LXXXV

1.1K 28 2
                                    

Nagore

Ya íbamos de camino a Getxo, habíamos decidido ir en coche, eran poco más de cuatro horas de viaje. 

Nagore: ¡Qué ganas tengo de desconectar y no pensar en nada durante unos días! ¡Lo necesito!

Sandra: ¡Yo también, necesito despejar mi mente del bullicio de la gran ciudad!

Nagore: ¡Pues allá vamos! Descanso y desconexión ven a nosotras. 

Subí el volumen de la música y nos pusimos a cantar durante el trayecto que nos quedamos. Cuando llegamos, sacamos el equipaje del coche y nos pusimos a dar una vuelta por la casa, a ver donde estaban las habitaciones y también aprovechamos a dar una vuelta por los alrededores. El que más estaba disfrutando, de momento, era Nash que no paraba ni un rato quieto, con todo el terreno que tenía para explorar. 

Tras descansar un poco en el jardín, jugando con Nash también, decidimos ir a comprar comida, ya que no teníamos nada para comer. 

Después de colocar todo lo que habíamos comprado, empezamos a hacer la comida. Sandra no era muy manitas en la cocina así que al final siempre me tocaba a mi, pero no me importaba. Ella mientras tanto me daba conversación y jugaba con Nash.

Sandra

La verdad que estar en medio del bosque, con Nash y ella era sin duda un regalo para los sentidos. Nos pasamos parte de la tarde en la terraza, disfrutando del sol y de la puesta de sol que se veía entre los arboles. 

Estuvimos cenando bajo la luz de las estrellas y de la luna, disfrutando del sonido de los animales en el bosque y también del maravilloso silencio. Tras estar un rato contemplando el cielo estrellado decidimos irnos a dormir. 

Nagore se tumbó encima mía y me empezó a acariciar el brazo y la tripa. Con esa especie de cosquillas me quedé dormida, respirar aire puro también me dejaba exhausta. Al cabo de unas cuatro horas, me desperté, empecé a dar vueltas y no conseguía dormirme, así que me desperté, me preparé un té y salí al jardín, no se escuchaba nada.

Nagore: ¿Qué haces ahí?

Sandra: Joder... ¡Qué susto me has dado! No te había escuchado... Me he desvelado y para no molestarte en la cama me he venido aquí. 

Nagore: Venga vuelve a la cama.

Nagore me alargó su mano y yo me levanté y de la mano volvimos a la cama. 

Sandra: Nago, ¿estás dormida?

Nagore: Siii....

Sandra: Ya lo veo ya... jajaja Oye Nago, gracias.

Nagore: ¿Porqué? ¿Por irte a buscar para meterte en la cama?

Sandra: No, tonta, aunque por eso también, aquí desde luego estoy más cómoda. 

Nagore: Qué tontita estás... ¿Gracias por qué?

Sandra: Por no enfadarte conmigo, por ser tan buena conmigo y por cuidarme como solo tú lo haces. 

Nagore: Cariño, jamás podría enfadarme contigo, te quiero demasiado, aunque sí que me molestó lo que me dijiste, te entendí y siempre lo hago. Todo lo que hago por ti me sale solo por todo lo que me haces sentir. 

Sandra: No sé que haría sin ti...

Nagore: Pues creo que has sobrevivido antes de conocerte, aunque estoy segura que no tan feliz como ahora.

Sandra: Estás en lo cierto, jamás había sido tan feliz y todo gracias a ti.

Nagore: Y a ti, todo lo que has superado lo has hecho tu, yo simplemente he estado a tu lado para ayudarte, pero lo has hecho tu solita.

Ambas nos abrazamos, ella se volvió a apoyar en mi hombro y nos quedamos dormidas. 


----

¿Os ha gustado?

Twitter: EresRefugio

Mi refugio eres tú #SangoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora