habitual.

—Perdon— me besa —No quería provarte sin tu consentimiento, no pude resistirme.— sonrió.

—No te preocupes, yo tampoco puedo— lo agarre de los cachetes y me acerque a él para besarlo. Nos voltee, me senté en su abdomen. Me quite la camisa, él me miro sorprendido. No deje ni que respirara, lo bese nuevamente, sus manos se fueron a mi espalda y la acariciaron de arriba hacia abajo, hasta que dieron con mi sostén.

—No quiero hacerlo, detengámonos— mire directo a sus ojos.

—¿Por qué?— mi voz sonó aguada, aunque no quiera admitirlo me dolió. Duele que te digan que no quieren hacerlo contigo, mientras que lo hacen con cualquiera —¿A caso soy muy poco para ti?— una lagrima sale de mi ojo y recorre mi mejilla —No soy suficiente. Lo entiendo— me levanto y me pongo la camisa.

—No es eso, lo que pasa es que...—no lo dejo terminar de hablar.

—No tienes que mentirme— otra lagrima brota de mis ojos. —¡Me voy!— salgo rápido, me transformó y empiezo a correr lo más rápido que puedo, ¿A donde? No se, solo corro sin ver hacia atrás.

Al llegar a la cima de la montaña me detengo a respirar, me acuesto en una piedra y dejó salir aun más lágrimas.

Me siento dañada, mi orgullo fue dañado. Me ofrecí fácilmente y después fui vateada, ¿en que estaba pensando? Soy una estúpida, soy una ofrecida de mierda, él no me desea, ¡por la diosa! Duermo con él y ni una sola vez ha hecho algo de ese tipo, ¿qué mierda estaba pensado?

Resignada, dañada, triste empiezo a caminar hacia cualquier lugar. Hasta que escucho a lo lejos a dos personas, son licantropos. Caminan mientras hablan, yo me escondo y suprimo mi presencia hasta desaparecer.

—... El Alfa es un estúpido, el rey también, sus consejeros igual, no tiene ni idea de lo que estamos planeando, en poco tiempo los derrocaremos, tomaremos el control y seremos invencibles.— la voz y el olor concuerdan con los estudiantes de la universidad.

—Solo tenemos que tener cuidado con los grandes maestros lobos blancos. Escuche que había llegado la gran verde.

—Solo está una, no habrá ningún problema. La asesinamos antes que al rey y listo.

—No es tan fácil como crees, ni siquiera sabemos el nombre o la apariencia de la chica.

—Calmado, Aurelio, que yo me encargo de eso— es lo último que puedo escuchar, ya que están demasiado lejos como para si quiera olerlos.

Vuelvo a respirar, mi presencia vuelve a la normalidad, intento levantarme, pero caigo. Suprimirte sin ningún objeto por mucho tiempo es malo, y más en mi estado. Trato nuevamente de pararme, lo logro a duras penas, y empiezo a caminar hacia el castillo.

Después de unas horas de caminar, tropezarme y arrastrarme llegó a la entrada, donde los guardias me ven y abren la Puerta para que pueda pasar.

Mientras caminaba a la entrada todos los guardias y personas que no lograba identificar hacían reverencias, al llegar a la puerta del edificio me destransformó, mi ropa se desgarro y en sucio, me sorprendió, nunca sucede. No le tome importancia y camine al rey que estaba bajando las escaleras.

—Ya se quienes son los traidores y lo que quieren...— mi vista se vuelve borrosa, la fuerza falla en mis piernas y caigo al suelo, en este punto ya no siento o veo nada.

Y pueh aquí este capitulo, bye XD.

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