Mi refugio eres tú #Sangore

LXXV

Sandra

Me habían propuesto grabar un programa junto Jesús Calleja, Planeta Calleja, un programa donde iba a vencer mi miedo a las alturas. Se iba a ir una semana a Borneo, la tercera isla más grande del mundo situada en el Pacífico. íbamos a subir a su punto más alto, el Monte Kinabalu, de 4.000 metros de altura. 

La verdad es que desde que me lo habían propuesto, estaba nerviosa porque no sabía si iba a ser capaz de superar el vértigo. Me quedaban dos días para preparar todas las cosas que me iba a llevar.

También me llevaría mi cámara para documentar todo el viaje, sin duda, iba a ser una gran experiencia. Quería empezar un nuevo proyecto en Youtube, pero hasta que no se emitiera el programa en la televisión, no podría publicarlo yo.

Nagore: ¿Preparada para la aventura?

Sandra: La verdad es que tengo muchas ganas, pero también algo de miedo. 

Nagore: ¿Miedo? ¿Por qué?

Sandra: No sé si seré capaz de superar el reto, no sé como responderá mi rodilla... No sé... 

Nagore: A ver, cariño, no dejes que el miedo te frene.  Estoy segura que lo vas a conseguir, no será fácil, pero lo conseguirás. Has superado cosas más fuertes en la vida y aquí estás, así que esto lo superarás también.

Sandra: Ay no sé que haría sin ti...

Nagore: Pues la verdad es que no lo sé yo tampoco...

Sandra: Jajajaja

Nagore

Antes de que se fuera tenía preparada una sorpresa para ella, quería regalarle un pack de aventurera, con un polar, varias camisetas térmicas, unos pantalones con bolsillos, una mochila y también le quería meter una caja de tiritas. Lo tenía casi todo ya, pero aún me quedaban varias cosas por comprar. 

Aproveché que Sandra había quedado con Rocío para ir a comprar lo que me quedaba de la sorpresa. Llegué a casa con todo lo necesario, lo metí todo en la mochila y la escondí rápidamente en el armario al escuchar el sonido de las llaves. 

Nagore: ¡Hola cariño! ¿Cómo está Rocío? 

Sandra: ¡Hola amor! Pues igual de loca que siempre... 

Nagore: ¿Has venido muy pronto? ¿Ha pasado algo?

Sandra: Sí... 

Nagore: ¿El qué? ¿Estas bien?

Sandra: Sí...Yo estoy bien, pero...

Me acerqué a ella, le aparte un mechón de pelo de su cara y la miré directamente a los ojos. 

Nagore: ¿Pero?

Sandra: ¡QUÉ TE ECHABA DE MENOS! 

Nagore: ¡Y yo también tonta! 

Acorté la distancia que había entre las dos y la besé. Fue un beso lento pero intenso, poco a poco fuimos acelerándonos hasta que acabamos tumbadas en el sofá. Mis manos recorrían todo su cuerpo, donde su ropa poco a poco iba desapareciendo. Para disfrutar más, acabamos completamente desnudas en la cama. Tras darnos placer mutuamente estábamos tumbadas recuperando nuestra respiración. 

Nagore: Tengo una sorpresa para ti.

Sandra: ¿Para mi?

Nagore: Sí, para mi aventurera favorita. Cierra los ojos.

Me levanté de la cama, completamente desnuda y abrí el armario para coger la mochila. La pusé en la cama, al lado de donde estaba Sandra. 

Nagore: Ya puedes abrir los ojos. A ver si te gusta.

Sandra: De momento, creo que las vistas son inmejorables. A ver...

Me miró de arriba a abajo. Al principio de nuestra relación, me hubiera incomodado esa mirada, porque me estaba devorando con los ojos, pero ahora me gustaba. Me sentía cómoda con mi cuerpo y mi desnudez. 

Sandra

Abri la mochila y empecé a sacar todo lo que había dentro. 

Nagore: Con eso serás una auténtica aventurera. 

Sandra: ¡Qué chulo todo! ¡Me encanta! ¡Muchísimas gracias amor!

Me abalancé sobre ella y le llené toda la cara de besos. La verdad es que me había encantado el regalo, la ropa la podía utilizar también cuando fuésemos a Segovia a la casa rural. 

Sandra: ¿Y esto?

Saqué la caja de tiritas de la mochila. 

Nagore: Ya me lo agradecerás, ya... Allí andarás mucho y eso siempre va bien.

Sandra: Gracias por cuidarme. Porque estoy convencida que yo ni me habría acordado.

Nagore: Por eso la responsable de la relación soy yo 

Nos miramos y nos pusimos a reír las dos. 

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