2. Capitulo 23

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Son las 6 de la mañana y ya estoy en la puerta principal de la universidad. Hay algunas secretarias acomodándose para trabajar, entre con una sonrisa y con mi voz más amable hable.

—Buenos días— ellas me miraban extrañadas, después se miraron unas a las otras.

—¿Qué necesita?— pregunta una.

—Necesito hablar con el director— sonrió y una secretaria levanta un teléfono y marca al director, escucho todo lo que dice.

—Emm, el director está...—no dejo ni que termine.

—"Ocupado".— hago las comillas con las manos —Digale que estoy por Saboyá— la señorita lo repite y escucho lo que dice el director, la secretaria voltea e intenta hablar pero la interrumpo —Sé lo que dijo, no se preocupe.

Entró al cubículo de las secretarias, después a una puerta que me lleva a unas escaleras. Subo todas esas escaleras y después abro la puerta. Me encuentro con el amable director inspecciónando uno papeles, él me mira confundido.

—Buenos días, señorita Sara— me saluda.

—Buenos días— empiezo a caminar por la oficina en circu

—¿Qué la trae a mi oficina? ¿Puede retirarse? Vendrán personas importantes y necesito...

—Yo soy a quien espera. — lo interrumpo, el me mira confuso —Se lo mostraré,— me quito el kastastoli y dejo que mi presencia fluya, el director se ve abrumado.

—¿Qué necesita, mi Ipso?— se inclina.

—¿Sabe del robo de las reliquias?— el asiente —necesito toda la información acerca de los thetas Jackson y Aurelio.

Sumiso saca 2 carpetas y me las entrega, las reviso y viene absolutamente todo.

—Muchas gracias, señor director— sacó mi teléfono y marcó a Piura, le hago saber todo —Perdóneme señor director, pero como sabrá no puedo darme el lujo de que usted pueda ser un traidor y se descubra que soy yo la Ipso, así que lo tendremos bien vigilado, espero no sea un traidor. En verdad me cae muy bien.

Con esas palabras salgo por la puerta y vuelvo a ponerme el Katastoli, bajo las escaleras y cuando abro la puerta para salir al cubículo veo a Aurelio, nuestras miradas se cruzan el me mira serio. Lo ignoro, saco mi teléfono celular y le envío un mensaje a Piura.

Yo:
Ok, este es el plan, según la información Jackson entra a clases a las 8 AM, necesito que rodeen su casa a esa hora, que entren a revisar todo y que localizen lo que nos pertenece, a él lo arresten saliendo de la universidad, por Aurelio solo necesito que hayan guardias en toda la escuela vigilandolos, pero sin levantar sospechas.

Piura:
Comprendo, toma por hecho todo.

Guarde mi teléfono y solté un suspiró. Veo a los lados y me encuentro con Nora enfrente de mi observandome.

—Hola, Nora. — muevo mi mano de un lado a otro.

—Hola— ella hace lo mismo y veo que usa unos guantes de piel negros. Es algo que no le había tomado mucha importancia, pero que si había notado. —¿Qué pasó contigo? No viniste ayer y hoy apareces más temprano de lo normal. Cómo sea, ¿me acompañas por un café?

—Claro— sonrió y empezamos a caminar hacia la cafetería.

—He visto a Bianca muy extraña, ahora me ignora, se ve feliz, pero...

—¿Pero?

—No nada— ríe nerviosa.

—Ok, ok— sonrió —entonces, ¿Irás conmigo a México cuando se termine el semestre?

—Quisiera, pero no tengo dinero ahorrado, no tengo para el vuelo, es más ni siquiera tengo maleta.

—Eso es lo de menos, yo te llevo, después de todo yo te invite, lo mínimo que debo de hacer es pagarte todo— le sonrió.

—Lo pensaré, pero no lo sé, es que falta muy poco para eso, de hecho ya nada más esta semana.

—Te digo que yo pago todo.

—Ok, ok, ya que insistes, está bien, me apunto al viaje— me sonríe, quedamos en silencio y de pronto empieza a brincar y a gritar —iré a México.

—Claro que lo harás— le sonrió y giramos en un callejón medio raro, en eso siento como me toman del cuello y me estrellan contra la pared.

—¿Quien carajos eres?— escucho y huelo a Aurelio.

—¿Quien carajos eres tu? ¿Un simple theta?

—¿Cómo sabes eso? No hueles a licantropo, pareces más que una simple humana.

—Tengo mis secretos, dime los tuyos, ladrón de mierda.

—No me hables así, insecto, no eres más que una simple humana, te podría partir a la mitad si quisiera.

—¿Estás seguro que soy una simple humana? No podrías ni siquiera hacerme daño alguno.

—No creo eso— de un momento a otro saca una daña de plata, el tiene un guante de nitrilo, por eso no le afecta, en cambio yo estoy totalmente expuesta. Me intenta apuñalar, pero lo esquivo, forcejeamos, pero el logra apuñalarme en el abdomen, el dolor recorre todo mi cuerpo y el no hace más que undir la daga dentro de mi. —¿Me dirás quien eres?

—Soy la gran maestro verde— me levanto como puedo, pero la plata realmente me ha dañado, el me vuelve a empujar contra la pared y gruñe.

—Eras, porque ahora solo quedara tu cuerpo— ríe a carcajadas, volteo a ver a Nora que solo mira el escenario aterrorizada, pero su mirada cambia, se quita los guantes que traía y veo que sus manos son extrañas, se abalanza contra Aurelio y lo tumba, pone sus manos sobre su cabeza y veo que Aurelio pierde el conocimiento.

—¿Qué sucedió? ¿Qué le hiciste?— preguntó al ver el cuerpo inerte de Aurelio.

—Solo lo dejé inconsciente, no lo mate, creo... ¿Estás bien?— la miro con cara de "¿me miro bien?" —Ok se escucho bien tonto eso, te curare— saca la daga y la deja aun lado, solo puedo sentir dolor, hasta que pone sus manos sobre la herida y empieza a salir luz de ellas, después de unos segundos ya estaba curada.

—¿Gracias?— me levanto y no siento ninguna incomodidad —Tengo que llamar a alguien para que arregle este desastre.— agarre mi teléfono y marque al rey.

—¿Bueno?— se escucha la voz medio adormilada del rey.

—Rey, estoy en problemas, Aurelio me atacó, ahorita está inconsciente, ¿qué hago?

—¿En dónde estás?— pregunta.

—Cerca de la universidad.

—Ok, voy para allá, quedate ahí, no te muevas.

—Ok— cuelgo y veo otra vez en dirección del cuerpo de Aurelio.

Y bueno, hasta aquí llego el capítulo, espero les guste, y pues no más.

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