Había pasado un año completo, un año de haberse mudado, un año de conocer a Mark, un año de entrar a la universidad, un año de la relación de Mark y Michelle, un año aguantando humillaciones e insultos de ella, un año y 3 meses sin Lee Taeyong.
Natalie se encontraba en su cama mirando el anuario de Taeyong, últimamente no pasaba tiempo con Mark ya que estaba ocupado con su novia y pues ella no lo molestaba.
Natalie sentía como si le faltaba algo, ya hacia un año y 3 meses sin Taeyong, antes si podía recordar su perfume, e incluso la sensación de sus labios, pero ahora Natalie sentía que yo no podía recordar algunas cosas de el.
Ella pensaba que es bueno ya olvidaría a Taeyong, pero no quería hacerlo, Taeyong vivirá en sus recuerdos el fue su primer novio, y en realidad el nunca fue malo con ella, lo único jodido en su relación fue la apuesta, sin esa tonta apuesta Natalie estaría segura que ellos seguirían juntos.
Aunque ya había pasado bastante tiempo aún le dolía recordarlo, por qué ella lo amo, ella de verdad que se enamoró de el.
-------------------------- A la mañana siguiente no quería levantarse para ir a la universidad, había llorado casi toda la noche, lo último que quería ver era a Michelle.
Pero no podía faltar ella ya había tenido suficientes problemas y uno más y la expulsaban, estaba harta de eso ya que ella no ocasionaba los problemas más bien era Michelle quién hacia todo lo posible para culpar a la chica.
Mark no entendía el comportamiento de la chica, ¿Tal vez siempre fue así? Se preguntaba Mark, el y Michelle ya llevaban un año de relación pero el aún no sentía nada romántico hacia ella, a el le seguía gustando Natalie, la chica siempre le llamaba la atención con tan solo respirar.
Natalie salió de su casa y vio a Mark quién la esperaba como todos los días.
—¿No tienes calor?—pregunto Mark a la chica quien llevaba manga larga.
Aún que todos la miren extraño por usar ese tipo de ropa con el clima ella tenía que seguir usándolo, tambien era incómodo para ella pero no podía dejar sus brazos descubiertos con tantas hematomas que Michelle le había provocado por los constantes pellizcos y apretones.
—No, estoy bien Mark.
—Sabes, extraño nuestras pijamadas en el balcón.
La chica quedó en silencio, era verdad Mark y ella casi se habían distanciado, casi ya no estaba en su cuarto para no poder hablar con Mark.
—Yo también las extraño pero no quiero molestarte, es que a veces pienso que estás ocupado y por eso cierro el balcón.
—Bueno pues yo siempre estaré para tí—dijo Mark sonriendo para ella—desde ahora dejemos nuestros balcones abiertos.
Natalie sonrió a eso, Mark la volvió a ver sonreír después de mucho tiempo, pero su sonrisa se borró al ver la escuela enfrente de ella.
—¡Mark, mi amor!—una sonriente Michelle corrió hasta el chico.
Natalie se alejó de ellos ya simplemente entro a su salón.
—Mi tarea—la chica sabía de quién era esa voz, así que solo sacó el trabajo de su mochila y se lo entrego a la chica—Muy buena chica, vez que si te portas bien no hay necesidad que recurramos a la violencia.
Michelle le acariciaba la cabeza como si de un perro se tratara.
Natalie realmente no le importaba ya que podía soportar a la chica 2 años más.
El día había acabado, Natalie decidío ir al baño, estaba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera se dió cuenta cuando se había quedado sola en el baño.
Estaba lavando sus manos cuando escucho la puerta cerrarse, se había quedado atrapada en el baño.
----------------------- —Adelantate tengo que ir a entregarle algo a mi profesor—dijo Mark a Michelle quién estaba ansiosa por 2 cosas, Mark la había invitado al cine y por qué si todo va conforme a su plan Natalie sería atrapada y expulsada.
Mark caminaba de regreso a entregar el trabajo que tenía pendiente, cuando escucho algunos sonidos del baño, parecían sollozos.
Mark se acercó a la puerta, no había nadie probablemente si alguien lo viera ahí estaría en problemas ya no era hora de estar en la escuela, ¿Un fantasma?, Pensó que tal vez lo sollozos eran de un fantasma, pero eso le recordaba algo, como un dejavu.
Tocó la puerta y escucho como si alguien se movió.
—¡Ayudame por favor la puerta se atoro y no puedo salir!—Mark se apuro al oír esa voz, reconocía esa voz.
La puesta no estaba atorada, estaba forzada a ser cerrada.
Mark abrió y vio a Natalie con los ojos llorosos, ella al verlo se limpió rápido los ojos.
Estaba enojada, solo salió son decir nada, Mark la siguió, no quería hablar con el chico ya que su novia loca le hacía la vida imposible y no podía hacer nada para cambiar.
Escucharon voces y pasos cerca de ellos, Natalie sabía que era su fin si los encontraban a esas horas en la escuela.
Mark la jaló del brazo y junto con ella se metieron al armario del conserje, la espalda de Natalie da a con el pecho de Mark.
Ella sentía la respiración caliente de Mark en su cuello haciendo que Natalie se ponga nerviosa por la cercanía del chico.
Ella se volteó para poder evitar un momento incómodo, pero se percató que de alguna u otra manera terminaría con la respiración de Mark en cualquier parte de su cuerpo.
—¿Mark?
Mark hizo un gesto de silencio, para luego poner sus manos en las mejillas de la chica, con su dedo pulgar los tocó, el la miro y su corazón comenzó acelerarse como la primera vez que la vió.
Se acercó a ella y la besó, Natalie puso sus manos en el pecho de Mark arrugando su camisa pero después se dejó llevar y paso sus manos detrás de la nuca de Mark.
Y solo eso bastó para que Mark siguiera besándola, el sentía como sus labios cosquillaban al besarla, besarla era lo mejor que le había pasado en la vida.
Natalie soltó un pequeño gemido, ya que se estaba quedando sin aire pero no quería separarse de el, Mark al escuchar eso se detuvo y se separó de ella, Natalie entristeció cuando sus labios ya no estaban conectados con los de Mark.
El silencio gobernó, Mark abrió la puerta y junto con Natalie salieron de la escuela.
—Mark....—la chica solo miraba la espalda de este, el la volteó a ver y vio como la chica estaba sonrojada y tenía los labios inchados, besables pensó Mark, pero luego aparto rápido la mirada.
—Lo siento, me tengo que ir Michelle me espera—dijo el y comenzó a correr, no sabía para donde iba solo que tenía una sensación en el pecho que sentía que iba a explotar.
No podía creer que había besado a Natalie lo había ansiado desde ya hace mucho.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
