Mi refugio eres tú #Sangore

XLVII

Sandra

Después de la comida con mis padres, Nagore y yo nos fuimos con Nash a pasear, estaba anocheciendo y nos sentamos en la playa a contemplarlo. 

Sandra: Esto es lo que más echo de menos de aquí...

Nagore: ¿El mar?

Sandra: Sí, recuerda que yo soy una hija del agua. El mar me da mucha tranquilidad, su olor, el ruido de las olas... Me encanta.

Nagore: A mi también me encanta. Yo soy la niña del mar. Podría quedarme horas contemplando el mar y no me cansaría. 

Nagore se sentó detrás de mi, tenía mi espalda apoyada en su pecho y me rodeaba con sus brazos. Ella me iba dejando pequeños besos en la cabeza. Cuando oscureció del todo, nos levantamos y nos fuimos para casa. Agarradas de la mano contemplando las luces de la ciudad. 

Para cenar pedimos sushi, ya que no teníamos muchas cosas en la nevera y tampoco nos apetecía cocinar. Nos pusimos a cenar en el sofá mientras pusimos Ocean's 8, donde salía una de mis actrices favoritas, Cate Blanchett.

Nagore

Anoche nos habíamos quedado dormidas en el sofá y me desperté a las dos de la mañana y nos fuimos a la cama a seguir con el sueño. No me constó nada volver a dormirme, me dormí encima del pecho de Sandra escuchando cómo su corazón bombeaba. 

Ya notaba la claridad y abrí los ojos. Estaba en la misma posición, así que levante la mirada y me encontré con los ojos verdes de Sandra. 

Sandra: ¡Buenos días dormilona!

Me estiré para dejar un beso en sus labios. Empezar así el día era lo mejor.

Nagore: ¡Buenos días bella!

Sandra: ¿Qué plan quieres hacer hoy?

Nagore: Podíamos ir con Nash a hacer paddlesurf a ver si nos dejan...

Sandra: ¡Me encanta la idea! Estaría muy bien ir con el chiquitín.

Nos levantamos y nos vestimos. Yo me solté las trenzas que me habían hecho hace unos días en la peluquería y se me quedó el pelo rizado. Cogimos las mochilas y nos fuimos para la playa. Aunque antes iríamos a desayunar.

Sandra

Nagore seguía con su canal de Youtube. Íbamos andando, ella hablándole a la cámara,  hasta el sitio donde siempre desayunábamos cuando estábamos en Barcelona. Ella iba explicando que se había soltado las trenzas.

Nagore: Y me solté el cabello, me sentí la reina...

Sandra: Está muy, muy guapa. 

Nagore: Me puse tacones... 

Ella seguía cantando en plena calle, también se puso a bailar y yo me uní por detrás a su baile. Yo me quedé un poco atrás con Nash, y ella seguía explicando que ibamos a la playa a hacer paddlesurf. 

Después de un desayuno muy sano nos fuimos al puesto del paddlesurf, dejamos las mochilas en las taquillas que había, cogimos las tablas y nos metimos en el agua. Pusimos a Nash encima de una de ellas y nos adentramos un poco en el mar.

Nagore

Llevábamos ya un rato en el mar, con las tablas, nos habíamos parado un poco lejos para tener más intimidad y poder disfrutar sin tanta gente. Pero me empezó a doler la cabeza.

Sandra: ¿Has bebido un poco de agua de mar?

Nagore: No.

Sandra: Pues bebe, te irá bien. 

Cogí un poco de agua con las manos, me la llevé a la boca y me la tragué. La verdad es que no estaba muy buena, pero sabía que así se podía quitar mi dolor de cabeza. Bebí un par de veces más. 

Al poco rato, ya se me había pasado y nos pusimos a jugar con Nash encima de la tabla, el no paraba de mirar las piedras que había en el fondo del mar. El agua estaba tan clara que se veía todo el fondo. 

Sandra me cogió la cámara para hacerme algunos planos encima de la tabla con Nash. Ella me ayudaba mucho con Youtube.

Sandra: ¿Pero podéis estar más guapos?

Nagore: Jajajaja sí, si salieras tú sí. 

Tras estar un rato más tumbadas en la tabla, dejándonos llevar por las olas y la marea volvimos a la orilla para devolver todo el material y darnos una ducha de agua dulce.

Me alejé un poco de ellos para grabar mi despedida del vídeo.

Nagore: Yo recomiendo a todo el mundo que venga a Barcelona, qué es maravillosa. Qué tiene de todo, una gastronomía, una gente, deportes... ¡Y lo más maravilloso de este mundo!

Sandra me estaba mirando, sonrío con esto último que dije y se acercó a darme un abrazo. Yo le dejé un beso en la mejilla.

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