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Jessica


No puedo creer que James esté enamorado de Mary, se ven tan lindos cuando están fuera de la academia hablando; serían una linda pareja. He estado toda la noche y toda la mañana pensando en eso, se lo tengo que contar a Mary, sí o sí. Error de James al pedirme que no se lo dijera, ¡ja! ¿Cómo no le voy a contar esa maravillosa noticia a Mary?

Anoche estuve chateando con James, me dijo que sí, que le encanta Mary, que quiere intentarlo. Le pregunté si ella tenía novio y me dijo que no pareciera, que se ve como una chica soltera. ¿Cómo puede decir eso? Le debo preguntar eso a Mary.

Ya estoy entrando a la Academia, ¿cómo se lo diré a Mary? Ella ya está sentada, y James no ha llegado, debo aprovechar este momento. Me acerco a su puesto y la saludo con un beso en la mejilla, luego me siento a su lado, estoy nerviosa.

—Hola, Jess, ¿pasa algo? Te ves emocionada.

Pues sí, lo estoy.

—Tengo algo que contarte, cariño.

Ella alza una ceja, esto se pone interesante.

—Cuéntame todo.

Suspiro. ¿Estoy lista para contare esto? Uff... Sí, es hora.

—Bueno... ¿Por dónde empiezo? —Suelto una risita—. Eh...

—¡Deja de darle tantas vueltas! —Ella ríe también.

—¡A James le gustas!

Ella abre los ojos, demasiado, se ha sorprendido. Empiezan a brillar extrañamente, se sonrojó. ¿Lo dije muy directo?

—¿Hablas en serio?

—Sí, pero necesito que no le digas que te dije. Me pidió ayuda contigo. Está enamorado... de ti.

Diablos. ¿Qué está pensando?

¿Por qué sus ojos brillan tanto? ¿Es normal?

Suspira.

—¿Te digo algo loco?

¿Ahora qué pasó?

—¿Qué, Mary?

Vuelve a suspirar y supongo que está buscando las palabras correctas para decirme lo que me quiere decir o qué sé yo, porque le está dando muchas vueltas.

—También me gusta James.

¿Qué? ¡Muero!

¡Qué hermoso!

Quiero gritar y sé que ella quiere hacerlo también.

Se tapa la cara con las manos, no puede creerlo.

—No estás bromeando conmigo ni nada de eso, ¿verdad?

—No, Mary. Le gustas.

Suelta un pequeño grito, menos mal que nadie le prestó atención.

—Ya, bájale dos.

—Es que... ¡No puedo! No puedo creer que esté enamorado de mí y que... yo esté enamorada de él.

—¿Te gusta en serio, Mary?

Lo piensa, suspira y sus ojos siguen brillando.

—Sí, Jessica, me gusta James Harper.

¡Dios mío! Tengo que ayudarlos.

—Sé que parece una locura porque apenas nos conocemos, pero es que en este poco tiempo me ha hecho sentir especial, me dice cosas bonitas, es un loco, de eso no tengo duda, pero eso lo hace ser él. Hay algo de él que me atrae demasiado, no es como los demás, ¡él es él!

Romance de 10 Cuerdas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora