2. Capitulo 17

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Estaba enfrente de aquel hombre que decía ser mi padre. Lo miraba con frialdad sin ningún tipo de sentimiento. «¿Tengo que tenerle sentimiento alguno por el ser que me abandono?» La respuesta era clara.

— Cabel — lo dicho asemeja a un saludo.

— Sigues igual de seria, ¿Neythan no te enseño nada?

— El me enseñó todo — hice una ligera pausa — Que tenga buena noche señor Cabel.

— ¿Qué pasa? ¿Sigues resentida porque me fui?

— No discutire eso ahora, será en otro momento — comencé a caminar hacia la salida del castillo, no sin antes pasar a la sala y despedirme de todos.

— Mi Ipso, la llevare al hotel donde se está quedando — la voz de Piura detrás de mi me hizo estremecer.

— Gracias, Piura — me limite a decir para seguirlo.

(...)

Estaba recostada en la cama del cuarto que compartía con Jordan. Esperaba a que el llegara de no se donde, él había salido y no me había dicho nada, no me molestaba, pero si me preocupaba.

Me levante y camine hacia el sillón de la habitación donde había dejado mi mochila con mi celular, lo saqué de la mochila y conteste la llamada.

— Hola — dije desanimada.

—¿Cariño? — la voz de Jordan del otro lado del altavoz me alegro.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?

— Si, todo bien, solo te llamaba porque olvidé el celular y me quedaré con unos amigos de aquí.

— Diviértete.

Finalizó la llamada y fui a la sala del depa, me senté en un sillón junto a Sofía, estaba viendo una serie, al sentarme ella me voltea a ver para después regresar a el televisor.

—Mañana iremos a la universidad.

— Lo se — bebe de la botella a de agua que tiene aun lado de ella —Es tan aburrida.

—¿Ya la pasaste?

— Si — vuelve a beber de su agua — aunque no lo parezca tengo 25 años. —al momento de decirlo la volteo a ver esperando a que me diga "es broma", pero no sucede.

—¿Qué? —pregunto desconcertada.

—Ya se que parezco como de 16 porque estoy plana, pero no es para tanto.

—Primero, no estás plana, segundo yo tengo 16 tu pareces como de 20 máximo — y lo era, en verdad no demostraba la edad. ¡Claro! Somos licantropos, ¿como pude olvidarlo? Golpeó mi frente en señal de que me di cuenta de la estupidez que dije.

—Si, fue estúpido —rió un poco—yo también me confundía mucho. Convivir con humanos es difícil. Más cuando estás en la escuela.

—No es tan difícil, lo que sucede es que te acostumbras a verlos y saber que son tan frágiles y no poder hacerles nada.

—Lo se, solo que a mi si me molesta convivir con ellos. Son demasiado... egocéntricos...

—Lo se, se creen la raza superior— me rió —se destruyen a sí mismos por tonterías, son egoístas y descuidados. Si no fuera por nosotros el mundo se hubiera ido a la mierda desde hace mucho. —los licantropos y las demás razas cuidamos de todos los bosques y la fauna, porque la necesitamos y respetamos. Los humanos aunque son muchos más que nosotros no saben de nuestra existencia.

—Son unos inútiles —la mirada fría, sin sentimiento que hace que un escalofrío recorra mi cuerpo, se levanta —Buenas noches, me iré a dormir —me sonríe y se va.

—Descansa—yo también me levanto y me voy a dormir.

Jordan

—¿Entonces ya encontraste a tu dua? —Alessio, mi amigo, se ríe de mi—tu lado divertido desaparecerá, ¡No! Eras un gran compañero.

—Cállate, Alessio, estamos en un bar, cualquiera te puede escuchar —y era cierto, los humanos no deben saber de nuestra existencia.

—Por favor, estos humanos no saben español–hace una ligera pausa —bueno, tal vez alguno que otro, de todos modos estamos en una bar, ¿quien nos prestaría atención? Exacto, nadie.

—Bueno, tienes razón, —rió para después tomar de mi cerveza—se llama Sara, es hermosa, inteligente, fuerte, de personalidad agradable... —suspiró al recordarla.

—Y por lo que veo ya te enamoro, Romeo, por cierto ¿le dijiste que venias conmigo? —yo asiento— y ¿te dejo sin decirte nada? —asiento con normalidad— Necesito una de esas.

—Como ella nadie más, pero suerte con tu dua.

—Sinceramente no quiero encontrarla. No quiero depender de otro ser y menos de una mujer, soy un alma libre.

—Eso decía a los 20 y a los 30 me sentía solo —reí al recordar esos tiempos.

—Hola, chicos, ¿quieren bailar? —preguntan en Italianl dos chicas rubias.

—No, gracias —niego con la cabeza.

—¡Vamos! —dice en un tono de "puchero" una de las chicas mientras jala suavemente de mi brazo.

—No, gracias, mi amigo si baila con ustedes—señaló a Alessio que me mira con diversión.

—Perdonenlo, chicas, está en su días— sonrió.

Ellos se van y yo me quedo en la barra con mi cerveza. A algunos momentos siento la precencia de otro amigo, Donato, son grandes amigos de la infancia, él y Alessio.

—Hola —saludo con entusiasmo, él me cae "mejor" que Alessio, o es lo que doy a entender.

—Hasta que te dignas a aparecer, estaba comenzando a creer que te habías esfumado.

—Tuve vacaciones—sonrió.

—Claro, tiene sentido, descansar 7 años de nosotros.

—Los disfrute.

—No se nota, pero dime ¿qué ha pasado con tu vida?

—No mucho, y ¿por la tuya?

—Nada—ríe —solo soy más viejo cada vez más y no he encontrado a mi dua.

—Yo ya la encontré, se llama Sara te la presentaré lo más pronto posible,—me mira y sonríe.

—Jamás habías estado así por una chica, me alegro que por fin dejaras esa vida y encontraras a tu complemento.

—Lo se, es lo más hermoso que he sentido.

—¿Quieres llevarla a casa de mamá para presentarma?

—No lo creo, el problema es que es una licantropo. —sonrió nervioso.

El me mira confundido, pero después de unos momento suaviza su mirada y suspira.

—Está bien, después de todo tu no lo escojiste así —me mira comprensivo —No digo que sea totalmente malo, solo...

—No te preocupes, lo entiendo —le sonrió.

—Solo dejemos de hablar de esto, ten toma una —me extiende otra cerveza, la tomo.

—Gracias.

Holaa, otra vez yo jaja. Solo pues para dejar este capitulo aquí e irme corriendo a dormír. Sé que tarde, pero fue por una buena razón, la verdad es que estaba de vacaciones jaja.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora