Romance de 10 Cuerdas ©

15.

Jonas

¿Qué pasa con Mary? Ella debe comprender que estoy ocupado con los preparativos de la graduación, ¿por qué me trata así? ¿Y quién es ese chico? No me gusta que esté mucho con mi novia. ¿Me la quiere quitar? ¡Ah! Debo estar más pendiente de con quién se junta Mary; no puedo dejar que un simple chico que llega de la nada me la trate de quitar.

¿Y acaso ella no respeta? ¿Cómo va a tratarme así frente a ese tal James? Lo prefirió a él sobre mí. No sé qué le pasa, no respeta, para nada. ¿Estoy pintado en una pared? ¿O ya no soy nadie? Necesito hablar con ella; le llevaré un pan, para que después no diga que soy mal novio, no lo soy... Yo estoy... ¿pendiente de ella? Bueno, quizá no tanto, pero es mi novia y debe respetar el hecho de que yo soy su novio. Que he estado ocupado es otra cosa, no me da tiempo para nada, ni para escribirle. Tengo que terminar de prepararme con mis compañeros, ir a las clases de esgrima, trabajar en la panadería, y salir con Grace y Alex —mis mejores amigos—, ella debe entender eso. Estuve años tratando de conquistarla, porque la amaba. Bueno, eh, la sigo... amando. Pero ahora que ya está conmigo, y ya que tenemos un año, no sé... ¡Pero es mi novia! No puedo dejar que un desconocido se la lleve, es mía, mi propiedad.

¿La amo? Por supuesto... ¡Estoy loco por ella! Pero ella debe respetarme, ¿no? ¿No se supone que eso hacen los novios? ¿Respetarse? ¿Y que si se aman, a pesar de que estén lejos o no puedan hablar mucho igual se seguirán amando y respetando? No sé que le pasa, la verdad, está necesitada, seguro es porque le hago falta, me necesita. ¡Eso es! ¡Necesita de su novio! ¿Cómo no lo pensé? Y yo echándole la culpa, pobrecita mi novia. Debo ir a darle amor para que se sienta mejor. Meto algunos panes en una bolsa y salgo de mi turno, son las 7:00 pm. Voy a casa, me baño rápidamente y me cambio. La casa de Mary está a unos 10 minutos de aquí, así que voy caminando. Llego a la sala web y la puerta se abre, dejando salir a unos niños que supongo estaban jugando Xbox. Mary me ve, por alguna razón se sorprende. Le doy los panes dulces, ella los agarra. Cierra la puerta y se pone a jugar en un Xbox.

—Tenemos que hablar —me dice después de haber platicado un rato.

¿Qué mierda?