Sara
Me siento muy mal, la cabeza me da vueltas y tengo ganas de vomitar. Me levanto como puedo y voy directo al baño, me pongo de rodillas y con la cara en el inodoro.
— ¡Maldito alcohol! — grité para empezar a vomitar.
— Lo se — escuche a mi querido Jordan detrás de mi, mientras acomodaba mi cabello evitando que el vómito lo tocara.
— Gracias — me levanto y me enjuago la boca y me la lavo, también la cara y todos. — Perdon, no se que me pasó a noche.
— No te preocupes, cariño, yo me encargue de cuidarte.
— La próxima me tocara a mi — le guiñe el ojo.
— No lo creo — se acerco y me tomo de la cintura, mientras daba pequeños besos en el cuello.
— Creelo. — me volteo encarandolo, mientras veo sus hermosos ojos grises, mis manos viajan por su cuello y se enroscan en su nuca, sus brazos se posicionan en mi cintura y nos quedamos así, por un tiempo ignorando cualquier cosa externa a nosotros.
— A noche... — lo interrumpi.
— No recuerdo nada, por favor si hice algo malo o algo parecido perdoname por favor.
— No hiciste nada malo, solo me dijiste que me amabas ¿mentiste?
— Claro que no, mentiría si en este momento niego el hecho de mi amor por ti. — Me abrazo fuertemente mientras respiraba suavemente en mi cuello.
— Te amo — se separo y me miro a los ojos, para después besarme. Nos quedamos así por un buen rato hasta que mi panza gruño manifestando su hambre, rió y me miro con ternura — ¿Qué se te antoja para comer?
— ¿Te puedo comer a ti? — sonrió — bueno si no esta esa opción en el menú con una pizza o cualquier cosa que encontremos por ahí.
— A sus ordenes, hermosa— me tomo de la mano y salimos del baño, me puse un pantalón chandal y una camisa holgada, todo era de Jordán. Salimos y nos fuimos en el mismo deportivo en el que llegamos. —¿A dónde quieres ir?
— A mi casa, necesito cambiarme y hablar con Neythan, tengo un presentimiento, creo que me mandara a Italia.
— ¿Cuándo y por qué?
— El sábado, ahí está la manada de la Corona, creo que tiene interés porque su mate proviene de ahí y también porque mis padres están cercanos al lugar. — me tense un poco, mis padres no son el tipo de personas que amen a sus hijos, después de todo nos abandonaron en la manada dejando a Ney a cargo, sin decir que jamás me contaron de mi naturaleza y dejaron todo ese trabajo a mi querido hermano.
— Te acompañaré — la forma en que lo dijo me dio tanta seguridad.
— No pensaba ir sola — sonreí.
Al llegar a mi casa estaban Katie y Rayden cuidando a Nicolás y Sara en el sillón, mientras que Jane, Ian y Lidya platicaban, Jordán se les unió y yo subí a la oficina de Neythan, él y Jerry estaban hablando, al percatarse de que estaba allí me hablo.
— Sara necesito hablar contigo — señaló una silla a lado de Jerry — como ya sabes te iba a mandar a una manada la próxima semana, pero las cosas cambiaron, necesito que te vayas lo más pronta posible tu vuelo está programado para mañana a las 10 am.
—¿Puede acompañarme Jordán?
— No es muy recomendable, pero veré qué puedo hacer, después de todo irás a Italia.
— ¿Cuál manada?
— La corona — sabía que me mandaría ahí.
— Ok, está bien — salgo de allí y me voy a mi cuarto a cambiarme, después de todo iré a que acepte mi rechazo. Al terminar baje y los vi a todos igual, llame a Jordan, el salio conmigo. — Tengo que hacer algo importante, necesito ir a una manada...
—Te acompaño.
— No, iré a ver a mi ex-mate...
— ¿Qué estás tratando de hacer? ¿Qué vas a hacer conmigo? ¿Soy solo un juego? — sus preguntas hacen que me lance a sus brazos.
— No estoy tratando de hacer nada, solo quiero que acepte mi rechazo, — mire directo a sus ojos grises — no estoy mintiendo.
— Quiero ir.
— Te matarían antes de entrar — lo miro con tristeza. — No olvides que te amo.
Me separo de sus brazos cálidos, le doy un beso en el que me entrego totalmente. Me separo y me transformo, mi imponente loba blanca y yo corremos por el bosque, hasta que llegamos a los límites de la manada de Darren, entró por el pueblo sin transformarme en humana, veo como todos hacen reverencias yo asiento en forma de saludo y sigo mi camino, al llegar a la puerta de la mansión lo veo ahí, saliendo con la rubia enroscada en su brazo.
— Hola — digo mientras me destransformo. El me mira con tristeza — vengo a hablar contigo, Darren.
— Muy bien — suelta la mano de la rubia y empieza a caminar — sígueme — obedezco y voy detrás de él. Mantengo la distancia.
— Acepta el rechazo — no balbuceé.
— No, ¿por qué lo haría?
— Porque te rechacé, te cascarás y necesito estar libre.
— ¿Qué estás tratando de decir?
— No te tengo que dar explicaciones.
— Claro que lo tienes que hacer, ¡soy tu mate! No tienes opción.
— Eras mi mate, ahora la vida me ha dado un buen amor — su cara se lleno de tristeza y enojo.
— Aceptaré el rechazo, pero a cambio quiero que me des un beso.
— No te voy a dar nada, entiende tengo mate y le soy totalmente fiel.
— Al menos lo intente — suspiro — Yo Darren Black, alfa de la manada New Moon acepto tu rechazo Sarahi Winther.
Escuche cada palabra y sentí el lazo romperse por completo y no me sentí mal, no sentí debilitarme. Al término de sus palabras suspire y me estire, después de todo me había quitado un peso de encima.
— Gracias, ¿qué te costaba hacer esto? — le preguntó juguetona.
— Todo, me ha costado todo — se escuchaba triste, decido ignorarlo y salir del lugar.
Hola, pueh ya ha llegado el capítulo jaja. Bueno espero que les guste, fue corto y yo también quería más romance entre Jordan y Sara, pero sentí que era necesario que Darren y Sara rompieran el lazo, por eso lo que paso. Y pues eso no más.
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Eres Mia
WerewolfLos ojos verdes de la castaña se posaron en aquel tipo al cual ella estaba destinada a amar. Una historia mas de un romance.